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Desarrollo
CAPITULO IV Descripcion de las islas de Juan Fernandez y de su principal puerto, viage desde ella á la de Santa Maria y de este á la bahía de la Concepcion con noticia de la navegacion, vientos y mares en esta travesía 464 Las islas de Juan Fernandez, pertenecientes por razon de su situacion y adyacencia al reyno de Chile, enfrente de cuyas costas vienen á estar son dos en numero; la una que se halla mas á la mar ó al occidente, la distinguen con el additamento de afuera; y la otra, por mas inmediata á la costa ó al oriente, le dan el nombre de La de Tierra. La primera, que tendrá de largo poco mas de una legua y hace figura oval, es una tierra muy alta y forma un monte redondo, elevado y tan escarpado á la mar que es por todas partes inaccesible; de su cumbre se precipitan varios arroyos de agua crecidos, de uno de los quales se ven á distancia de tres leguas las plateadas espumas que caen por la parte del sudoeste de la isla, y desde su altura se despeña al mar haciendo en aquella escarpada pendiente saltos de mucha profundidad; segun la derrota que Don Jorge Juan hizo, concluyó por su cálculo, en suposicion que el curso de las aguas fue para el sudoeste, que esta isla se halla al occidente del meridiano del Callao 3 grados 20 minutos y, por el mio, lo está 3 grados 27 minutos. Por la derrota que se llevó desde el meridiano de esta de afuera hasta estar en el de la de Tierra y lo que se anduvo, se concluye ser de 34 leguas la distancia de la una á la otra.
465 La isla de Tierra, que dista en latitud del cabo de Hornos como 440 leguas maritimas, tendrá en su mayor largo, que es del este al oeste, 3 á 4 leguas; y aunque en la mayor parte es tierra alta, hace algunas llanuras que forman las pendientes de los mismos cerros. En sus cañadas, hay mucho monte y arboledas de maderas muy buenas, entre las quales se encuentran arboles de pimienta semejante á la de Chiapa en Nueva España. En los llanos y colinas crece mucho una paja parecida á la de avena, tanto que si entre una y otra hay alguna diferencia que haga distintas las especies es muy poca, y crece tanto que sobrepuja en altura con mucho á la de un hombre. El agua que en distintos arroyos corre desde las eminencias de esta isla hasta el mar es muy delgada y medicinal, deshace las indigestiones con facilidad y incita mucho el apetito. Los animales terrestres que se encuentran en ella son perros de varias castas, siendo la mayor porcion agalgados, y muchas cabras, tan dificiles de poderse cazar estas que casi se hace impossible el conseguirlo porque, siendo lo mas de la isla peñasquería peynada y escarpada acia la mar, donde otro animal que ellas no pudiera mantenerse, son estos los sitios en donde andan mas regularmente y donde con mas frequencia se dexan ver; los perros tuvieron allí su origen de haverlos puesto no muchos años ha de orden de los presidentes de Chile y virreyes del Perú, con el fin de exterminar las cabras y de que los navios pyratas ó de enemigos no hallassen este recurso para refrescarse y hacer su provision, pero no surtió la idea el efecto que se deseaba porque el arrojo de los perros no es tal que se atreva á perseguirlas en los parages tan peligrosos, donde ellas están de continuo saltando de unas peñas á otras con extrema ligereza, siendo esta causa para que no puedan servir de provecho á los navios que lleguen á aquella isla quando no es facil haver sino es tal ó qual por alguna particularidad.
466 Las aves se encuentran allí muy raras; y aunque en el suelo se registran varias plumas blancas y armazones enteras de algunas que parece haver sido comidas de los perros, no se ven volar de este color, y solo sí una ú otra con la pluma toda negra; es muy dable que en el ibierno se recojan en aquellas islas las que en el verano no parecen por apartarse de ellas á otros parages. 467 El territorio de esta isla se compone de montañas de mas que mediana altura, y sus faldas correspondientes acia la parte del norte son las que están pobladas de arboledas, cuyas maderas, como yá se advirtió, son propias para muchos usos; las que corren á la parte del sur no tienen arboles sino es en las quebradas que forman las colinas de los cerros, y es, sin duda, porque la fuerza de los vientos sures continuos no los dexa crecer, pero sí la avena ó paja semejante á ella, con la qual se cubren todos viciosamente. Entre los arboles, no hay ningunos de los frutales que son regulares en otros parages de la America. El temperamento de la isla es frio, contribuyendo á ella la altura de polo en que está y los vientos; assi, aun en el verano no se experimentan calores. 468 Tiene la isla en todo su circuito tres puertos, de los quales, el uno que es el mas occidental, y el otro, que cae al oriente, solo son practicables para embarcaciones pequeñas por ser reducidos; y el que pueden frequentar las grandes corresponde en medio de los dos á la parte del norte con alguna pequeña inclinacion acia el nordeste de toda la isla.
Este, que legitimamente se llama de Juan Fernandez, consiste en una ensenada que forma la costa, abierta á los vientos del norte y de el nordeste, de donde nace que en ibierno no sea practicable y aun en verano solo puede serlo con bastante peligro por la mucha agua que hay en todo él, pues á la distancia de cable y medio ó dos de tierra se encuentran 50 brazas, y poco mas apartados de ella es mayor. A esto se agrega la mala calidad del fondo, que, siendo de arena y lama pegajosa mezclada con conchuela y cascajo, está sembrado de mucaras, con las quales y el cascajo padecen muchos los cables y no tienen seguridad los navios. Además de este inconveniente, hay el de las ráfagas continuas de viento que causan los sures y son tan violentas que levantan el agua del mar; el de las corrientes, tambien muy fuertes dentro del puerto, donde hacen varias rebesas; y, ultimamente, el de la brabeza de las playas, donde nunca se puede llegar sin peligro por la fuerte resaca que hay en ellas. Assi, solo entran en este puerto las embarcaciones de pyratas ó enemigos que passan á aquellos mares por ser el unico refugio que se puede encontrar en ellos, aventurandose á los peligros que en él les amenazan por la necessidad extrema de reponer la aguada, hacer leña y refrescar las tripulaciones con la abundancia de pescado que hay allí. 469 Estas embarcaciones estrañas, que con el fin de repararse de la navegacion tan dilatada y penosa de cabo de Hornos toman el puerto de Juan Fernandez para assegurarse en algun modo contra los peligros que quedan referidos, entran hasta lo mas interior de él y, poniendo en tierra una amarra en la playa que corresponde acia la parte del sudoeste, dexan en el agua la otra, pero ni esta diligencia es bastante para evadirse del peligro, como lo acreditan los fragmentos de tres que todavia existen en las playas, de los quales los dos son antiguos, y el otro, no tanto.
