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Datos principales
Desarrollo
En que se declara la navegación hasta llegar al Callao de Lima, que es el puerto de la ciudad de los Reyes Declarado he, aunque brevemente, de la manera que se navega por este mar del Sur hasta llegar al puerto de los Quiximies, que ya es tierra del Perú, y agora será bien proseguir la derrota hasta llegar a la ciudad de los Reyes. Saliendo, pues, de cabo de Passaos, va la costa al sur cuarta del sudueste hasta llegar a Puerto Viejo, y antes de llegar a él está la bahía que dicen de los Caraques, en la cual entran las naos sin ningún peligro; y es tal, que pueden dar en él carena a navíos aunque fuesen de mil toneles. Tiene buena entrada y salida, excepto que en medio de la furna que se hace de la bahía están unas rocas o isla de peñas; mas por cualquier parte pueden entrar y salir las naos sin peligro alguno, porque no tiene más recuesta de la que ver por los ojos. Junto a Puerto Viejo, dos leguas de tierra dentro, está la ciudad de Santiago, y un monte redondo al sur, otras dos leguas, al cual llaman Monte Cristo; está Puerto Viejo en un grado de la equinocial a la parte del sur. Más adelante, por la misma derrota a la parte del sur cinco leguas, está el cabo de San Lorenzo, y tres leguas dél al sudueste está la isla que llaman 6de la Plata, la cual terná en circuito legua y media, donde en los tiempos antiguos solían tener los indios naturales de la Tierra Firme sus sacrificios, y mataban muchos corderos y ovejas y algunos niños, y ofrecían la sangre dellos a sus ídolos o diablos, la figura de las cuales tienen en piedras adonde adoraban.
Viniendo descubriendo el marqués don Francisco Pizarro con sus trece compañeros, dieron en esta isla, y hallaron alguna plata y joyas de oro, y muchas mantas y camisetas de lana muy pintadas y galanas; desde aquel tiempo hasta agora se le quedó, por lo dicho, el nombre que tiene de isla de Plata. El cabo de San Lorenzo está en un grado a la parte del sur. Volviendo al camino, digo que va prosiguiendo la costa al sur cuarta del sudueste hasta la punta de Santa Elena: antes de llegar a esta punta hay dos puertos; el uno se dice Callo y el otro Zalango, donde las naos surgen y toman agua y leña. Hay del cabo de San Lorenzo a la punta de Santa Elena quince leguas, y está en dos grados largos; hácese una ensenada de la punta a la parte del norte, que es buen puerto. Un tiro de ballesta dél está una fuente, donde nasce y mana gran cantidad de un betún que parece pez natural y alquitrán; salen desto cuatro o cinco ojos. Desto y de los pozos que hicieron los gigantes en esta punta, y lo que cuentan dellos, que es cosa de oír, se tratará adelante. Desta punta de Santa Elena van al río de Tumbez, que está della veinte y cinco leguas; está la punta con el río al sur cuarta al sudueste; entre el río y la punta se hace otra gran ensenada. Al nordeste del río de Tumbez está una isla, que terná de contorno más de diez leguas y ha sido riquísima y muy poblada; tanto, que competían los naturales con los de Tumbez y con otros de la Tierra Firme, y se dieron entre unos y otros muchas batallas y hubo grandes guerras; y con el tiempo, y con la que tuvieron con los españoles, han venido en gran diminución.
Es la isla muy fértil y abundante y llena de árboles; es de su majestad. Hay fama que de antiguamente está enterrado en ella gran suma de oro y plata en sus adoratorios. Cuentan los indios que hoy son vivos que usaban los moradores desta isla grandes religiones, y eran dados a mirar en agüeros y en otros abusos, y que eran muy viciosos; y aunque sobre todo muchos dellos usaban el pecado abominable de la sodomía, dormían con sus hermanas carnales y ha. clan otros grandes pecados. Cerca desta isla de la Puna está otra más metida en la mar, llamada Santa Clara; no hay ni hubo en ella población ni agua ni leña; pero los antiguos de la Puna tenían en esta isla enterramientos de sus padres y hacían sacrificios; y había puesto en las alturas donde tenían sus aras gran suma de oro y plata y fina ropa, dedicado y ofrecido todo al servicio de su dios. Entrados los españoles en la tierra, lo pusieron en tal parte (a lo que cuentan algunos indios) que no se puede saber dónde está. El río de Tumbez es muy poblado, y en los tiempos pasados lo era mucho más. Cerca dél solía estar una fortaleza muy fuerte y de linda obra, hecha por los ingas, reyes del Cuzco y señores de todo el Perú, en la cual tenían grandes tesoros, y había templo del sol y casa de mamaconas, que quiere decir mujeres principales vírgenes, dedicadas al servicio del templo, las cuales casi al uso de la costumbre que tenían en Roma las vírgenes vestales vivían y estaban.
