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Desarrollo


Capítulo 75 De los presentes presentaron al rrey Ahuitzotl los señores de los pueblos del camino y como bió Ahuitzotl mensajeros a Çihuacoatl dándole grande alegría por la solene bitoria q alcançó con los enemigos y de los pueblos de las costas, y del gran rresçibimiento le hizieron en Tenuchtitlan Llegado al pueblo de Malinalco, descansado, otro día, estando sentado una silla de cuero de tiguere aforrado y un estrado de cuero de leóm y su arco con flechas en el suelo a manderecha, señal de su justiçia, le dieron aguamanos y le truxeron muchos géneros de comida y cacao, rrosas, pefumaderos, y a todos los señores mexicanos. Se pusieron todos los prençipales en rringlera, las manos traían, como estauan çerca sus pueblos, mantas muy rricas, se las presentaron Ahuitzotl, rrey, y a sus pies, por su orden, fueron poniéndole presentes de mantas de todos géneros y maxtlatl, pañetes muy bien labrados. Tras de esto ban poniendo de todo género de mantas llanas de algodón y de nequén, cotaras, cantarillos de miel de abexas. Les ofresçen parlamentos largos y prolixos tocantes a su biaxe y bitoria y de su buelta a descansar a su casa y corte. E llegado a Tlapulco, bienen todos los pueblos y prençipales de ellos hazerle rresçibimiento a Ahuitzotl, los de Tenançingo, Ocuilan y xochiacque, Atlatlauhcan, Tzoquiçinga, Coatepec, Xalatlauhco. En llegando allí, de dan de comer y beuer, luego los presentes, como en Malinalco, al tenor de ello y conforme la gente y calidad de cada un pueblo, de mantas, pañetes, cotaras, muchas aues, mucha caça biua de los montes, panales de miel llaman mimiahuatl, y xomilli se cría los magués, para comer tostados brasas, gusanos de madera llaman cuauhocuillin, y bino de la sustançia de la çereza llaman capoloctli, y bino de tunas como bino tinto, gallos y gallinas monteses, benados, liebres, conexos biuos, zebratanas para caça de páxaros.

Otro día llega en Acaxochic, que agora es Sancta Fee, y de allí hizo mensajeros a Çihuacoatl y cuéntanle de la manera fue las batallas de los pueblos bençidos y la total destruiçión del otro pueblo, que ánima biuiente quedó con bida de los heran de aquel pueblo de Alahuiztlan. E manda luego llamar a 101v y juntar a todos los cuacuacuiltin, que abisasen a todos los hazen penitençia, son sahumadores, los que están en calmecac, para bayan al rresçibimiento del rrey Ahuitzotl. Y así, luego fueron con ellos los saçerdotes, según era uso y costumbre, los quales llegan otro día de mañana en Acaxochic y después de le auer sahumado, le hazen muy larga y prolixa prática loor y alabança de su buena bentura. Después de esto le dan rrosas, flores, perfumaderos y de comer. Luego los prençipales mexicanos Acolhuacatl, Ticocyahuacatl, Huitznahuatlailotlac, Tocuilteccatl, Ezhuahuacatl, Tezcacoacatl, Tlacochcalcatl, les rrinde las graçias por Ahuitzotl. Y llegados a Maçatzintamalco, le rresçibieron los mayorales y maestros de la guerra llaman achcacauhtin, los quales traían trançados los cauellos con hilo como de pauilo de belas. Llegado a Mexico Tenuchtitlan, base derecho al templo de Huitzilopochtli y hincado de rrodillas a sus pies, besó la tierra y después tras él todos los prençipales. Y baxado de allí, se ha derecho a su palaçio y le biene a topar Çihuacoatl y le abraça, dize: "Mançebo, hijo mío benturoso, llegado abéis a ura casa y corte en este cañaberal y tular de esta laguna adonde está y asiste el tetzahuitl Huitzilopochtli, y os ben buestros mexicanos libre y sano, fuistes contra de los hijos del sol, ayre, tierra, biento, de los pueblos enemigos; que, fin, es este nro cargo y ofiçio para tener este ymperio em pie y sustentarlo, y aquí aguardaréis a todas las nasçiones del mundo, y darles de comer y bestir como al prençipio juramentaron y prometieron guardar y cunplir, y guardaron y cumplieron, uros antepasados rreyes y padres antiguos".

