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Datos principales
Desarrollo
Capítulo 33 Aquí tratará en este capítulo siguiente de las guerras ubieron los mexicanos los de Ahuilizçapan, que agora es Oriçaba, y los de Yxtehuacan y chichiquiltecas y Macuilxochitlan, y su destruiçión y serbidumbre Enbiando Monteçuma a sus mensajeros en los pueblos a las orillas de la mar, ueçinos en Çempoalla y a Quiahuiztlan, los quales biauan con mensaje de los señores Monteçuma y Çihuacoatl Tlacaeleltzin, díxole: "biemos y bayan nros mensajeros prençipales al rrey de Cuetlaxtlan que se llama Tlehuitzitl y al de Quiahuiztlan. Dezildes de nra parte les saludamos e que 37v les rrogamos nos hagan merçed de algunas conchas galanas y tortugas y perlas para beer y gozar la grandeza de sus pueblos, y que la turtuga benga biua". Y luego, bisto el mandato de Monteçuma, fueron algunos conquistadores tequihuaques y maestres de campo (achcacauhtin) y otros prençipales de mucha cuenta y de balor. Y así, fue por el mayoral de ellos Tlaatocanenenqui y tequihuaques conquistadores y mayorales achcacauhtin. E llegados al pueblo llaman Orizaua, Ahuilizapan, rresçibiéronlos con benibolençia y paz, diéronles aposentos en el palaçio de tecpan e les dixeron: "Señores mexicanos, ¿qué es lo que abéis de hazer o a qué bais a los pueblos de Cuextlam y en los de Çempoalla?" Rrespondieron los mexicanos yban a pedir turtugas, caracoles, pescado, ostias marinas. Dixeron los de Orisaua: "¿Quántes bezes abéis ydo a pedir estas cosas allá?" Dixeron los mexicanos: "Esta uez bamos y no más".
Llegados los mexicanos a Cuetlaxtlan, fueron a hablar al prençipal de allí, llamado Çe Atonal teuctli, y el otro se llamaua Tepeteuhtli, e les dixeron que yban a Çenpoalla a pedir las tortugas, pescado, camarones blancos, caracoles y lo demás. Y estauan allí algunos tlaxcaltecos, prençipales de Tlaxcalam, que estauan con el prençipal de Cuetlaxtlan, e rrespondieron los tlaxcaltecas atreuidamente y dixeron al rrey de Cuetlaxtlan y Çempoalla: "¿A qué fin bienen a pedir los mexicanos estas cosas, no abiendo para qué, pues sois libres de dar a nadie tributo de estas cosas? ¿Por bentura bosotros soys esclauos o tributarios de los mexicanos? ¿Sois bençidos de ellos en guerra? Pues no es así, luego abéis de mandar matar a estos mexicanos mensajeros". Y conformados los prençipales de la costa con los tlaxcaltecas, mataron a los mexicanos mensajeros y asimismo mataron a todos los tratantes mercaderes, porque no trujesen las nueuas a Mexico Tenuchtitlan. Y hecho esto, dixerom los tlaxcaltecas: "Señores de las costas, si binieren los mexicanos a esta bengança, dad abiso al ymperio y señorío de Tlaxcala, luego bernemos al socorro y aun a la destruiçión de los mexicanos". Y así, murieron los mexicanos, que algunos de ellos dieron alcançe en Quiahuiztlam, otros términos de Tlaxcala, de los mercaderes heran y tratantes. Y con esto, dieron los prençipales de la costa a los tlaxcaltecas esmeraldas, piedras de balor, chalchihuitl, preçiada plumería, oro en cañutillos, papel de la tierra (cuauhamatl), cueros de tigueres, leones, plumería de aues pequeñas muy galanos, xiuhtototl, tlauhquechol, tzinitzcan, çaquan, quetzalhuitzil, cacao, mantas de todo género, rricas.
