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Datos principales
Desarrollo
Capítulo sexto Trata de la muerte del rrey de los mexicanos Acamapichtli y el rrey que su lugar se puso y las cosas que suçedieron con los comarcanos En este comedio de tiempo fallesçió el rrey de los mexicanos Acamapichtli, fue en este el comienço de sujetarse los mexicanos a tributo por estraños, y así, luego todos los mexicanos hizieron junta y cauildo tre ellos, diziendo: "Mexicanos antiguos, balerosos, chichimecos, ya es fallesçido nro rrey Acamapichtli. ¿A quién pondremos su lugar que rriga, gouierne este pueblo mexicano? Pobres de los biexos, niños, mugeres, biexas que ay. ¿ será de nosotros? ¿A dónde yremos a demandar rrey que sea de nra patria y nación mexicana? Hablen todos para de cuál parte eligiremos rrey, e nenguno quede de hablar pues a todos nos ymporta para el rreparo, cabeça de nra patria mexicana; 6v asimismo esté y asista, rrepare la casa antigua de la abusión (tetzahuitl) dios Huitzilopochtli. ¿Quién será el que será padre de este nro ydolo Huitzilopochtli? Aliende, ay en nuestra patria mugeres, niños, biexos, biexas, de dos, tres, quatro, çinco a<ño>s, y de un año y de meses, como beis. Rrespondé a esta demanda. Sepamos y tendamos quál será y de dónde bendrá. Asimismo sabréis y tenderéis que ay muchos hijos que dexó nro rrey y señor Acamapichtli". E así, con esto, los más prencipales biexos y saçerdotes de los mexicanos de los quatro barrios, moyotecas y teopantlaca y Atzacualco y los de Cuepopan, y estos todos dixeron: "Mexicanos, tenuchcas, chichimecas, ¿a quién podemos demandar por nro rrey y señor, estando como estamos congregados los quatro barrios d Mexico Tenuchtitlan, si no es a nro nieto, hijo muy querido, Huitzilihuitl, que, aunque es mançebo, él guardará, rregirá la casa de la abusión Huitzilopochtli y patria mexicana?" Y así, todos juntos, biexos, biexas, mançebos y biexos, rrespondieron a una sea mucho de norabuena, que a él quieren por señor y rrey.
Rresolutos en esto, determinan yrle a rreberençiar y rresçibir por tal señor y rrey de los mexicanos tenuchcas chichimecos, que se yntitulaua ya segundo rrey mexicano en esta rrepública y senado mexicano, y le dixeron: "Hijo y nro muy querido nieto, tomá el cargo y trauajo de rregir este pueblo mexicano, que está metido tre laguna, tulares, cañaberales, adonde es querido, rreuerençiado, adorado la abusión de Huitzilopochtli, tan estimado, querido de todos nosotros. Y así, ya es notorio, hijo y nro muy querido nieto y rrey nro, como los mexicanos estamos sometidos a seruidumbre en esta tierra de tepanecas y al señor de ellos en Azcapuçalco, Teçoçomoctli, que, so birtud de estar aquí nosotros en tierras agenas, somos ya basallos de estos tepanecas azcapuçalcas. Por ende, hijo nro, esforçaos y conseguí el baleroso ánimo de uro padre el rrey Acamapichtli, que sufrió con mucha paçiençia esta serbidumbre, pobreza, este laje laguna. Ese propio ánimo y esfuerço abéis de çufrir y lleuar con paçiençia, pues uro padre le sufrió y lleuó hasta la fin de sus días como baleroso rrey fue". Puesto el rrey Huitzilihuitl, dende algunos días el senado mexicano hizo junta o cauildo. Començó el uno, el más antiguo biexo, primero en el hablar, dixo a todo el senado mexicano: "Ya tenemos rrey puesto. ¿Parésçeuos con esto abemos de tener algún descanso de tantos trauajos como tenemos de serbidumbres a estraños señores? Y, así, no le tenemos uno sino tantos como son: los unos los de tepanecas Azcapuçalco, los otros en Acalhuacan y los otros nros señores los de Culhuacan.