470 La isla de afuera de Juan Fernandez es toda muy alta y tan escarpada y escabrosa que no tiene parage comodo para desembarcar; y no haviendo puerto alguno, no llegan á ella ni las embarcaciones enemigas ni las propias de aquellos reynos. 471 Las playas y peñas del mar en esta isla de Tierra de que se vá tratando están por todas partes llenas de lobos marinos en tanta abundancia que no dexan lugar para poder andar ni transcender por entre ellos. Tres son las mas distinguidas castas que se observan; la una, pequeña, cuya extension será como de una vara de largo, y el color de todo el pelo, musco obscuro; la segunda tendrá como una tuessa y media de largo, esto es, tres varas y media con corta diferencia, y su pelo es pardo; la tercera y ultima, como dos tuessas de largo, que es poco mas de quatro varas y media, su pelo ceniciento, algo tirando á blanquizco. La cabeza de estos animales es pequeña respeto de lo restante de su cuerpo, algo puntiaguda y parecida á la de los lobos terrestres; la boca, proporcionada á la cabeza; y en esta, la lengua, gruessa y casi redonda, las quixadas, guarnecidas con una andana de colmillos todo al rededor, grandes, fuertes y agudos, de los quales las dos tercias partes están embutidos en las alveolas, ellas; una, que es lo mas duro y macizo, fuera de ellas; á los lados de la boca, tienen unas barbas que se apartan con semejanza á las de los tigres ó gatos; los ojos son muy pequeños; y las orejas, tanto que apenas tienen desde su raiz hasta la extremidad como 6 á 8 lineas de largo y lo correspondiente de ancho; las narices, tambien pequeñas, y solo en ellas es donde no tiene pelo sino un cutis glanduloso, como el que cubre las de los perros; tiene este animal dos aletas, como todos los pescados, que les sirven en el agua para nadar y para andar en tierra.
La cola, de naturaleza igualmente cartilaginosa, es grande á proporcion del cuerpo y gruessa mucho mas que en los pescados; la positura de esta es horizontalmente, de modo que, doblando el espinazo por el extremo posterior ó ultima vertebra, donde tiene articulacion mas sensible que en las demás, hace con ella los dos pies, con los quales acompaña á las manos ó aletas para andar sin arrastrar el cuerpo; tanto en las aletas como en cada loba de la cola tiene la señal de dedos y cinco en cada una, los quales son formados de unos menudos huessos ó cartilagos duros que están embebidos en las membranas callosas que cubren las aletas y cola; estos dedos se apartan unos de otros entre sí ocupando todo lo ancho de la aleta, que es lo que les sirve de planta para sentar en el suelo, y terminan con una uña correspondiente á ellos, la qual tiene como dos lineas de largo y media de ancho. 472 Las articulaciones mas sensibles que tiene en las aletas son dos, la una, en su union con el omoplato, donde hace como hombro, y la otra, al fin de la misma aleta, donde tienen su nacimiento los dedos; lo mismo sucede en la cola, y por este medio se maneja en tierra pues, aunque no con la agilidad que los animales quadrupedos, trepa á unos peñascos tan altos y escarpados que parece impossible el que los pueda superar, respeto de serlo assi para los hombres, y baxa con la misma facilidad sin que les sirva de embarazo la mucha corpulencia, siendo tanta que por el parage de las aletas tendrán de diametro los de la casta mayor quatro pies, esto es, vara y media á corta diferencia, y los de las otras, á su correspondencia.
473 Las partes naturales de estos animales están en el extremo inferior del vientre; y quando quieren juntarse, se sientan sobre la cola y, puestos macho y hembra frente uno de otro, se abrazan con las aletas, que entonces les sirven de manos. La hembra pare y cria con leche sus hijos como los animales terrestres, pero nunca mas de uno ó dos en cada parto. 474 Los blanquizcos, que como queda dicho son los mayores, los llaman algunos leones marinos y, en aquel mar, lobos de aceyte por parecer siempre que se mueven á una odre llena de él, segun el tembleado que hace la mucha grassa ó manteca de que se compone su monstruoso cuerpo; y aunque de todos se saca aceyte, son estos mucho mas propios para ello por no constar de otra cosa. Una particularidad bien rara observé en ellos y fue que, haviendo sido herido por cierto marinero uno de estos, luego al punto se arrojó al agua; y no bien la havia teñido con su sangre quando acudieron sobre él todos los de las otras dos especies y, formado un numeroso hormiguero, se lo comieron en medio quarto de hora, lo que no sucedia con los demás, pues igualmente se echaban al agua assi que estaban heridos, y nunca acudian otros á comerlos ni se movian al ver la sangre. Son dañosos quando pueden alcanzar á morder porque, en haciendo presa, nunca largan, pero, torpes y pesados, y no pueden boltear mucho la cabeza; no les inquietaba la gente, y era menester andar á palos con ellos para apartarlos y hacerse passo. Los pequeños tienen un ahullido que se assimila mucho al valido de las ovejas, tanto que, ni viendose, se equivocan; y es tan continuo el ruido que forman entre todos que no se puede soportar.
Los perros se mantienen con ellos y los desuellan despues de haverlos muerto con grande agilidad; lo primero que hacen para matarlos es degollarlos á bocados y luego van cortándoles el pellejo todo al rededor del pescuezo; assi que han concluido, los agarran de la cabeza y, metiendo las manos por entre el cuero y la carne, se lo van despegando hasta que totalmente lo está y lo pueden sacar de él. 475 Han dado los maritimos á los de la mayor especie el nombre de leones marinos porque, á distincion de los otros, hace á modo de crin el pelo de su cuello, bien que en su largo es corta la diferencia que hay de él á el que les cubre lo restante del cuerpo; pero siendo la estructura mas semejante á la de los lobos y en todo parecida á la de las otras especies, les puede convenir mejor el nombre de estos que el de aquellos. 476 Todas estas especies de lobos son tan sensibles en la extremidad de la nariz que el efecto que no hacen en su cuerpo muchas heridas se consigue con un ligero golpe que se les dé en esta parte, y esto solo es lo suficiente para que queden muertos. Assi, todo lo que ellos guardan y defienden de qualquier insulto es el hozico ó punta de la nariz, conociendo que en él tienen todo su peligro. 477 En los perros de aquella isla se notó tambien la particularidad de que nunca se les oyó ladrar; y aunque se cogieron algunos y se llevaron á bordo, no lo hicieron hasta que, juntos con otros domesticos, empezaron á imitarlos, pero por un termino impropio y como que aprendian á hacer lo que los otros, siendo estraño en ellos.