Y porque desto trato largo en el segundo libro desta historia, que trata de los reyes ingas y de sus religiones -y gobernación, pasaré adelante. Ya está el edificio desta fortaleza muy gastado y deshecho, mas no para que deje de dar muestra de lo mucho que fue. La boca del río de Tumbez está en cuatro grados al sur; de allí corre la costa hasta Cabo Blanco al sudueste; del cabo al río hay quince leguas, y está en tres grados y medio, de donde vuelve la costa al sur hasta isla de Lobos. Entre Cabo Blanco y isla de Lobos está una punta que llaman de Parina, y sale a la mar casi tanto como el cabo que hemos pasado; desta punta vuelve la costa al sudueste hasta Paita. La costa de Tumbez para delante es sin montañas, y si hay algunas sierras son peladas, llenas de rocas y peñas; lo demás todo es arenales, y salen a la mar pocos ríos. El puerto de Paita está de la punta pasadas ocho leguas, poco más; Paita es muy buen puerto, donde las naos limpian y dan cebo; es la principal escala de todo el Perú y de todas las naos que vienen a él. Está este puerto de Paita en cinco grados; de la isla de Lobos (que ya dijimos) córrese deste oeste hasta llegar a ella, que estará cuatro leguas; y de allí, prosiguiendo la costa al sur, se va hasta llegar a la punta del Aguja. Entre medias de isla de Lobos y punta de Aguja se hace una grande ensenada, y tiene gran abrigo para reparar las naos; está la punta del Aguja en seis grados; al sur della se ven dos islas que se llaman de Lobos Marinos, por la gran cantidad que hay dellos.
Norte sur con la punta está la primera isla, apartada de Tierra Firme cuatro leguas; pueden pasar todas las naos por entre la tierra y ella. La otra isla, más forana, está doce leguas desta primera y en siete grados escasos. De punta de Aguja vuelve la costa al su-sudueste hasta el puerto que dicen de Casma. De la isla primera se corre norueste sudueste hasta Mal Abrigo, que es un puerto que solamente con bonanza pueden las naos tomar puerto y lo que les conviene para su navegación. Diez leguas más adelante está el arrecife que dicen de Trujillo; es mal puerto, y no tiene más abrigo que el que hacen las boyas de las anclas; algunas veces toman allí refresco las naos; dos leguas la tierra dentro está la ciudad de Trujillo. Deste puerto, que está en siete grados y dos tercios, se va al puerto de Guanape, que está siete leguas de la ciudad de Trujillo, en ocho grados y un tercio. Más adelante al sur está el puerto de Santa, en el cual entran los navíos, y está junto a él un gran río y de muy sabrosa agua; la costa toda es sin montaña (como dije atras), arenales y sierras peladas de grandes rocas y piedras; está Santa en nueve grados. Más adelante, a la parte del sur, está un puerto cinco leguas de aquí, que ha por nombre Ferrol, muy seguro, mas no tiene agua ni leña. Seis leguas adelante está el puerto de Casma, adonde hay también otro río y mucha leña, do los navíos toman siempre refresco; está en diez grados. De Casma corre la costa al sur hasta los farallones que dicen de Guabra; más adelante está Guarmey, por donde corre un río, de donde se va por la misma derrota hasta llegar a la Barranca, que está de aquí veinte leguas a la parte del sur.