Llegados los tlaxcaltecas a su tierra, cuentan a su rrey lo proçedido contra los mexicanos y presentan las dádiuas y quedaron con acuerdo de dar fauor y ayuda a los prençipales de las costas como a hermanos confederados en uno. Algunos de los mercaderes de estraños pueblos escaparon de la muerte. Llegados a Mexico Tenuchtitlan, cuentan al rrey Monteçuma lo susçedido por ynterçesión de los tlaxcaltecas. Oydo por Monteçuma y Çihuacoatl Tlacaeleltzin, rrespondiéronles a los mensajeros que descansasen y, preguntádoles que de dónde eran naturales, rrespondieron que de Yztapalapan. 38r El rrey Monteçuma les hizo dar como de bestir mantas galanas, pañetes labrados, cacao, pinole, chian, frisoles, e luego llamó a Çihuacoatl el rrey Monteçuma, díxole: "¿Qué os a paresçido de esta mala nueua? No es cosa sufridera". Rrespondió el Çihuacoatl, díxole: "Señor, no me paresçe esto bueno, que ansí se ayan muerto buestros leales basallos, hermanos, nros soldados balerosos, con tanta traiçión y crueldad, y es menester para esto luego poner toda calor la benganza de sus muertes, con baleroso exérçito y campo formado, por causa de sus baledores los tlaxcaltecas. Y no es menester para esto darles abiso, sino yr luego sobre ellos y a fuego y sangre la bengança, porque lo que yban a pedir y demandar de nra parte no era para nosotros, sino ofrenda al tetzahuitl Huitzilopochtli, que a él se le hizo esta ofensa, agrabio, y no a nosotros. Y así, es menester luego con toda presteza se haga gente y todas nras partes, lugares y pueblos están dedicadas a este ymperio mexicano, pues a todos en general toca el daño ceçibido de ellos".
Y así, con esto Monteçuma mandó luego llamar a los capitanes y general del campo mexicano. Binieron Tlaacateccatl y Tlacochcalcatl, Ticocnahuacatl, Tocuiltecatl, Tezcacoacatl, con todos los demás prençipales, capitanes y soldados, adelantados, cuachicme y otomies, ansí nonbrados por ser tan balerosos en campos de la guerra, yntitulados por el rrey con este rrenonbre, luego, dentro de çinco días, an de caminar con balerosa armada para los pueblos de Ahuilizapan, Cuitlaxtlan y Cuextlan a la destruiçión a fuego sangre, sin rremisión alguno. tendido el mando de los señores capitanes y del general, dieron abiso a todos los barrios y mandones de Mexico Tenuchtitlam, abiéndoles a los mançebos y casados, otros solteros, grandes parlamentos, oraçiones a la guerra tocantes, dándoles baleroso ánimo, a donde abían de conseguir onrra y prouecho y adquerir esclauos, rriqueza. Y luego començaron adereçar sus armas y su matalotaxe y los que lo abían de lleuar cargados y el premio de su trauajo. E luego biaron a llamar al señor de Aculhuacam, Neçahualcoyutzin, y al de Tacuba, Totoquihuaztli. Llegados los mensajeros a estos señores, dada su baxada con la rretórica conbiniente, después de les aber dado de comer y beuer, les dieron rropas galanas, braçeletes comunes, plumería, lana, pañetes, y luego se pusieron en camino. Y llegados a la çiudad e ymperio mexicano, hecho rreuerençia a Monteçuma y a su consejero Çihuacoatzin Tlacaelel, explicada la palabra del Monteçuma a estos señores y las causas y rrazón de hazer esta guerra a los de las costas de Orisaua, Cuetlaxtlan, Çempoala, Cuextlan y aber muerto con tan gran traiçión a sus hermanos y basallos los mercaderes de todas partes y lugares, en espeçial a sus baxadores prençipales mexicanos, "y es menester que con la breuedad posible mandéis uros pueblos y sujetos aperçibir toda la más gente que ser pueda de mançebos esforçados, balientes en armas, con todo género de sus armas y el bastimento en cantidad, por ser el biaxe algo largo, que es a las orillas de la Gran Mar del Çielo, y a de ser día situado con cuenta y rrazón, sin exçeder en cosa alguna". Por los señores Neçahualcoyotzin y Totoquihuaztli tendidos, fueron de 38v dello muy contentos y, despedidos de Monteçuma, les hizieron dar como de merçed muchas rropas de las mui galanas, cotaras doradas, plumería, braçeletes de oro, como a tales señores pertenesçía. Llegados a sus tierras, explican su enbaxada a los mayorales capitanes, el mando de Monteçuma y señores de Mexico, con la breuedad posible, que el biaxe a de ser las costas de la mar de Orisaua, Cuetlaxtlan, Çempoala, tecoacas, y el matalotaxe doblado y tamemes cargadores de armas y comida.