478 Son las islas de Juan Fernandez abundantissimas de pescados, y, entre sus muchas y varias especies, se crian dos, de que no se tiene noticia las haya en otra parte de todo aquel mar del sur; la una es el bacallao, el qual, aunque no es con toda precision como el de Terranova, se diferencia muy poco de él tanto en su estructura como en el color exterior y gusto, siendo la pequeñez de la escamilla que cubre su pellejo la misma; los hay de todos tamaños, y los mayores son de 3 á 4 pies de largo, esto es, de vara y media con corta diferencia. 479 La otra es un pescado parecido á el tollo en la hechura aunque su carne, mucho mas delicada; de cada una de las dos aletas que tiene sobre el lomo y por la parte anterior de ellas desde su raiz le sale un espolón algo corvo y en figura triangular, aunque redondo por el lomo, el qual termina en punta; es muy lustroso y tan duro como un huesso; interiormente, en todo lo que hace la raiz, se compone de una substancia algo mole y esponjosa; esta espina, huesso ó espolón, que todo lo parece, sirve de eficacissimo remedio contra el dolor de muelas, tal que metiendo la punta en la boca y arrimandola á la muela, á cosa de media hora lo quita totalmente. Un francés que yo llevaba de piloto me dió noticia de esta particular virtud; y no queriendo persuadirme á ello sin hacer la experiencia y examinarlo, lo practiqué allí distintas veces con los que padecian esta incomodidad, y en todas ellas surtió efecto la virtud; despues, la advertí á otras personas, y experimentaron lo mismo con la especialidad de que, á poco rato de aplicado, les empezaban á adormecer la parte afecta y suscitar sueño, logrando despertar yá buenos.
Yo, en esto, hice el reparo de que aquella esponjosa materia que ocupaba el espacio de la raiz se iba hinchando poco á poco y se ablandaba algo mas de lo regular, lo que no se puede atribuir unicamente á la humedad de la boca porque la parte que puede entrar en ella es maciza, dura y tan tersa como el marfil; assi, infiero que tenga alguna virtud atractiva para aquel humor que causa la molestia, y, recibiendolo en sí poco á poco, lo comunica á la materia que se encierra en su raiz. El largo regular de estas espinas es de dos pulgadas y media, y lo que entra en la carne del animal, que es puramente raiz, como media, quedando afuera las dos pulgadas; su gruesso, por donde mas, es de quatro lineas en cada una de sus tres faces. Este pescado no abunda menos allí que el de las otras especies. 480 Es, pues, tanta la abundancia del pescado que hay en las costas de aquellas islas que con dos horas de pesca por la mañana y otras tantas por la tarde, y solos seis ú ocho aparejos para hacerla, se cogia lo bastante para el consumo de toda la tripulacion y quedaba mucho para salar. Las principales especies son bacallao, berrugates, los que daban las espinas, lenguados, rodaballos, jureles, langostas y otras varias especies del menudo en tanta cantidad que al rededor de los navios no se veía otra cosa sobrenadando, lo que es tanto mas de admirar quanto la innumerable multitud de lobos no se mantiene de otra cosa, y assi, aunque en aquellas islas no haya pesquería que lo consume, equivale á ella la que continuamente hacen estos animales.
481 A la cantidad se agrega el sabroso y delicado gusto de todos pues, á competencia unos de otros, no sería facil determinar á qual se le deberia dar la primacía. Las langostas suelen tener media vara de largo y se pescan con tanta ó mas facilidad que los otros; son muy gustosas aunque algo recia la carne. El berrugate es tambien pescado grande y de escama, y todos, exquisitos. 482 Hasta el día 22 de enero nos mantuvimos al ancla en aquella isla, reconociendola toda y registrando los parages en que havian tenido sus rancherías los ingleses para ver si se encontraba alguna señal oculta que huviessen dexado de prevencion á los que entrassen despues fuera de la que un navio marchante embiado por el presidente de Chile con este fin algunos meses antes de nuestra llegada havia hallado, y consistía en dos botellas con un papel escrito en cifra dentro de cada una; pero no descubriendose otra mas que las estacadas de las rancherías, puentecillos que havian fabricado de madera para passar las quebradas y otros vestigios de esta especie, reemplazada la agua á las fragatas y hecha la leña necessaria, nos hicimos á la vela á las 3 de la tarde y nos pussimos en derrota para la isla de Santa Maria, á la qual llegamos el dia 5 de febrero; practicóse al passo la diligencia de reconocerla por todas partes, y, continuando despues el viage, dimos fondo el mismo dia á las 7 y media de la noche en Puerto Tomé, que está en la costa oriental de la bahía de la Concepcion.
483 La derrota que se hizo desde la isla de Juan Fernandez fue primeramente una singladura al este quarta al sudeste, y, de bordo el dia 23 y continuó governando desde el oes sudoeste hasta el sur sudoeste; pero el dia 27, estando yá en 35 grados 33 minutos y medio de latitud y al occidente del meridiano de la isla de afuera de Juan Fernandez 1 grado, donde se empezaba á reconocer que los vientos se llamaban del sur acia el sudoeste, se cambió de derrota y governó desde el este al es sudeste hasta el dia 31, que nos hallabamos en 36 grados 23 minutos de latitud y como de 15 á 20 leguas al noroeste del puerto de la Concepcion. Lo cerrado de la neblina, en que desde el dia antecedente haviamos entrado, era tal que las dos fragatas no se podian percebir de una á otra; tal vez se descubrian las grimpolas, y se reconocia no distar mas entre sí que medio tiro de cañon sin verse los cascos ni arboladura; esto y el estar algo á sotavento del puerto obligó á que nos volviessemos á poner del bordo de afuera y á que permaneciessemos sobre la costa sin poder acercarnos á ella hasta el dia 5, que se dissipó á las 9 y media de la mañana, y demoraba entonces la punta del Carnero al sursueste como 10 á 12 leguas de distancia y la medianía de la isla de Santa Marta al nordeste quarta al norte; hizose fuerza de vela en demanda de esta ultima, y á las 11 del dia se atravesaron las fragatas demorando la punta de Rumena al sur quarta al sudeste como quatro leguas de distancia; la punta de Lavapies, al este quarta al nordeste dos leguas de distancia; á quatro leguas, la punta del Sur de la isla de Santa Maria, demorando al nordeste; la del Norte, al nornoreste; y un mogote, que parece por fuera de esta, al norte quarta al nordeste.
En este parage, se echaron al agua las lanchas de las dos fragatas y se embiaron á que, passando por entre la isla y la tierra firme, la reconocieran toda y que, de allí, continuassen á encontrarnos en la bahía de la Concepcion; y puestas á la vela las fragatas á las 12 del dia con viento fresco por el sur sueste, llegaron á dar fondo en dicha bahía. 484 Don Jorge Juan concluyó por su derrota que la isla de Santa Maria cuya latitud es de 37 grados 3 minutos, está mas oriental que la de afuera de Juan Fernandez 7 grados y 10 minutos; por mi derrota, la encontré de 6 grados 56 minutos; con que, la diferencia de una á otra es de 14 minutos. 485 Por la parte del noroeste de esta isla y distante de ella como legua y media, hay un mogote alto y escarpado, y en las inmediaciones de su pie lo rodean varios peñascos, en quienes hace rebentazon la mar; y otra legua y media mas afuera de este y tambien acia el noroeste, hay un baxo, que, aunque no se vio rebentar en esta vez, se le hizo resguardo, y en mi segundo viage el año de 1744 lo reconocí distintamente porque, á mas de estar baxa la mar, havia entonces algun poco de marejada, y no solo se veía la rebentazon sino tambien la peña á flor del agua quando la lavaba el mar. Los pilotos del país asseguran que entre este baxo y el mogote hay buen passo, yendo por la medianía de los dos ó á medio fredo, que es el propio termino nautico, en cuyo canal dicen que se encuentran de 50 á 60 brazas de agua.