Es mucha y muy pesada la carga de tanta seruidumbre y a tantos señores. Determinemos de tener algún descanso de tantos trabajos y tantas partes. Y mirá, hijos y hermanos, que esto que digo es berdad y lo propio cada uno de bosotros lo dirá, que es la uerdad, y tenemos gran nesçesidad de tolerar nros grandes trauajos y miserias. "Y la rresoluçión de todo esto, es menester que bamos al rrey de Azcapuçalco, Teçoçomoctli, con nra baxada para que nos diese su única hija carnal 7r tiene para nro rrey, que nos la diese por muger para nro rrey Huitzilihuitl que agora es en esta rrepública mexicana, para, ni más ni menos, por esta ocasión tener algún descanso de los muchos que de presente tenemos". Con esta rresoluçión fueron todos los mexicanos antiguos, biexos, rretóricos, por baxadores al rrey de Azcapuçalco, Teçoçomoctli, a la demanda de su hija. Lleuaron como dones y presentes cantidad de pescado blanco, xohuile, rranas, yzcahuitle, lo que tenían los mexicanos. Llegados, hizieron rreuerençia a Teçoçomoctli, rrey de Azcapuçalco, diziéndole: "Hijo, nieto nro muy querido, obedesçido de nosotros los miserables mexicanos, y nosotros, uros padres y abuelos somos, y en tal os tenemos y ternemos siempre, aguardando sienpre uros rreales mandams lo que nos fuere mandado, benimos con mucha umildad y os suplicamos por el alto balor y señorío uro, miserables de nosotros, y de uro basallo que está y guarda y rrige ura rrepública y pueblo mexicano, teniendo como tenéis esmeraldas y piedras preçiosas y tan queridas hijas uras.
Pobre de uro basallo, pues no tenemos a dónde yr ni acudir sino es a bos como a nro amo y señor y nosotros uros basallos, nos hagáis tanta merçed e mandarnos dar una hija y esmeralda y querida buestra para que baya a rregir y gouernar uro pueblo mexicano y ser conjunta persona de Huitzilihuitl, uro leal sieruo y basallo, nro rrey y señor". Oydo por Teçoçomoctli, rrespondió: "Hijos y hermanos mexicanos, yo soy muy contento de ello. Pues ¿qué puedo dezir sino que ellas fueron nasçidas para ese efeto, como muger quee son y lleuaderas? Y señalo la que a de ser muger de Huitzilihuitl a mi hija Ayauhçihuatl". Y con esto los mexicanos se humillaron y rreuerençiaron a Teçoçomoctli, rrey, por tan buena obra como les hazía en conçederles luego su hija Ayauhçihuatl por muger de su rrey y nieto. Y los mexicanos la trujeron a Mexico Tenuchtitlan y allí la hizieron los biexos una oraçión, prática, de tal señora y ser como eran sus basallos los biexos, y la pusieron su trono con su marido Huitzilihuitl. Dende algunos años procrearon ellos de la Ayauhçihuatzin un hijo y luego fueron con esta nueua a Teçoçomoctli, de que rresçibió mucho contento y alegría. Y luego binieron todos los prençipales de tepanecas, Azcapuçcalco y Cuyuacan, en Tenuchtitlan y, juntos, hizo una oraçión a todos ellos el Teçoçomoctli diziendo hablasen primero los mexicanos. Y rrinden las graçias a todos los tepanecas y, fecha la oraçión por los mexicanos, dixeron los tepanecas todos: "En gran manera estamos todos consolados en abernos dado nieto barón, y así, dispongo por nonbre Chimalpopoca". espondieron los mexicanos con mucha alegría fuese mucho de norabuena, que ellos eran muy contentos de ello, y fueron con este contento y alegría y publicóse casa de Teçoçomoctli esta baxada y por todo Cuyuacan.
Rresolutos en esto, determinan yrle a rreberençiar y rresçibir por tal señor y rrey de los mexicanos tenuchcas chichimecos, que se yntitulaua ya segundo rrey mexicano en esta rrepública y senado mexicano, y le dixeron: "Hijo y n
Es mucha y muy pesada la carga de tanta seruidumbre y a tantos señores. Determinemos de tener algún descanso de tantos trabajos y
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