Llegados los mexicanos a Cuetlaxtlan, fueron a hablar al prençipal de allí, llamado Çe Atonal teuctli, y el otro se llamaua Tepeteuhtli, e les dixeron que yban a Çenpoalla a pedir las tortugas, pescado, camarones blancos, caracoles y lo demás. Y estauan allí algunos tlaxcaltecos, prençipales de Tlaxcalam, que estauan con el prençipal de Cuetlaxtlan, e rrespondieron los tlaxcaltecas atreuidamente y dixeron al rrey de Cuetlaxtlan y Çempoalla: "¿A qué fin bienen a pedir los mexicanos estas cosas, no abiendo para qué, pues sois libres de dar a nadie tributo de estas cosas? ¿Por bentura bosotros soys esclauos o tributarios de los mexicanos? ¿Sois bençidos de ellos en guerra? Pues no es así, luego abéis de mandar matar a estos mexicanos mensajeros". Y conformados los prençipales de la costa con los tlaxcaltecas, mataron a los mexicanos mensajeros y asimismo mataron a todos los tratantes mercaderes, porque no trujesen las nueuas a Mexico Tenuchtitlan. Y hecho esto, dixerom los tlaxcaltecas: "Señores de las costas, si binieren los mexicanos a esta bengança, dad abiso al ymperio y señorío de Tlaxcala,
Llegados los tlaxcaltecas a su tierra, cuentan a su rrey lo proçedido contra los mexicanos y presentan las dádiuas y quedaron con acuerdo de dar fauor y ayuda a los prençipales de las costas como a hermanos confederados en uno. Algunos de los mercaderes de estraños pueblos escaparon de la muerte. Llegados a Mexico Tenuchtitlan, cuentan al rrey Monteçuma lo susçedido por ynterçesión de los tlaxcaltecas. Oydo por Monteçuma y Çihuacoatl Tlacaeleltzin, rrespondiéronles a los mensajeros que descansasen y, preguntádoles que de dónde eran naturales, rrespondieron que de Yztapalapan. 38r El rrey Monteçuma les hizo dar como de bestir mantas galanas, pañetes labrados, cacao, pinole, chian, frisoles, e luego llamó a Çihuacoatl el rrey Monteçuma, díxole: "¿Qué os a paresçido de esta mala nueua? No es cosa sufridera". Rrespondió el Çihuacoatl, díxole: "Señor, no me paresçe esto bueno, que ansí se ayan muerto buestros leales basallos, hermanos, n
Y así, con esto Monteçuma mandó luego llamar a los capitanes y general del campo mexicano. Binieron Tlaacateccatl y Tlacochcalcatl, Ticocnahuacatl, Tocuiltecatl, Tezcacoacatl, con todos los demás prençipales, capitanes y soldados, adelantados, cuachicme y otomies, ansí nonbrados por ser tan balerosos en campos de la guerra, yntitulados por el rrey con este rrenonbre,