486 En el mismo segundo viage que llevo citado, hallandome embarcado en la fragata francesa la Deliberanza y estando esta en 36 grados 54 minutos de latitud por observacion del sol y 2 grados 24 minutos al occidente de la isla de Santa Marta, como media hora despues de haver observado, nos hallamos impensadamente en un manchon de agua amarilla y rebotada, tal que nos dió á todos gran susto y nos obligó á dexar la mesa donde estabamos comiendo y subir al alcazar llenos de turbacion, á tiempo que yá no lo era de hacer maniobra alguna por estar la fragata en el centro de todo él; corria este, que al parecer era banco, de norte á sur cerca de dos leguas y de este á oeste cosa de 600 á 800 tuessas; tan amarillo era el color del agua que, despues de haverlo passado y navegado larga distancia, se distinguia sensiblemente; no se pudo sondar por no haver estado pronta la sondaleza y, temiendo que evidentemente fuesse baxo, como lo daba á entender, y que por algunas partes tuviesse menos agua, no se pensó en atravesar la fragata para aprontarla; havia parages donde el agua estaba mas amarilla, como que por aquellos havia menos fondo, y otros donde el agua de golfo ó verdosa hacía entrada en la del baxo. Ninguna carta lo pinta ni los pilotos de aquel mar han tenido noticia de él, que es lo que mas estrañé haciendo por allí tan repetidos viages; por tanto, su advertencia podrá servir para navegar aquel transito con algun mas cuidado en adelante. 487 Los vientos generales que se experimentan desde las islas de Juan Fernandez acia adentro no tienen diferencia de los que reynan en el golfo y quedan yá explicados, pero sí las corrientes porque en este espacio llevan su curso para el noroeste, y este es tanto mas per-ceptible quanto se está mas proximos á la costa.
Desde la isla de la Tierra de Juan Fernandez para el oriente, esto es, acia la costa el agua tiene un color verdoso como quebrado notado el occidente, azul de golfo; esto mismo he notado varias veces, aun estando apartado fuera de la vista de las islas, como tambien que por su meridiano se cambia el color del agua. Estando de las islas para adentro, se ven frequentemente los penachos que levantan los bufidos de las ballenas, de modo que en ocasiones suelen engañar persuadiendo que son baxos. 488 Quando se dista de 20 á 20 leguas de la costa, se empiezan á observar vandadas de chorlitos que llegan hasta esta distancia sin passar de ella; son medianos en el tamaño; blanca, la mayor parte de su pluma; y, en parages como el buche y parte superior de las alas, rosada; la cabeza, proporcionada; el pico, muy largo, delgado y corbo, no mas gruesso en su nacimiento que en la punta; su giro le hacen continuamente en vandadas grandes y con facilidad se conocen. 489 Son generalmente todas las costas del mar desde Guayaquil en adelante dificultosas de ser reconocidas á menos de lograr para ello la coyuntura del verano porque, tanto en el ibierno como en su salida ó entrada, continuamente están cubiertas de espesissima niebla, tal que á quarto de legua de distancia no se vé otra cosa que nubes; y alargándose á la mar hasta 15 ó 20 leguas y muchas veces mas, conservan en esta distancia la misma densidad pero sucede que, todo lo que dura la noche y hasta cosa de las 10 ó 11 del dia, la niebla está pegada contra la tierra; á esta hora, se retira acia el mar formando una muralla que sirve de estorvo á la vista del que está de la otra parte de ella, y no puede descubrirla ni arriesgarse á buscarla, no sabiendo si la encontrará clara ó no.
490 Toda esta niebla, que es el efecto del ibierno, parece que en las costas de Chile la ocasionan los vientos nortes porque, siempre que sopla, se densifica mas si es poca la que hay; y si está limpia la athmosphera, la llena de estos vapores con tanta brevedad que lo mismo es empezar el viento que obscurecerse toda ella, y no se disminuye hasta que los vientos sures se entablan y soplan constantes y, con vigor, dos ó tres dias. Pero como en el ibierno regularmente son interrumpidos de nortes, oestes y sudoestes, es dificil que totalmente las deshagan, y assi es regla comun en aquel mar y frasse expressiva de sus prácticas que los vientos nortes son sucios por la cantidad de vapores que acarrean, y los sures, limpios porque, quitándolos de las costas y tierras, las aclaran totalmente. Tengo sentado primero que estas nieblas son efecto del ibierno porque en todos aquellos parages desde los 20 grados hasta la equinocial, donde nunca se ven nortes, no son menos comunes; y como yá queda dicho en la descripcion de Lima, capitulo sexto del libro primero, todo el tiempo que el ibierno dura, se vive allí embueltos en una nube, y en la misma lo están perpetuamente aquellas costas. 491 Concluyo este capitulo con la tabla de las variaciones de la aguja que se observan en la derrota desde el Callao á la Concepcion, y es la que sigue, segun las observaciones hechas en mi segundo viage en la fragata la Deliberanza. 492 En el mismo viage, hallandose embarcado Don Jorge Juan en la fragata Lis, también francesa, y que junta con la Deliberanza salió del Callao, observó las siguientes.
La sensible diferencia que hay entre unas y otras variaciones es nacida de las diferentes agujas con que se observaron, y la sazon de ello queda yá notado en otra parte. 493 La diferencia de meridianos entre la plaza del Callao y la Concepcion, concluida por la serie de las observaciones que hicimos en Lima y por las que el padre Fevilleé executó en esta, es de 3 grados 58 minutos, de cuya cantidad está la Concepcion al oriente del Callao; esto no obstante, las cartas de aquel país se suponen de 8 á 9 grados mas oriental, error nacido de que aquellos pilotos no hacen juicio ni ponen cuidado en averiguar acia qué parte van las corrientes; y como estas llevan á las embarcaciones para el sudoeste, luego que ellos han salido lo suficiente del bordo de la mar, empiezan á desandar lo que se apartaron de la costa; pero estandolo en realidad mucho mas de lo que se consideran por la derrota, necessitan después hacer á proporcion el camino para el este; con que, precisamente han de hallar mas oriental aquel puerto de la misma cantidad; y siendo unas veces las corrientes mas violentas que otras, nace de aqui que algunos pilotos quieran hacer mayor su diferencia de meridianos que otros y que sean raros los que acierten con el punto, aunque se valgan de la carta, en quien tienen mas confianza, porque todas están construidas sobre la vana seguridad de unas derrotas mal reducidas, en las quales ha faltado la atencion á el curso de las aguas y no se ha empleado la necessaria correccion que es tan indispensable y en que la diferencia en latitud dexa assegurada sin la menor duda la realidad de las corrientes y el que sean tan sensibles, como yá tengo advertido.
