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Datos principales
Desarrollo
Que trata de las cosas que hizo el rey Motecuhzoma con la nueva de la venida de Cortés y sus compañeros; y de cómo Cortés se informó de los bandos que había en esta tierra Llegados que fueron los mensajeros de Teotlili a la ciudad de México , fue grande la confusión y temor que causó al rey Motecuhzoma , viendo que ya se empezaban a cumplir las profecías de sus pasados; citó a consejo a todos los señores del imperio para tratar lo que se debía hacer, y juntos les propuso todo lo que en el corazón le daba, y que si aquellos hombres orientales que habían llegado por ventura eran el dios Quetzalcóatl y sus hijos que de tantos siglos esperaban, siendo así era fuerza que se habían de señorear de toda la tierra, y a ellos desposeerlos de ella, y que así sería bien atajarles los pasos, y no consentir que en su corte entrasen; o si como ellos decían, que eran embajadores de un gran señor del mundo en donde sale el sol, serían bien recibirlos y oírles su embajada. Todos los reyes y señores que se hallaron en esta junta estuvieron unos con otros debatiendo sobre el caso un gran rato, y viendo el rey Motecuhzoma que no se acababan de resolver, dijo a su hermano Cuitláhuac , que con licencia del rey Cacama su sobrino, a quien competía el primer voto, le dijese lo que sentía como hombre más experimentado en negocios. Cuitláhuac dijo: "mi parecer es, gran señor, que no metáis en vuestra casa quien os eche de ella, y no os digo ni aconsejo más".
El rey Cacama le dijo: "el mío es que si vuestra alteza no admite la embajada de un tan gran señor como dicen que es el de España, es muy gran bajeza suya y nuestra y de todo el imperio, pues los príncipes tienen la obligación y es ley de dar auditorio a los embajadores de otros, que cuando ellos vengan con trato doble, por esto tiene a su corte de soldados y capitanes valerosos que le defenderán, y muchos parientes y amigos que miren por su honra, y castiguen cualquier traición y desacato; y si esta nueva gente que ahora ha venido, vienen con alguna novedad y tiranía, mientras más breve entrasen en su corte a su embajada o a mostrar su intento, lo tengo por más acertado que no detenerles e impedirles la venida, por muchas causas y todas muy en menosprecio y daño de la grandeza y majestad del imperio, porque los embajadores viendo que se les impide su entrada, conocerán flaqueza y poco ánimo en vuestra alteza y en todos los del imperio, pues no admite en su corte a cuatro extranjeros, con que se les aumentará el ánimo de su osadía e intención de alterar la tierra; y en este discurso podrán echar de ver las faltas y defectos que hay en su corte, y quien es amigo o enemigo, y aún de aquí se podía seguir, levantar muchas provincias que están sujetas y oprimidas; y así en cualquier acontecimiento conviene no dilatar la venida de estos embajadores, antes que abran los ojos y escudriñen los secretos del imperio; y este es mi parecer". A todos los señores de ánimo y coraje les pareció muy bien lo que el rey Cacama había dicho, y no creo que se engañaban; mas el rey Motecuhzoma con otros señores de su corte, tomaron por mejor el consejo de Cuitláhuac, y así Motecuhzoma procuró por todas instancias impedir la entrada de Cortés y los suyos, y dando la respuesta a los mensajeros de Teotlili se volvieron, y dentro de ocho días llegaron a la Veracruz con ricos presentes de oro y mantas de algodón, con la respuesta de Motecuhzoma y la bienvenida que le daba Cacama rey de Tetzcuco Aculhuacan y Totoquihuatzin de Tlacopan, enviándole a decir que se holgaban mucho de tener noticia y de saber de un tan grande y poderoso señor como era el de España, y mucho más el dignarse de ser sus amigos, de que se tenían por muy dichosos, y lo mismo de que en sus días hubiesen venido nuevas gentes de tanto valor y nunca vistas en su imperio; por tanto, que rogaban al embajador viese lo que había menester para que fuese proveído de todo bastantemente; y que en cuanto al ir a su corte y verse con Motecuhzoma su tío y con ellos, que no había lugar ni orden porque estaba Motecuhzoma impedido y mal dispuesto cara poder ir a la costa, ni Cortés a la corte, por ser el camino largo y fragoso, y por él había pobladas algunas gentes bárbaras y crueles enemigos de los mexicanos y aculhuas.