Más adelante seis leguas está el puerto de Guaura, donde las naos pueden tomar toda la cantidad de sal que quisieren; porque hay tanta, que bastaría para proveer a Italia y a toda España, y aun no la acabarían, según es mucha. Cuatro leguas más adelante están los farallones; córrese de la punta que hace la tierra con ellos nordeste sudueste; ocho leguas en la mar está el farallón más forano; y están estos farallones en ocho grados y un tercio. De allí vuelve la costa al sudueste hasta la isla de Lima; a medio camino, algo más cerca de Lima que de los farallones, está una baja que ha por nombre Salmerina, la cual está de tierra nueve o diez leguas. Esta isla hace abrigo al Callao, que es el puerto de la ciudad de los Reyes; y con este abrigo que da la isla está el puerto muy seguro, y así lo están las naos. El Callao, que, como digo, es el puerto de la ciudad de los Reyes, está en doce grados y un tercio.
Viniendo descubriendo el marqués don Francisco Pizarro con sus trece compañeros, dieron en esta isla, y hallaron alguna plata y joyas de oro, y muchas mantas y camisetas de lana muy pintadas y galanas; desde aquel tiempo hasta agora se le quedó, por lo dicho, el nombre que tiene de isla de Plata. El cabo de San Lorenzo está en un grado a la parte del sur. Volviendo al camino, digo que va prosiguiendo la costa al sur cuarta del sudueste hasta la punta de Santa Elena: antes de llegar a esta punta hay dos puertos; el uno se dice Callo y el otro Zalango, donde las naos surgen y toman agua y leña. Hay del cabo de San Lorenzo a la punta de Santa Elena quince leguas, y está en dos grados largos; hácese una ensenada de la punta a la parte del norte, que es buen puerto. Un tiro de ballesta dél está una fuente, donde nasce y mana gran cantidad de un betún que parece pez natural y alquitrán; salen desto cuatro o cinco ojos. Desto y de los pozos que hicieron los gigantes en esta punta, y lo que cuentan dellos, que es cosa de oír, se tratará adelante. Desta punta de Santa Elena van al río de Tumbez, que está della veinte y cinco leguas; está la punta con el río al sur cuarta al sudueste; entre el río y la punta se hace otra gran ensenada. Al nordeste del río de Tumbez está una isla, que terná de contorno más de diez leguas y ha sido riquísima y muy poblada; tanto, que competían los naturales con los de Tumbez y con otros de la Tierra Firme, y se dieron entre unos y otros muchas batallas y hubo grandes guerras; y con el tiempo, y con la que tuvieron con los españoles, han venido en gran diminución.
Es la isla muy fértil y abundante y llena de árboles; es de su majestad. Hay fama que de antiguamente está enterrado en ella gran suma de oro y plata en sus adoratorios. Cuentan los indios que hoy son vivos que usaban los moradores desta isla grandes religiones, y eran dados a mirar en agüeros y en otros abusos, y que eran muy viciosos; y aunque sobre todo muchos dellos usaban el pecado abominable de la sodomía, dormían con sus hermanas carnales y ha. clan otros grandes pecados. Cerca desta isla de la Puna está otra más metida en la mar, llamada Santa Clara; no hay ni hubo en ella población ni agua ni leña; pero los antiguos de la Puna tenían en esta isla enterramientos de sus padres y hacían sacrificios; y había puesto en las alturas donde tenían sus aras gran suma de oro y plata y fina ropa, dedicado y ofrecido todo al servicio de su dios. Entrados los españoles en la tierra, lo pusieron en tal parte (a lo que cuentan algunos indios) que no se puede saber dónde está. El río de Tumbez es muy poblado, y en los tiempos pasados lo era mucho más. Cerca dél solía estar una fortaleza muy fuerte y de linda obra, hecha por los ingas, reyes del Cuzco y señores de todo el Perú, en la cual tenían grandes tesoros, y había templo del sol y casa de mamaconas, que quiere decir mujeres principales vírgenes, dedicadas al servicio del templo, las cuales casi al uso de la costumbre que tenían en Roma las vírgenes vestales vivían y estaban.