494 Hallabase fondeada en el puerto de Talcaguano desde el dia 26 de enero la fragata de guerra la Esperanza, que mandaba el capitan de navio Don Pedro de Mendinueta, la qual en 66 dias havia concluido su viage desde el puerto de Monte-Video, en el rio Buenos Ayres, por el cabo de Hornos; y con motivo de nuestra llegada á Puerto Tomé, passó á bordo del Belén un oficial la misma noche que fondeamos en él. En el siguiente, dia 6 de febrero, entraron las dos nuestras en Talcaguano y quedaron unidas con aquella y subordinadas á la orden del mismo Don Pedro de Mendinueta, segun lo disponia el virrey, que con anticipacion havia tenido aviso de hallarse la Esperanza pronta en Monte Video para passar en aquel verano al mar del sur como, assimismo, el gefe de esquadra, Don Joseph Pizarro, para hacerlo por tierra con otros oficiales á Santiago de Chile, y yá al tiempo de nuestra llegada se havia tenido la noticia de la suya á aquella ciudad.
465 La isla de Tierra, que dista en latitud del cabo de Hornos como 440 leguas maritimas, tendrá en su mayor largo, que es del este al oeste, 3 á 4 leguas; y aunque en la mayor parte es tierra alta, hace algunas llanuras que forman las pendientes de los mismos cerros. En sus cañadas, hay mucho monte y arboledas de maderas muy buenas, entre las quales se encuentran arboles de pimienta semejante á la de Chiapa en Nueva España. En los llanos y colinas crece mucho una paja parecida á la de avena, tanto que si entre una y otra hay alguna diferencia que haga distintas las especies es muy poca, y crece tanto que sobrepuja en altura con mucho á la de un hombre. El agua que en distintos arroyos corre desde las eminencias de esta isla hasta el mar es muy delgada y medicinal, deshace las indigestiones con facilidad y incita mucho el apetito. Los animales terrestres que se encuentran en ella son perros de varias castas, siendo la mayor porcion agalgados, y muchas cabras, tan dificiles de poderse cazar estas que casi se hace impossible el conseguirlo porque, siendo lo mas de la isla peñasquería peynada y escarpada acia la mar, donde otro animal que ellas no pudiera mantenerse, son estos los sitios en donde andan mas regularmente y donde con mas frequencia se dexan ver; los perros tuvieron allí su origen de haverlos puesto no muchos años ha de orden de los presidentes de Chile y virreyes del Perú, con el fin de exterminar las cabras y de que los navios pyratas ó de enemigos no hallassen este recurso para refrescarse y hacer su provision, pero no surtió la idea el efecto que se deseaba porque el arrojo de los perros no es tal que se atreva á perseguirlas en los parages tan peligrosos, donde ellas están de continuo saltando de unas peñas á otras con extrema ligereza, siendo esta causa para que no puedan servir de provecho á los navios que lleguen á aquella isla quando no es facil haver sino es tal ó qual por alguna particularidad.
466 Las aves se encuentran allí muy raras; y aunque en el suelo se registran varias plumas blancas y armazones enteras de algunas que parece haver sido comidas de los perros, no se ven volar de este color, y solo sí una ú otra con la pluma toda negra; es muy dable que en el ibierno se recojan en aquellas islas las que en el verano no parecen por apartarse de ellas á otros parages. 467 El territorio de esta isla se compone de montañas de mas que mediana altura, y sus faldas correspondientes acia la parte del norte son las que están pobladas de arboledas, cuyas maderas, como yá se advirtió, son propias para muchos usos; las que corren á la parte del sur no tienen arboles sino es en las quebradas que forman las colinas de los cerros, y es, sin duda, porque la fuerza de los vientos sures continuos no los dexa crecer, pero sí la avena ó paja semejante á ella, con la qual se cubren todos viciosamente. Entre los arboles, no hay ningunos de los frutales que son regulares en otros parages de la America. El temperamento de la isla es frio, contribuyendo á ella la altura de polo en que está y los vientos; assi, aun en el verano no se experimentan calores. 468 Tiene la isla en todo su circuito tres puertos, de los quales, el uno que es el mas occidental, y el otro, que cae al oriente, solo son practicables para embarcaciones pequeñas por ser reducidos; y el que pueden frequentar las grandes corresponde en medio de los dos á la parte del norte con alguna pequeña inclinacion acia el nordeste de toda la isla.
Este, que legitimamente se llama de Juan Fernandez, consiste en una ensenada que forma la costa, abierta á los vientos del norte y de el nordeste, de donde nace que en ibierno no sea practicable y aun en verano solo puede serlo con bastante peligro por la mucha agua que hay en todo él, pues á la distancia de cable y medio ó dos de tierra se encuentran 50 brazas, y poco mas apartados de ella es mayor. A esto se agrega la mala calidad del fondo, que, siendo de arena y lama pegajosa mezclada con conchuela y cascajo, está sembrado de mucaras, con las quales y el cascajo padecen muchos los cables y no tienen seguridad los navios. Además de este inconveniente, hay el de las ráfagas continuas de viento que causan los sures y son tan violentas que levantan el agua del mar; el de las corrientes, tambien muy fuertes dentro del puerto, donde hacen varias rebesas; y, ultimamente, el de la brabeza de las playas, donde nunca se puede llegar sin peligro por la fuerte resaca que hay en ellas. Assi, solo entran en este puerto las embarcaciones de pyratas ó enemigos que passan á aquellos mares por ser el unico refugio que se puede encontrar en ellos, aventurandose á los peligros que en él les amenazan por la necessidad extrema de reponer la aguada, hacer leña y refrescar las tripulaciones con la abundancia de pescado que hay allí. 469 Estas embarcaciones estrañas, que con el fin de repararse de la navegacion tan dilatada y penosa de cabo de Hornos toman el puerto de Juan Fernandez para assegurarse en algun modo contra los peligros que quedan referidos, entran hasta lo mas interior de él y, poniendo en tierra una amarra en la playa que corresponde acia la parte del sudoeste, dexan en el agua la otra, pero ni esta diligencia es bastante para evadirse del peligro, como lo acreditan los fragmentos de tres que todavia existen en las playas, de los quales los dos son antiguos, y el otro, no tanto.
470 La isla de afuera de Juan Fernandez es toda muy alta y tan escarpada y escabrosa que no tiene parage comodo para desembarcar; y no haviendo puerto alguno, no llegan á ella ni las embarcaciones enemigas ni las propias de aquellos reynos. 471 Las playas y peñas del mar en esta isla de Tierra de que se vá tratando están por todas partes llenas de lobos marinos en tanta abundancia que no dexan lugar para poder andar ni transcender por entre ellos. Tres son las mas distinguidas castas que se observan; la una, pequeña, cuya extension será como de una vara de largo, y el color de todo el pelo, musco obscuro; la segunda tendrá como una tuessa y media de largo, esto es, tres varas y media con corta diferencia, y su pelo es pardo; la tercera y ultima, como dos tuessas de largo, que es poco mas de quatro varas y media, su pelo ceniciento, algo tirando á blanquizco. La cabeza de estos animales es pequeña respeto de lo restante de su cuerpo, algo puntiaguda y parecida á la de los lobos terrestres; la boca, proporcionada á la cabeza; y en esta, la lengua, gruessa y casi redonda, las quixadas, guarnecidas con una andana de colmillos todo al rededor, grandes, fuertes y agudos, de los quales las dos tercias partes están embutidos en las alveolas, ellas; una, que es lo mas duro y macizo, fuera de ellas; á los lados de la boca, tienen unas barbas que se apartan con semejanza á las de los tigres ó gatos; los ojos son muy pequeños; y las orejas, tanto que apenas tienen desde su raiz hasta la extremidad como 6 á 8 lineas de largo y lo correspondiente de ancho; las narices, tambien pequeñas, y solo en ellas es donde no tiene pelo sino un cutis glanduloso, como el que cubre las de los perros; tiene este animal dos aletas, como todos los pescados, que les sirven en el agua para nadar y para andar en tierra.