Habiendo oído Cortés la razón de los mensajeros e intento que el rey Motecuhzoma tenía, tornó a replicar que en ninguna manera dejaría de verle, ni haría lo que debía a su rey y le tenía mandado; con lo cual, Teotlili envió segunda vez sus mensajeros; y en este medio tiempo llegaron otros embajadores de Ixtlilxóchitl en competencia contra sus hermanos y el rey Motecuhzoma su tío, a dar la bienvenida a Cortés y a los suyos, y a ofrecérsele por su amigo, dándole noticia del estado en que estaban las cosas del imperio, y el deseo de vengar la muerte de su amado padre el rey Nezahualpiltzintli, y libertar el reino de poder de tiranos, enviándole algunos dones y presentes de oro, mantas de algodón y plumería. De que se holgó infinito Cortés saber las alteraciones y bandos que había entre estos señores, porque Motecuhzoma los tenía descontentos y como tiranizados, y vio luego abierto el camino para la felicidad, que después le sucedió, y que juntándose con uno de los bandos, se consumirían ellos entre sí, y él se haría señor de entrambos. Dentro de diez días volvieron los mensajeros con la resolución de la voluntad de Motecuhzoma, que era que no porfiase Cortés de verle y llegar a México; con que se concluyeron razones, y viendo Cortés la resolución de Motecuhzoma y que su gobernador le había desamparado, determinó probar en aquella tierra y conquistarla de propósito; y proveyéndose de bastimentos y otras cosas necesarias de aquellos lugares comarcanos, comenzó a edificar una villa, en donde después de haber platicado con los suyos de lo que convenía al buen suceso de su venida, llamó a Francisco Hernández , escribano real, en presencia de todos, y por auto solemne tomó posesión de toda la tierra en nombre del rey don Carlos nuestro señor de gloriosa memoria; nombró por alcaldes a Alfonso Fernández Portocarrero y a Francisco de Montejo y regimiento, procurador, alguacil, escribano y todos los demás oficios a cumplimiento de cabildo entero, y en nombre del rey les entregó las varas y puso nombre al consejo la Villa Rica de la Veracruz.
Tras de éste hizo otro auto ante el mismo escribano y alcaldes nuevos, en que dejó y cedió en manos de ellos, como justicia real y ordinaria, el mando y cargo que tenía de capitán y descubridor, que le dieron los frailes jerónimos en la Isla Española en nombre de su majestad; y que se desistía y apartaba del poder que tenía de Diego Velázquez , gobernador de la Isla de Cuba, por cuanto ninguno de ellos tenía mando ni jurisdicción en esta tierra, que él y ellos acababan de descubrir, y comenzaban a poblar en nombre de su majestad, como sus leales vasallos; y se le dio todo por testimonio. Y habiendo aceptado todos sus oficios, hicieron su ayuntamiento y ordenaron algunas cosas tocantes a la buena gobernación de su república, y en nombre de su majestad nombraron por gobernador y capitán general a Fernando Cortés, para que tuviese el supremo lugar, hasta en tanto que el rey mandase otra cosa; e importunado Cortés aceptó el oficio, el cual lo usó con tantas ventajas y magnificencias, que no le hizo ventaja el Magno Alejandro , ni Julio César , ni otro ninguno capitán de los famosos que ha habido en el mundo, como más largamente se verá en las historias de los autores que tengo citados, y otros muchos que han tratado del descubrimiento, conquista y pacificación de esta tierra.
El rey Cacama le dijo: "el mío es que si vuestra alteza no admite la embajada de un tan gran señor como dicen que es el de España, es muy gran bajeza suya y nuestra y de todo el imperio, pues los príncipes tienen la obligación y es ley de dar auditorio a los embajadores de otros, que cuando ellos vengan con trato doble, por esto tiene a su corte de soldados y capitanes valerosos que le defenderán, y muchos parientes y amigos que miren por su honra, y castiguen cualquier traición y desacato; y si esta nueva gente que ahora ha venido, vienen con alguna novedad y tiranía, mientras más breve entrasen en su corte a su embajada o a mostrar su intento, lo tengo por más acertado que no detenerles e impedirles la venida, por muchas causas y todas muy en menosprecio y daño de la grandeza y majestad del imperio, porque los embajadores viendo que se les impide su entrada, conocerán flaqueza y poco ánimo en vuestra alteza y en todos los del imperio, pues no admite en su corte a cuatro extranjeros, con que se les aumentará el ánimo de su osadía e intención de alterar la tierra; y en este discurso podrán echar de ver las faltas y defectos que hay en su corte, y quien es amigo o enemigo, y aún de aquí se podía seguir, levantar muchas provincias que están sujetas y oprimidas; y así en cualquier acontecimiento conviene no dilatar la venida de estos embajadores, antes que abran los ojos y escudriñen los secretos del imperio; y este es mi parecer". A todos los señores de ánimo y coraje les pareció muy bien lo que el rey Cacama había dicho, y no creo que se engañaban; mas el rey Motecuhzoma con otros señores de su corte, tomaron por mejor el consejo de Cuitláhuac, y así Motecuhzoma procuró por todas instancias impedir la entrada de Cortés y los suyos, y dando la respuesta a los mensajeros de Teotlili se volvieron, y dentro de ocho días llegaron a la Veracruz con ricos presentes de oro y mantas de algodón, con la respuesta de Motecuhzoma y la bienvenida que le daba Cacama rey de Tetzcuco Aculhuacan y Totoquihuatzin de Tlacopan, enviándole a decir que se holgaban mucho de tener noticia y de saber de un tan grande y poderoso señor como era el de España, y mucho más el dignarse de ser sus amigos, de que se tenían por muy dichosos, y lo mismo de que en sus días hubiesen venido nuevas gentes de tanto valor y nunca vistas en su imperio; por tanto, que rogaban al embajador viese lo que había menester para que fuese proveído de todo bastantemente; y que en cuanto al ir a su corte y verse con Motecuhzoma su tío y con ellos, que no había lugar ni orden porque estaba Motecuhzoma impedido y mal dispuesto cara poder ir a la costa, ni Cortés a la corte, por ser el camino largo y fragoso, y por él había pobladas algunas gentes bárbaras y crueles enemigos de los mexicanos y aculhuas.
