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Datos principales
Desarrollo
CAPITULO IV Mantenimiento de Panamá y otras noticias particulares 275 La misma falta de abastos que tiene aquella ciudad contribuye á que sus mantenimientos sean mas notables, y puede decirse verdaderamente que vive de comercio, pues, quanto en ella se consume, le ha de venir de fuera. Para lo qual, no cessan las embarcaciones del Perú en su tráfico ni los barcos de la costa en transportar continuamente lo que produce la misma provincia de Panamá, en las poblaciones de su jurisdiccion y la de Varaguas; con que, goza abundante el pan de trigo, el maiz, carnes y aves. Y, ó yá por esta razon de los mejores alimentos ó yá por la disposicion del clima ó por otra causa oculta á mi diligencia, no son los colores de los de esta ciudad tan macilentos y pálidos como los de Cartagena ó Portobelo. 276 Acostumbran allí comer frequentemente un animal llamado iguana; es amphibio porque indiferentemente anda por tierra como en agua. Su figura es como la de una lagartija pero, mayor en el tamaño, pues lo regular es tener una vara poco mas de largo, aunque tambien hay algunas de mas y otras no tan grandes. El color es amarillo verdoso, mas encendido por la barriga que por el lomo y parte superior, donde se inclina mas el verdoso. Tiene quatro pies como lagartija, y sus dedos, que son mucho mas largos á proporcion, están unidos con una membrana suelta que, además de cubrirlos, forma la misma figura que en los patos, con la diferencia de que las uñas en que se terminan todos los dedos son mucho mas largas y sobresalen de la membrana enteramente.
El pellejo lo tiene cubierto de una menuda escama pegada ó unida contra él que lo hace duro y áspero, y desde lo mas elevado de la cabeza casi hasta el nacimiento de la cola, en que las regulares tienen de largo como media vara, vá siguiendo una fila de escama verticalmente, largas como 3 ó 4 lineas y anchas de una y media á dos, separadas entre sí y formando la figura de una assierra, pero desde el fin del cuello hasta el extremo inmediato de la cola se van minorando sensiblemente de conformidad que ya en este parque apenas se perciben. La barriga es desproporcionada al cuerpo por lo grande, y la boca, guarnecida de dientes, separados entre sí y terminados en agudas puntas. Anda sobre el agua sin sumergirse en ella el cuerpo mas que aquellas membranas, las quales le sostienen, y corre sobre ella con tanta velocidad que se desaparece de la vista, pero en tierra, aunque no es torpe, no tiene tanta ligereza. Quando están preñadas, les crece la barriga con excesso, y suelen encerrar en ella sesenta ó mas huevos, cada uno como los pequeños de paloma, y estos son de gran regalo para los naturales, no solo de Panamá pero aun de otras partes donde las hay; estos se hallan todos envueltos en una delgada membrana larga y formando como una sarta. Degollado este animal, la carne queda summamente blanca, la qual aderezan y comen igualmente; yo he probado de ella y de los huevos pero estos son pegajosos en la boca, y á mi paladar, de malissimo gusto; su color, despues de cocidos, es como el de las yemas de los huevos de gallina; la carne, algo mejor, aunque dulce, con un olorcillo fastidioso; quieren decir que se assemeja á la de los pollos, pero yo no he encontrado entre los dos alguna conformidad.
El paladar de aquellas gentes, acostumbradas á verlas y olvidadas del horror natural que causan las lagartijas, halla su recreo en tal manjar que no encuentra tan fácilmente el nuestro. 277 Muy validas están allí dos particularidades que se atribuyen á la naturaleza, una en la planta que llaman yerva del gallo y otra en la culebra que nombran de dos cabezas, las que advertiré aqui de passo. 278 Es cosa muy comun en aquella ciudad que en sus campos se cria una culebra, la qual tiene en cada extremo una cabeza y que igualmente ofende con entrambas, cuya picada no es menos venenosa y activa que la de la coral ó cascabel. No hemos visto ninguna de esta especie mientras estuvimos allí, aunque lo solicitamos; pero, segun la noticia que nos dieron de ella, es su largo ordinario como de media vara, redonda y toda semejante á la figura de una lombriz de tierra, de seis á ocho lineas de diametro, y las cabezas, distintas de las de otras culebras porque son formadas de la misma prolongacion del cuerpo; es muy factible que, no teniendo mas que una y siendo de esta estructura, sea muy semejante á la cola y que por esta razon hayan juzgado que tienen dos, y ofenden igualmente con una y otra. Es lenta en el moverse, y su color, pardo con algunos visos amortiguados. 279 De la yerva que llaman del pollo ó del gallo, ponderan tanto la virtud que asseguran que, cortándole la cabeza á uno de estos animales, con tal que no se le corte la articulacion de las vertebras, y aplicándole esta yerva inmediatamente, vuelve á quedar del todo sano.