La cola, de naturaleza igualmente cartilaginosa, es grande á proporcion del cuerpo y gruessa mucho mas que en los pescados; la positura de esta es horizontalmente, de modo que, doblando el espinazo por el extremo posterior ó ultima vertebra, donde tiene articulacion mas sensible que en las demás, hace con ella los dos pies, con los quales acompaña á las manos ó aletas para andar sin arrastrar el cuerpo; tanto en las aletas como en cada loba de la cola tiene la señal de dedos y cinco en cada una, los quales son formados de unos menudos huessos ó cartilagos duros que están embebidos en las membranas callosas que cubren las aletas y cola; estos dedos se apartan unos de otros entre sí ocupando todo lo ancho de la aleta, que es lo que les sirve de planta para sentar en el suelo, y terminan con una uña correspondiente á ellos, la qual tiene como dos lineas de largo y media de ancho. 472 Las articulaciones mas sensibles que tiene en las aletas son dos, la una, en su union con el omoplato, donde hace como hombro, y la otra, al fin de la misma aleta, donde tienen su nacimiento los dedos; lo mismo sucede en la cola, y por este medio se maneja en tierra pues, aunque no con la agilidad que los animales quadrupedos, trepa á unos peñascos tan altos y escarpados que parece impossible el que los pueda superar, respeto de serlo assi para los hombres, y baxa con la misma facilidad sin que les sirva de embarazo la mucha corpulencia, siendo tanta que por el parage de las aletas tendrán de diametro los de la casta mayor quatro pies, esto es, vara y media á corta diferencia, y los de las otras, á su correspondencia.
473 Las partes naturales de estos animales están en el extremo inferior del vientre; y quando quieren juntarse, se sientan sobre la cola y, puestos macho y hembra frente uno de otro, se abrazan con las aletas, que entonces les sirven de manos. La hembra pare y cria con leche sus hijos como los animales terrestres, pero nunca mas de uno ó dos en cada parto. 474 Los blanquizcos, que como queda dicho son los mayores, los llaman algunos leones marinos y, en aquel mar, lobos de aceyte por parecer siempre que se mueven á una odre llena de él, segun el tembleado que hace la mucha grassa ó manteca de que se compone su monstruoso cuerpo; y aunque de todos se saca aceyte, son estos mucho mas propios para ello por no constar de otra cosa. Una particularidad bien rara observé en ellos y fue que, haviendo sido herido por cierto marinero uno de estos, luego al punto se arrojó al agua; y no bien la havia teñido con su sangre quando acudieron sobre él todos los de las otras dos especies y, formado un numeroso hormiguero, se lo comieron en medio quarto de hora, lo que no sucedia con los demás, pues igualmente se echaban al agua assi que estaban heridos, y nunca acudian otros á comerlos ni se movian al ver la sangre. Son dañosos quando pueden alcanzar á morder porque, en haciendo presa, nunca largan, pero, torpes y pesados, y no pueden boltear mucho la cabeza; no les inquietaba la gente, y era menester andar á palos con ellos para apartarlos y hacerse passo. Los pequeños tienen un ahullido que se assimila mucho al valido de las ovejas, tanto que, ni viendose, se equivocan; y es tan continuo el ruido que forman entre todos que no se puede soportar.
Los perros se mantienen con ellos y los desuellan despues de haverlos muerto con grande agilidad; lo primero que hacen para matarlos es degollarlos á bocados y luego van cortándoles el pellejo todo al rededor del pescuezo; assi que han concluido, los agarran de la cabeza y, metiendo las manos por entre el cuero y la carne, se lo van despegando hasta que totalmente lo está y lo pueden sacar de él. 475 Han dado los maritimos á los de la mayor especie el nombre de leones marinos porque, á distincion de los otros, hace á modo de crin el pelo de su cuello, bien que en su largo es corta la diferencia que hay de él á el que les cubre lo restante del cuerpo; pero siendo la estructura mas semejante á la de los lobos y en todo parecida á la de las otras especies, les puede convenir mejor el nombre de estos que el de aquellos. 476 Todas estas especies de lobos son tan sensibles en la extremidad de la nariz que el efecto que no hacen en su cuerpo muchas heridas se consigue con un ligero golpe que se les dé en esta parte, y esto solo es lo suficiente para que queden muertos. Assi, todo lo que ellos guardan y defienden de qualquier insulto es el hozico ó punta de la nariz, conociendo que en él tienen todo su peligro. 477 En los perros de aquella isla se notó tambien la particularidad de que nunca se les oyó ladrar; y aunque se cogieron algunos y se llevaron á bordo, no lo hicieron hasta que, juntos con otros domesticos, empezaron á imitarlos, pero por un termino impropio y como que aprendian á hacer lo que los otros, siendo estraño en ellos.
478 Son las islas de Juan Fernandez abundantissimas de pescados, y, entre sus muchas y varias especies, se crian dos, de que no se tiene noticia las haya en otra parte de todo aquel mar del sur; la una es el bacallao, el qual, aunque no es con toda precision como el de Terranova, se diferencia muy poco de él tanto en su estructura como en el color exterior y gusto, siendo la pequeñez de la escamilla que cubre su pellejo la misma; los hay de todos tamaños, y los mayores son de 3 á 4 pies de largo, esto es, de vara y media con corta diferencia. 479 La otra es un pescado parecido á el tollo en la hechura aunque su carne, mucho mas delicada; de cada una de las dos aletas que tiene sobre el lomo y por la parte anterior de ellas desde su raiz le sale un espolón algo corvo y en figura triangular, aunque redondo por el lomo, el qual termina en punta; es muy lustroso y tan duro como un huesso; interiormente, en todo lo que hace la raiz, se compone de una substancia algo mole y esponjosa; esta espina, huesso ó espolón, que todo lo parece, sirve de eficacissimo remedio contra el dolor de muelas, tal que metiendo la punta en la boca y arrimandola á la muela, á cosa de media hora lo quita totalmente. Un francés que yo llevaba de piloto me dió noticia de esta particular virtud; y no queriendo persuadirme á ello sin hacer la experiencia y examinarlo, lo practiqué allí distintas veces con los que padecian esta incomodidad, y en todas ellas surtió efecto la virtud; despues, la advertí á otras personas, y experimentaron lo mismo con la especialidad de que, á poco rato de aplicado, les empezaban á adormecer la parte afecta y suscitar sueño, logrando despertar yá buenos.
