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Datos principales
Desarrollo
Capítulo 25 De los que venden candelas, bolsas, cintas El que trata en candelas tiene de oficio lo siguiente, conviene a saber: adobar la cera, derretir, emblanquear, lavar y cozer o hervirla; y después que está derretida, échala sobre el pabilo; arrollarla con tabla y sobre otra tabla; mezclar camisas de cera negra dentro de la blanca; infundir la cera y ponerlos pavilo; vende también las candelas de cera de cualquier color que sean, blancas, amarillas, prietas, y las que son falsas, y las que tienen gordo pavilo, unas de las cuales son lisas o bruñidas, otras atolondronadas, unas delgadas y otras gordas. El que trata en bolsas, córtalas primero y las cose muy bien, y échales cerraderas de cuero o de cordones, ora sean de cuero, ora de manta; unas son anchas y grandes y capaces, y otras son angosticas y chiquititas. El oficial de cintas o talabartes, cuando los corta, unos corta angostos y otros anchos, a todos les echa hevillas para ceñirse; otros corta angostos y gordos, otros ni muy anchos ni muy angostos, unos amarillos, otros blancos, otros prietos y otros bermejos o colorados. El çapatero corta primero los çapatos, y después échales suelas y cóselos, apretándolos muy bien, unos angostos y otros anchos, unos muy bien hechos y pulidos, que no son sino de señores. El buhonero compra junto para tornar a vender por menudo, como son papel, tixeras, cuchillos, agujas, paños, lienços, orillas, o manillas, o cuentas, y otras cosas muchas que él puede comprar junto.
La que embarra las cabeças con unas yervas llamadas duhqutlitl, que son buenas contra las enfermedades de la cabeça, tiene por oficio buscar el barro negro y traerlo al tiánguiz para ponello en la cabeça o los que lo quieren, y echar encima las dichas yervas, siendo molidas y mezcladas con las hojas de un árbol que se dize uixachi y con la corteza llamada cuauhtepuztli. A las vezes vende el barro mezclado solamente con las dichas hojas y con la corteza sin las dichas yervas. La que vende plumas hiladas suele criar muchas aves de que pela las plumas; y peladas, embuévelas con greda. Y pela las plumas de arriba y las que están debaxo, que son muy blandas como algodón, y haze todo lo siguiente: que hila pluma, hila parejo, hila atramuexos, hila mal torcido, hila bien torcido, tuerce la pluma, hila nequén con huso con que hilan las mugeres otomitas, hila con torno la pluma pelada y la torcida, e hila parejo, hila atrainuexos, hila también la pluma de pollos, y hila también la pluma de ánsares monciñas, la pluma de ánades, la pluma de ánades del Perú, la pluma de labancos, la pluma de gallinas. Y la que vende yervas de comer, algunas de ellas las planta y otras las coge en el campo al tiempo de las aguas; y de cualquier especie o manera que sean, todas las vende como sean comestibles, cuyos nombres están declarados en el Libro Onzeno, capítulo 7, de las yervas comestibles, como son las hojas de las matas de Chile, bledos, azederas, mastuerço, poleo, y otras muchas yervas buenas para comer.
La que embarra las cabeças con unas yervas llamadas duhqutlitl, que son buenas contra las enfermedades de la cabeça, tiene por oficio buscar el barro negro y traerlo al tiánguiz para ponello en la cabeça o los que lo quieren, y echar encima las dichas yervas, siendo molidas y mezcladas con las hojas de un árbol que se dize uixachi y con la corteza llamada cuauhtepuztli. A las vezes vende el barro mezclado solamente con las dichas hojas y con la corteza sin las dichas yervas. La que vende plumas hiladas suele criar muchas aves de que pela las plumas; y peladas, embuévelas con greda. Y pela las plumas de arriba y las que están debaxo, que son muy blandas como algodón, y haze todo lo siguiente: que hila pluma, hila parejo, hila atramuexos, hila mal torcido, hila bien torcido, tuerce la pluma, hila nequén con huso con que hilan las mugeres otomitas, hila con torno la pluma pelada y la torcida, e hila parejo, hila atrainuexos, hila también la pluma de pollos, y hila también la pluma de ánsares monciñas, la pluma de ánades, la pluma de ánades del Perú, la pluma de labancos, la pluma de gallinas. Y la que vende yervas de comer, algunas de ellas las planta y otras las coge en el campo al tiempo de las aguas; y de cualquier especie o manera que sean, todas las vende como sean comestibles, cuyos nombres están declarados en el Libro Onzeno, capítulo 7, de las yervas comestibles, como son las hojas de las matas de Chile, bledos, azederas, mastuerço, poleo, y otras muchas yervas buenas para comer.