Aunque se quisiera dar á esta curacion alguna comoda salida, no se puede dexar de jugar por ella misma que es pura vulgaridad, y, si la inserto aqui, es solo para que los que tienen noticia de ella no la crean ignorada; mientras estuvimos allí, la solicitamos haber con toda instancia por medio de los mismos que nos deben el anuncio de su particularidad, pero no se pudo conseguir, siendo assi, que despues me han dicho personas avecindadas en Panamá ser muy comun, lo que prueba que no tiene tal virtud, pues, siendolo, era regular que no se escasseasse para practicar la experiencia; es muy dable que tenga la propriedad de contener la erupcion de sangre en una herida, en que no está cortado alguno de los principales vasos sanguinarios, pero que vuelva á unirlos, despues de cortados é igualmente los nervios y tendones que han sido separados enteramente, qualquiera persona que lo juzgare con conocimiento lo repugnará á la primera vista. Y si tuviera tal efecto en los pollos, no sería irregular se estendiesse á toda suerte de animales, y, participando los hombres de tanto beneficio, sería la alhaja de mas estimacion para todos los que andan en la guerra una ó dos onzas de esta nueva vida con que curarse de las heridas mortales.
El pellejo lo tiene cubierto de una menuda escama pegada ó unida contra él que lo hace duro y áspero, y desde lo mas elevado de la cabeza casi hasta el nacimiento de la cola, en que las regulares tienen de largo como media vara, vá siguiendo una fila de escama verticalmente, largas como 3 ó 4 lineas y anchas de una y media á dos, separadas entre sí y formando la figura de una assierra, pero desde el fin del cuello hasta el extremo inmediato de la cola se van minorando sensiblemente de conformidad que ya en este parque apenas se perciben. La barriga es desproporcionada al cuerpo por lo grande, y la boca, guarnecida de dientes, separados entre sí y terminados en agudas puntas. Anda sobre el agua sin sumergirse en ella el cuerpo mas que aquellas membranas, las quales le sostienen, y corre sobre ella con tanta velocidad que se desaparece de la vista, pero en tierra, aunque no es torpe, no tiene tanta ligereza. Quando están preñadas, les crece la barriga con excesso, y suelen encerrar en ella sesenta ó mas huevos, cada uno como los pequeños de paloma, y estos son de gran regalo para los naturales, no solo de Panamá pero aun de otras partes donde las hay; estos se hallan todos envueltos en una delgada membrana larga y formando como una sarta. Degollado este animal, la carne queda summamente blanca, la qual aderezan y comen igualmente; yo he probado de ella y de los huevos pero estos son pegajosos en la boca, y á mi paladar, de malissimo gusto; su color, despues de cocidos, es como el de las yemas de los huevos de gallina; la carne, algo mejor, aunque dulce, con un olorcillo fastidioso; quieren decir que se assemeja á la de los pollos, pero yo no he encontrado entre los dos alguna conformidad.
El paladar de aquellas gentes, acostumbradas á verlas y olvidadas del horror natural que causan las lagartijas, halla su recreo en tal manjar que no encuentra tan fácilmente el nuestro. 277 Muy validas están allí dos particularidades que se atribuyen á la naturaleza, una en la planta que llaman yerva del gallo y otra en la culebra que nombran de dos cabezas, las que advertiré aqui de passo. 278 Es cosa muy comun en aquella ciudad que en sus campos se cria una culebra, la qual tiene en cada extremo una cabeza y que igualmente ofende con entrambas, cuya picada no es menos venenosa y activa que la de la coral ó cascabel. No hemos visto ninguna de esta especie mientras estuvimos allí, aunque lo solicitamos; pero, segun la noticia que nos dieron de ella, es su largo ordinario como de media vara, redonda y toda semejante á la figura de una lombriz de tierra, de seis á ocho lineas de diametro, y las cabezas, distintas de las de otras culebras porque son formadas de la misma prolongacion del cuerpo; es muy factible que, no teniendo mas que una y siendo de esta estructura, sea muy semejante á la cola y que por esta razon hayan juzgado que tienen dos, y ofenden igualmente con una y otra. Es lenta en el moverse, y su color, pardo con algunos visos amortiguados. 279 De la yerva que llaman del pollo ó del gallo, ponderan tanto la virtud que asseguran que, cortándole la cabeza á uno de estos animales, con tal que no se le corte la articulacion de las vertebras, y aplicándole esta yerva inmediatamente, vuelve á quedar del todo sano.
Aunque se quisiera dar á esta curacion alguna comoda salida, no se puede dexar de jugar por ella misma que es pura vulgaridad, y, si la inserto aqui, es solo para que los que tienen noticia de ella no la crean ignorada; mientras estuvimos allí, la solicitamos haber con toda instancia por medio de los mismos que nos deben el anuncio de su particularidad, pero no se pudo conseguir, siendo assi, que despues me han dicho personas avecindadas en Panamá ser muy comun, lo que prueba que no tiene tal virtud, pues, siendolo, era regular que no se escasseasse para practicar la experiencia; es muy dable que tenga la propriedad de contener la erupcion de sangre en una herida, en que no está cortado alguno de los principales vasos sanguinarios, pero que vuelva á unirlos, despues de cortados é igualmente los nervios y tendones que han sido separados enteramente, qualquiera persona que lo juzgare con conocimiento lo repugnará á la primera vista. Y si tuviera tal efecto en los pollos, no sería irregular se estendiesse á toda suerte de animales, y, participando los hombres de tanto beneficio, sería la alhaja de mas estimacion para todos los que andan en la guerra una ó dos onzas de esta nueva vida con que curarse de las heridas mortales.