Yo, en esto, hice el reparo de que aquella esponjosa materia que ocupaba el espacio de la raiz se iba hinchando poco á poco y se ablandaba algo mas de lo regular, lo que no se puede atribuir unicamente á la humedad de la boca porque la parte que puede entrar en ella es maciza, dura y tan tersa como el marfil; assi, infiero que tenga alguna virtud atractiva para aquel humor que causa la molestia, y, recibiendolo en sí poco á poco, lo comunica á la materia que se encierra en su raiz. El largo regular de estas espinas es de dos pulgadas y media, y lo que entra en la carne del animal, que es puramente raiz, como media, quedando afuera las dos pulgadas; su gruesso, por donde mas, es de quatro lineas en cada una de sus tres faces. Este pescado no abunda menos allí que el de las otras especies. 480 Es, pues, tanta la abundancia del pescado que hay en las costas de aquellas islas que con dos horas de pesca por la mañana y otras tantas por la tarde, y solos seis ú ocho aparejos para hacerla, se cogia lo bastante para el consumo de toda la tripulacion y quedaba mucho para salar. Las principales especies son bacallao, berrugates, los que daban las espinas, lenguados, rodaballos, jureles, langostas y otras varias especies del menudo en tanta cantidad que al rededor de los navios no se veía otra cosa sobrenadando, lo que es tanto mas de admirar quanto la innumerable multitud de lobos no se mantiene de otra cosa, y assi, aunque en aquellas islas no haya pesquería que lo consume, equivale á ella la que continuamente hacen estos animales.
481 A la cantidad se agrega el sabroso y delicado gusto de todos pues, á competencia unos de otros, no sería facil determinar á qual se le deberia dar la primacía. Las langostas suelen tener media vara de largo y se pescan con tanta ó mas facilidad que los otros; son muy gustosas aunque algo recia la carne. El berrugate es tambien pescado grande y de escama, y todos, exquisitos. 482 Hasta el día 22 de enero nos mantuvimos al ancla en aquella isla, reconociendola toda y registrando los parages en que havian tenido sus rancherías los ingleses para ver si se encontraba alguna señal oculta que huviessen dexado de prevencion á los que entrassen despues fuera de la que un navio marchante embiado por el presidente de Chile con este fin algunos meses antes de nuestra llegada havia hallado, y consistía en dos botellas con un papel escrito en cifra dentro de cada una; pero no descubriendose otra mas que las estacadas de las rancherías, puentecillos que havian fabricado de madera para passar las quebradas y otros vestigios de esta especie, reemplazada la agua á las fragatas y hecha la leña necessaria, nos hicimos á la vela á las 3 de la tarde y nos pussimos en derrota para la isla de Santa Maria, á la qual llegamos el dia 5 de febrero; practicóse al passo la diligencia de reconocerla por todas partes, y, continuando despues el viage, dimos fondo el mismo dia á las 7 y media de la noche en Puerto Tomé, que está en la costa oriental de la bahía de la Concepcion.
483 La derrota que se hizo desde la isla de Juan Fernandez fue primeramente una singladura al este quarta al sudeste, y, de bordo el dia 23 y continuó governando desde el oes sudoeste hasta el sur sudoeste; pero el dia 27, estando yá en 35 grados 33 minutos y medio de latitud y al occidente del meridiano de la isla de afuera de Juan Fernandez 1 grado, donde se empezaba á reconocer que los vientos se llamaban del sur acia el sudoeste, se cambió de derrota y governó desde el este al es sudeste hasta el dia 31, que nos hallabamos en 36 grados 23 minutos de latitud y como de 15 á 20 leguas al noroeste del puerto de la Concepcion. Lo cerrado de la neblina, en que desde el dia antecedente haviamos entrado, era tal que las dos fragatas no se podian percebir de una á otra; tal vez se descubrian las grimpolas, y se reconocia no distar mas entre sí que medio tiro de cañon sin verse los cascos ni arboladura; esto y el estar algo á sotavento del puerto obligó á que nos volviessemos á poner del bordo de afuera y á que permaneciessemos sobre la costa sin poder acercarnos á ella hasta el dia 5, que se dissipó á las 9 y media de la mañana, y demoraba entonces la punta del Carnero al sursueste como 10 á 12 leguas de distancia y la medianía de la isla de Santa Marta al nordeste quarta al norte; hizose fuerza de vela en demanda de esta ultima, y á las 11 del dia se atravesaron las fragatas demorando la punta de Rumena al sur quarta al sudeste como quatro leguas de distancia; la punta de Lavapies, al este quarta al nordeste dos leguas de distancia; á quatro leguas, la punta del Sur de la isla de Santa Maria, demorando al nordeste; la del Norte, al nornoreste; y un mogote, que parece por fuera de esta, al norte quarta al nordeste.
En este parage, se echaron al agua las lanchas de las dos fragatas y se embiaron á que, passando por entre la isla y la tierra firme, la reconocieran toda y que, de allí, continuassen á encontrarnos en la bahía de la Concepcion; y puestas á la vela las fragatas á las 12 del dia con viento fresco por el sur sueste, llegaron á dar fondo en dicha bahía. 484 Don Jorge Juan concluyó por su derrota que la isla de Santa Maria cuya latitud es de 37 grados 3 minutos, está mas oriental que la de afuera de Juan Fernandez 7 grados y 10 minutos; por mi derrota, la encontré de 6 grados 56 minutos; con que, la diferencia de una á otra es de 14 minutos. 485 Por la parte del noroeste de esta isla y distante de ella como legua y media, hay un mogote alto y escarpado, y en las inmediaciones de su pie lo rodean varios peñascos, en quienes hace rebentazon la mar; y otra legua y media mas afuera de este y tambien acia el noroeste, hay un baxo, que, aunque no se vio rebentar en esta vez, se le hizo resguardo, y en mi segundo viage el año de 1744 lo reconocí distintamente porque, á mas de estar baxa la mar, havia entonces algun poco de marejada, y no solo se veía la rebentazon sino tambien la peña á flor del agua quando la lavaba el mar. Los pilotos del país asseguran que entre este baxo y el mogote hay buen passo, yendo por la medianía de los dos ó á medio fredo, que es el propio termino nautico, en cuyo canal dicen que se encuentran de 50 á 60 brazas de agua.