Y porque desto trato largo en el segundo libro desta historia, que trata de los reyes ingas y de sus religiones -y gobernación, pasaré adelante. Ya está el edificio desta fortaleza muy gastado y deshecho, mas no para que deje de dar muestra de lo mucho que fue. La boca del río de Tumbez está en cuatro grados al sur; de allí corre la costa hasta Cabo Blanco al sudueste; del cabo al río hay quince leguas, y está en tres grados y medio, de donde vuelve la costa al sur hasta isla de Lobos. Entre Cabo Blanco y isla de Lobos está una punta que llaman de Parina, y sale a la mar casi tanto como el cabo que hemos pasado; desta punta vuelve la costa al sudueste hasta Paita. La costa de Tumbez para delante es sin montañas, y si hay algunas sierras son peladas, llenas de rocas y peñas; lo demás todo es arenales, y salen a la mar pocos ríos. El puerto de Paita está de la punta pasadas ocho leguas, poco más; Paita es muy buen puerto, donde las naos limpian y dan cebo; es la principal escala de todo el Perú y de todas las naos que vienen a él. Está este puerto de Paita en cinco grados; de la isla de Lobos (que ya dijimos) córrese deste oeste hasta llegar a ella, que estará cuatro leguas; y de allí, prosiguiendo la costa al sur, se va hasta llegar a la punta del Aguja. Entre medias de isla de Lobos y punta de Aguja se hace una grande ensenada, y tiene gran abrigo para reparar las naos; está la punta del Aguja en seis grados; al sur della se ven dos islas que se llaman de Lobos Marinos, por la gran cantidad que hay dellos.
Norte sur con la punta está la primera isla, apartada de Tierra Firme cuatro leguas; pueden pasar todas las naos por entre la tierra y ella. La otra isla, más forana, está doce leguas desta primera y en siete grados escasos. De punta de Aguja vuelve la costa al su-sudueste hasta el puerto que dicen de Casma. De la isla primera se corre norueste sudueste hasta Mal Abrigo, que es un puerto que solamente con bonanza pueden las naos tomar puerto y lo que les conviene para su navegación. Diez leguas más adelante está el arrecife que dicen de Trujillo; es mal puerto, y no tiene más abrigo que el que hacen las boyas de las anclas; algunas veces toman allí refresco las naos; dos leguas la tierra dentro está la ciudad de Trujillo. Deste puerto, que está en siete grados y dos tercios, se va al puerto de Guanape, que está siete leguas de la ciudad de Trujillo, en ocho grados y un tercio. Más adelante al sur está el puerto de Santa, en el cual entran los navíos, y está junto a él un gran río y de muy sabrosa agua; la costa toda es sin montaña (como dije atras), arenales y sierras peladas de grandes rocas y piedras; está Santa en nueve grados. Más adelante, a la parte del sur, está un puerto cinco leguas de aquí, que ha por nombre Ferrol, muy seguro, mas no tiene agua ni leña. Seis leguas adelante está el puerto de Casma, adonde hay también otro río y mucha leña, do los navíos toman siempre refresco; está en diez grados. De Casma corre la costa al sur hasta los farallones que dicen de Guabra; más adelante está Guarmey, por donde corre un río, de donde se va por la misma derrota hasta llegar a la Barranca, que está de aquí veinte leguas a la parte del sur.
Más adelante seis leguas está el puerto de Guaura, donde las naos pueden tomar toda la cantidad de sal que quisieren; porque hay tanta, que bastaría para proveer a Italia y a toda España, y aun no la acabarían, según es mucha. Cuatro leguas más adelante están los farallones; córrese de la punta que hace la tierra con ellos nordeste sudueste; ocho leguas en la mar está el farallón más forano; y están estos farallones en ocho grados y un tercio. De allí vuelve la costa al sudueste hasta la isla de Lima; a medio camino, algo más cerca de Lima que de los farallones, está una baja que ha por nombre Salmerina, la cual está de tierra nueve o diez leguas. Esta isla hace abrigo al Callao, que es el puerto de la ciudad de los Reyes; y con este abrigo que da la isla está el puerto muy seguro, y así lo están las naos. El Callao, que, como digo, es el puerto de la ciudad de los Reyes, está en doce grados y un tercio.