Habiendo oído Cortés la razón de los mensajeros e intento que el rey Motecuhzoma tenía, tornó a replicar que en ninguna manera dejaría de verle, ni haría lo que debía a su rey y le tenía mandado; con lo cual, Teotlili envió segunda vez sus mensajeros; y en este medio tiempo llegaron otros embajadores de Ixtlilxóchitl en competencia contra sus hermanos y el rey Motecuhzoma su tío, a dar la bienvenida a Cortés y a los suyos, y a ofrecérsele por su amigo, dándole noticia del estado en que estaban las cosas del imperio, y el deseo de vengar la muerte de su amado padre el rey Nezahualpiltzintli, y libertar el reino de poder de tiranos, enviándole algunos dones y presentes de oro, mantas de algodón y plumería. De que se holgó infinito Cortés saber las alteraciones y bandos que había entre estos señores, porque Motecuhzoma los tenía descontentos y como tiranizados, y vio luego abierto el camino para la felicidad, que después le sucedió, y que juntándose con uno de los bandos, se consumirían ellos entre sí, y él se haría señor de entrambos. Dentro de diez días volvieron los mensajeros con la resolución de la voluntad de Motecuhzoma, que era que no porfiase Cortés de verle y llegar a México; con que se concluyeron razones, y viendo Cortés la resolución de Motecuhzoma y que su gobernador le había desamparado, determinó probar en aquella tierra y conquistarla de propósito; y proveyéndose de bastimentos y otras cosas necesarias de aquellos lugares comarcanos, comenzó a edificar una villa, en donde después de haber platicado con los suyos de lo que convenía al buen suceso de su venida, llamó a Francisco Hernández , escribano real, en presencia de todos, y por auto solemne tomó posesión de toda la tierra en nombre del rey don Carlos nuestro señor de gloriosa memoria; nombró por alcaldes a Alfonso Fernández Portocarrero y a Francisco de Montejo y regimiento, procurador, alguacil, escribano y todos los demás oficios a cumplimiento de cabildo entero, y en nombre del rey les entregó las varas y puso nombre al consejo la Villa Rica de la Veracruz.
Tras de éste hizo otro auto ante el mismo escribano y alcaldes nuevos, en que dejó y cedió en manos de ellos, como justicia real y ordinaria, el mando y cargo que tenía de capitán y descubridor, que le dieron los frailes jerónimos en la Isla Española en nombre de su majestad; y que se desistía y apartaba del poder que tenía de Diego Velázquez , gobernador de la Isla de Cuba, por cuanto ninguno de ellos tenía mando ni jurisdicción en esta tierra, que él y ellos acababan de descubrir, y comenzaban a poblar en nombre de su majestad, como sus leales vasallos; y se le dio todo por testimonio. Y habiendo aceptado todos sus oficios, hicieron su ayuntamiento y ordenaron algunas cosas tocantes a la buena gobernación de su república, y en nombre de su majestad nombraron por gobernador y capitán general a Fernando Cortés, para que tuviese el supremo lugar, hasta en tanto que el rey mandase otra cosa; e importunado Cortés aceptó el oficio, el cual lo usó con tantas ventajas y magnificencias, que no le hizo ventaja el Magno Alejandro , ni Julio César , ni otro ninguno capitán de los famosos que ha habido en el mundo, como más largamente se verá en las historias de los autores que tengo citados, y otros muchos que han tratado del descubrimiento, conquista y pacificación de esta tierra.