486 En el mismo segundo viage que llevo citado, hallandome embarcado en la fragata francesa la Deliberanza y estando esta en 36 grados 54 minutos de latitud por observacion del sol y 2 grados 24 minutos al occidente de la isla de Santa Marta, como media hora despues de haver observado, nos hallamos impensadamente en un manchon de agua amarilla y rebotada, tal que nos dió á todos gran susto y nos obligó á dexar la mesa donde estabamos comiendo y subir al alcazar llenos de turbacion, á tiempo que yá no lo era de hacer maniobra alguna por estar la fragata en el centro de todo él; corria este, que al parecer era banco, de norte á sur cerca de dos leguas y de este á oeste cosa de 600 á 800 tuessas; tan amarillo era el color del agua que, despues de haverlo passado y navegado larga distancia, se distinguia sensiblemente; no se pudo sondar por no haver estado pronta la sondaleza y, temiendo que evidentemente fuesse baxo, como lo daba á entender, y que por algunas partes tuviesse menos agua, no se pensó en atravesar la fragata para aprontarla; havia parages donde el agua estaba mas amarilla, como que por aquellos havia menos fondo, y otros donde el agua de golfo ó verdosa hacía entrada en la del baxo. Ninguna carta lo pinta ni los pilotos de aquel mar han tenido noticia de él, que es lo que mas estrañé haciendo por allí tan repetidos viages; por tanto, su advertencia podrá servir para navegar aquel transito con algun mas cuidado en adelante. 487 Los vientos generales que se experimentan desde las islas de Juan Fernandez acia adentro no tienen diferencia de los que reynan en el golfo y quedan yá explicados, pero sí las corrientes porque en este espacio llevan su curso para el noroeste, y este es tanto mas per-ceptible quanto se está mas proximos á la costa.
Desde la isla de la Tierra de Juan Fernandez para el oriente, esto es, acia la costa el agua tiene un color verdoso como quebrado notado el occidente, azul de golfo; esto mismo he notado varias veces, aun estando apartado fuera de la vista de las islas, como tambien que por su meridiano se cambia el color del agua. Estando de las islas para adentro, se ven frequentemente los penachos que levantan los bufidos de las ballenas, de modo que en ocasiones suelen engañar persuadiendo que son baxos. 488 Quando se dista de 20 á 20 leguas de la costa, se empiezan á observar vandadas de chorlitos que llegan hasta esta distancia sin passar de ella; son medianos en el tamaño; blanca, la mayor parte de su pluma; y, en parages como el buche y parte superior de las alas, rosada; la cabeza, proporcionada; el pico, muy largo, delgado y corbo, no mas gruesso en su nacimiento que en la punta; su giro le hacen continuamente en vandadas grandes y con facilidad se conocen. 489 Son generalmente todas las costas del mar desde Guayaquil en adelante dificultosas de ser reconocidas á menos de lograr para ello la coyuntura del verano porque, tanto en el ibierno como en su salida ó entrada, continuamente están cubiertas de espesissima niebla, tal que á quarto de legua de distancia no se vé otra cosa que nubes; y alargándose á la mar hasta 15 ó 20 leguas y muchas veces mas, conservan en esta distancia la misma densidad pero sucede que, todo lo que dura la noche y hasta cosa de las 10 ó 11 del dia, la niebla está pegada contra la tierra; á esta hora, se retira acia el mar formando una muralla que sirve de estorvo á la vista del que está de la otra parte de ella, y no puede descubrirla ni arriesgarse á buscarla, no sabiendo si la encontrará clara ó no.
490 Toda esta niebla, que es el efecto del ibierno, parece que en las costas de Chile la ocasionan los vientos nortes porque, siempre que sopla, se densifica mas si es poca la que hay; y si está limpia la athmosphera, la llena de estos vapores con tanta brevedad que lo mismo es empezar el viento que obscurecerse toda ella, y no se disminuye hasta que los vientos sures se entablan y soplan constantes y, con vigor, dos ó tres dias. Pero como en el ibierno regularmente son interrumpidos de nortes, oestes y sudoestes, es dificil que totalmente las deshagan, y assi es regla comun en aquel mar y frasse expressiva de sus prácticas que los vientos nortes son sucios por la cantidad de vapores que acarrean, y los sures, limpios porque, quitándolos de las costas y tierras, las aclaran totalmente. Tengo sentado primero que estas nieblas son efecto del ibierno porque en todos aquellos parages desde los 20 grados hasta la equinocial, donde nunca se ven nortes, no son menos comunes; y como yá queda dicho en la descripcion de Lima, capitulo sexto del libro primero, todo el tiempo que el ibierno dura, se vive allí embueltos en una nube, y en la misma lo están perpetuamente aquellas costas. 491 Concluyo este capitulo con la tabla de las variaciones de la aguja que se observan en la derrota desde el Callao á la Concepcion, y es la que sigue, segun las observaciones hechas en mi segundo viage en la fragata la Deliberanza. 492 En el mismo viage, hallandose embarcado Don Jorge Juan en la fragata Lis, también francesa, y que junta con la Deliberanza salió del Callao, observó las siguientes.
La sensible diferencia que hay entre unas y otras variaciones es nacida de las diferentes agujas con que se observaron, y la sazon de ello queda yá notado en otra parte. 493 La diferencia de meridianos entre la plaza del Callao y la Concepcion, concluida por la serie de las observaciones que hicimos en Lima y por las que el padre Fevilleé executó en esta, es de 3 grados 58 minutos, de cuya cantidad está la Concepcion al oriente del Callao; esto no obstante, las cartas de aquel país se suponen de 8 á 9 grados mas oriental, error nacido de que aquellos pilotos no hacen juicio ni ponen cuidado en averiguar acia qué parte van las corrientes; y como estas llevan á las embarcaciones para el sudoeste, luego que ellos han salido lo suficiente del bordo de la mar, empiezan á desandar lo que se apartaron de la costa; pero estandolo en realidad mucho mas de lo que se consideran por la derrota, necessitan después hacer á proporcion el camino para el este; con que, precisamente han de hallar mas oriental aquel puerto de la misma cantidad; y siendo unas veces las corrientes mas violentas que otras, nace de aqui que algunos pilotos quieran hacer mayor su diferencia de meridianos que otros y que sean raros los que acierten con el punto, aunque se valgan de la carta, en quien tienen mas confianza, porque todas están construidas sobre la vana seguridad de unas derrotas mal reducidas, en las quales ha faltado la atencion á el curso de las aguas y no se ha empleado la necessaria correccion que es tan indispensable y en que la diferencia en latitud dexa assegurada sin la menor duda la realidad de las corrientes y el que sean tan sensibles, como yá tengo advertido.
494 Hallabase fondeada en el puerto de Talcaguano desde el dia 26 de enero la fragata de guerra la Esperanza, que mandaba el capitan de navio Don Pedro de Mendinueta, la qual en 66 dias havia concluido su viage desde el puerto de Monte-Video, en el rio Buenos Ayres, por el cabo de Hornos; y con motivo de nuestra llegada á Puerto Tomé, passó á bordo del Belén un oficial la misma noche que fondeamos en él. En el siguiente, dia 6 de febrero, entraron las dos nuestras en Talcaguano y quedaron unidas con aquella y subordinadas á la orden del mismo Don Pedro de Mendinueta, segun lo disponia el virrey, que con anticipacion havia tenido aviso de hallarse la Esperanza pronta en Monte Video para passar en aquel verano al mar del sur como, assimismo, el gefe de esquadra, Don Joseph Pizarro, para hacerlo por tierra con otros oficiales á Santiago de Chile, y yá al tiempo de nuestra llegada se havia tenido la noticia de la suya á aquella ciudad.