Acabado esto, le dan aguamanos y come como a tal rrey pertenesçía, luego rras y perfumaderos (y hietl). Y luego los cautiuos benían cantando y bailando y con harto temor y subidos a la casa y templo del gran diablo Huitzilopochtli, rrodean su casa y luego rrodean la gran piedra del cuaxicalli o pozo o brazero ynfernal. esto, se baxan a los palaçios del Ahuitzotl y antes que abaxasen comiençan a tocar las bozinas todos los templos y luego los atabales y con esto hazen rreuerençia al Çihuacoatl y les agradeçe su benida, házeles un parlamento breue y luego los cautiuos comiençan de bailar en el patio de palaçio. Házenles dar de comer luego muy cumplidamente y cacao muy bueno de lo que ellos beuían sus tierras y luego rrosas y perfumaderos. Llamó luego Çihuacoatl a Petlacalcatl (mayordomo mayor), cargóles muy mucho los guardasen, tubiesen en guarda y fuesen muy bien tratados, hartos y contentos, como tales hijos del sol, e dixo luego Çihuacoatl al rrey: "Señor, bien es que pues estos nros hijos y bezinos trujeron sus presos y cautiuos, que es bien se les gratifique su trabaxo y se les den de bestir en rreconpensa dello". Dixo el rrey: "Pues lo abéis mandado". Hizieron benir a los mayordomos, trujesen las cargas de mantas, pañetes, cotaras y se les rrepartió tre todos ellos, que uno ni nenguno quedó, todos fueron muy contentos. Y poco a poco se fueron despidiendo los prençipales y maçehuales. 102r Y los cautiuos de Teloloapan y de Oztoman y Alahuatlan se rrepartieron tre todos los mayordomos para la guarda y sustento de ellos para su tmpo.

Y andando días, fueron los de los tres pueblos rrepartidos, fueron sacrificados tres partes ençima del templo de Huitzilopochtli y en el brasero o xícara y las gradas al altar del Mictlanteuctli, como se dirá adelante. A cabo de seis meses pasados, dixo Çihuacoatl al rrey Ahuitzotl: "Hijo y rrey, señor, lo que agora estoy considerando en mí, aquellos dos pueblos que totalmente fuistes a perder y a destruir por la ynobidiençia de Huitzilopochtli y corona de este ynperio mexicano, son Oztoman y Alahuiztlan, es gran lástima que todos los árboles de cacao, frutas, tierras, casas se queden yermas, y para que del todo no se pierda, quisiera, hijo, pues son hechos, plantados por el tetzahuitl". Y Ahuitzotl rrespondió: "Sea como más mandardes". Dixo Çihuacoatl: "Si no, mirá, hijo, rrecorré la corónica de este reyno, beréis como la destruiçión hizo mi hermano el rrey Monteçuma luego proueímos fuesen a poblar y ennobleçer los pueblos de Guaxaca y Yancuitlan, Cuzcatlan. Conbiene agora que lo propio se haga y tiendan ura baxada y mía los pueblos comarcanos". Llamó luego al prinçipal Tlilancalqui, díxole Çihuacoatl y Ahuitzotl, rrey: "Yréis a nro llamamiento benga el rrey Neçahualpilli, señor de los de Aculhuacan y luego yréis a Tlalhuaccapan, señor de tepanecas, de Tacuba, Totoquihuaztli, que bengan acá a oyr çierta baxada les quiero encargar". Tomada liçençia, fue luego a Tezcuco; explicada su baxada al rrey Neçahualpilli, rresçibiólo con buena boluntad, díxole: "Descansá".

Después de aber comido conforme al rrey pertenesçía, diole después de bestir al mensajero y luego se partió y barcó una canoa y bino a la çiudad de Mexico Tenuchtitlan. Llegado el mensajero a la çiudad de Tacuba, explicada su baxada, obedeçió luego y dio de bestir al mismo mensajero y partió luego para la çiudad de Mexico. Llegados a la prezençia del rrey Ahuitzotl y Çihuacoatl, hecha su rreberençia y acatamiento, besando con el dedo la tierra, señal de amor y rreuerençia, dixo Çihuacoatl, después de les aber saludo, quedando los quatro solos, como las tierras fueron los señores, "el rrey Ahuitzotl que está presente y bosotros y los mexicanos y demás gentes a destruir por aber sido ynnobidientes rrebeldes al dios Huitzilopochtli y a la corona del ymperio mexicano los de la costa de Teloloapan, Oztoman, Alahuiztlam, como los de Teloloapan la mitad por medio de la gente murió y los de los dos pueblos fue destruido a rraso rroso belloso, que no quedó persona biuiente ni piante. Es menester que bosotros como braços y cabega de gouierno y nosotros los mexicanos señalemos, pongamos basallos nros que pueblen aquellas tierras tan fértiles de casas, rrosales, huertas y cacahuatales, arboleda de toda fruta, miel algodón, que es y son tierras muy biçiosas". Rrespondieron anbos rreyes que era justo y que era dolor dexar tan noble tierra y tanta fertilidad como en ellas: "Y esta como a ymitaçión de lo hizo nro buen rrey y hermano Monteçuma la destruiçión de las tierras y gentes de Guaxaca, Yancuitlam, Cuzcatlan y lo demás 102v de aquellas, tierras, biamos a nros basallos y de todas partes fueron, que son los que agora presiden, multiplicam, heran de estas partes, todos mexicanos, aculhuaques, Tacuba, Cuyuacan, Azcapuçalco, Xuchimilco, Chalco. Y lo propio se haga agora, porque aya memoria de nosotros, que después de pasados de esta bida, los nasçidos y nasçerán y fueren y criaran y a ellos se tenderán, que bien apartados estaremos de ellos, que agora estamos obligados a esto por lo tiene, guarda, rrige, gouierna nro amado nieto Ahuitzotl que está presente, que es niño, criatur, y berá y tenderá el tiempo de la bida suya, ha guiado por nro modelo, orden y estilo".

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