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Datos principales
Desarrollo
CAPÍTULO II Qué les movió a los antiguos a tener por cosa sin duda, que la Tórrida era inhabitable Agora pues, tomando la cosa de sus principios, nadie puede negar lo que clarísimamente vemos, que el sol con llegarse, calienta, y con apartarse, enfría. Testigos son de esto los días y las noches; testigos el invierno y el verano, cuya variación y frío y calor se causa de acercarse o alejarse el sol. Lo segundo y no menos cierto, cuanto se acerca más el sol y hiere más derechamente con sus rayos, tanto más quema la tierra. Vese claramente esto en el fervor del mediodía, y en la fuerza del Estío. De aquí se saca e infiere bien (a lo que parece) que en tanto será una tierra fría, cuanto se aparte más del movimiento del sol. Así experimentamos que las tierras que se allegan más al Septentrión y Norte, son tierras más frías y al contrario las que se allegan más al Zodíaco, donde anda el sol, son más calientes. Por esta orden excede en ser cálida la Etiopía a la África y Berbería, y éstas al Andalucía, y Andalucía a Castilla y a Aragón, y éstas a Vizcaya y Francia. Y cuanto más Septentrionales, tanto son éstas y las demás provincias menos calientes; y así por el consiguiente, las que se van más llegando al sol y son heridas más derecho con sus rayos, sobrepujan en participar más el fervor del sol. Añaden algunos otra razón para lo mismo, y es el movimiento del cielo, que dentro de los Trópicos es velocísimo y cerca de los polos tardísimo, de donde concluyen que la región que rodea el Zodíaco, tiene tres causas para abrasarse de calor, una la vecindad del sol, otra herirla derechos sus rayos, la tercera, participar el movimiento más apresurado del cielo.
Cuanto al calor y al frío, lo que está dicho es lo que en el sentido y la razón parece que de conformidad afirman. Cuanto a las otras dos cualidades que son humedad y sequedad, ¿qué diremos? Lo mismo sin falta, porque la sequedad parece causarla el acercarse el sol, y a la humedad, el alejarse el sol; porque la noche, como es más fría que el día, así también es más húmeda; el día como más caliente, así también más seco. El invierno, cuando el sol está más lejos, es más frío y más lluvioso; el Verano cuando el sol está más cerca, es más caliente y más seco. Porque el fuego así como va cociendo o quemando, así va juntamente enjugando y secando. Considerando pues, lo que está dicho, Aristóteles y los otros filósofos atribuyen a la región media, que llaman Tórrida, juntamente exceso de calor y de sequedad; y así dijeron que era a maravilla abrasada y seca, y por el consiguiente, del todo falta de aguas y de pastos y siendo así, forzoso había de ser muy incómoda y contraria a la habitación humana.
Cuanto al calor y al frío, lo que está dicho es lo que en el sentido y la razón parece que de conformidad afirman. Cuanto a las otras dos cualidades que son humedad y sequedad, ¿qué diremos? Lo mismo sin falta, porque la sequedad parece causarla el acercarse el sol, y a la humedad, el alejarse el sol; porque la noche, como es más fría que el día, así también es más húmeda; el día como más caliente, así también más seco. El invierno, cuando el sol está más lejos, es más frío y más lluvioso; el Verano cuando el sol está más cerca, es más caliente y más seco. Porque el fuego así como va cociendo o quemando, así va juntamente enjugando y secando. Considerando pues, lo que está dicho, Aristóteles y los otros filósofos atribuyen a la región media, que llaman Tórrida, juntamente exceso de calor y de sequedad; y así dijeron que era a maravilla abrasada y seca, y por el consiguiente, del todo falta de aguas y de pastos y siendo así, forzoso había de ser muy incómoda y contraria a la habitación humana.