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Datos principales
Desarrollo
Capítulo CII Que trata de cómo llegado que fue el gobernadora la ciudad de la Concepción repartió los caciques que en su comarca había en los vecinos que habían de ser Llegado el gobernador a la ciudad y visto la visita de los caciques que en su comarca había y de los indios que cada cacique tenían, vista la claridad de toda la tierra comarcana de la ciudad de la Concepción, repartió todos los caciques y principales. Hizo cuarenta y ocho vecinos y mandóles dar sus células, y dioles sus chácaras y solares, y a la ciudad dio sus baldíos y términos. Estando el gobernador en este exercicio, allegó el capitán Diego Maldonado con dos de a caballo, el cual enviaba Francisco de Villagran, que había enviado al Pirú, el cual venía de la otra parte de la cordillera nevada, el cual enviaba a avisar de su venida y que estaba en las provincias de Cuyo, que es a las espaldas de la ciudad de Santiago, y que tenía ciento y ochenta hombres y cuatrocientas cabalgaduras, y que allí esperaba la respuesta de lo que le enviase a mandar. El capitán Diego Maldonado fue del gobernador muy bien recebido por haber hecho aquel servicio a Su Majestad, en pasar con ocho de a caballo la cordillera nevada y tan ásperas sierras y tan fragosos caminos. Visto los despachos que Francisco de Villagran le enviaba y habiendo descansado ocho días, despachó al capitán Diego Maldonado e le mandó volviese a donde estaba el capitán Francisco de Villagran, y que si pudiese pasara a donde él estaba, y si no, que en todas maneras trabajase con indios de Aconcagua que acostumbran pasar y procurase de envialle aquellos despachos a Francisco de Villagran. En las cartas envió el gobernador avisar al capitán Francisco de Villagran que se estuviese asistido con su campo en donde más seguro pudiese estar, y que mandase recoger de la comarca más cercana todo el bastimento que pudiese y no pasasen hasta diciembre, que es tiempo que más seguro se puede pasar la nieve. Cuando el capitán Diego Maldonado llegó al valle de Anconcagua, le dijeron los indios que había mucha nieve en la cordillera, pero no estante esto, que ellos pasarían las cartas y las darían al capitán Francisco de Villagran. Viendo el capitán Diego Maldonado la diligencia que aquellos indios ponían en llevar las cartas, se las dio y las llevaron.