Antecedentes históricos
Compartir
Datos principales
Desarrollo
Antecedentes históricos La marcha de Alvar Núñez como Adelantado del Río de la Plata es consecuencia de una serie de expediciones con un mismo objetivo: la busca de un Estrecho que diera paso desde el Atlántico al Mar del Sur, descubierto por Balboa, para poder llegar a las islas de las Especias. El cargo de Piloto Mayor había recaído en Juan Díaz de Solís. Tan pronto éste tiene noticias del descubrimiento del Mar del Sur capitula con la Corona para ir a descubrir un paso (1514). En octubre de 1515 sale hacia las costas brasileñas, descubiertas anteriormente por Vicente Yáñez Pinzón, Cabral y Américo Vespuccio; va costeando el continente sudamericano hasta llegar al estuario del río de la Plata, que llamará Mar Dulce. Cree que ha encontrado el suspirado Estrecho y se interna por él, hasta la desembocadura del Uruguay, donde perece Solís a manos de los indígenas. Deciden el regreso a España, y en el viaje de vuelta, uno de los navíos naufraga y sus supervivientes se refugian en la isla de Santa Catalina; entre ellos está el famoso Alejo García, al que tanto se mencionará en los Comentarios. Alejo García, con cuatro compañeros, pasó al continente desde la isla de Santa Catalina. Supo captar a los indios, que en gran número le acompañaron hacia el Oeste, en busca del Hombre blanco, poseedor de inmensas riquezas. Acompañado de un gran séquito de indios, recorrió el Chaco y trabó relación con los indios chanas y charcas, conviviendo durante ocho años con los guaraníes (1516-1524).
Se dice que Alejo García llegó incluso a los Andes peruanos, poniéndose en contacto con los incas; regresó lleno de riquezas, y cuando estaba cerca de donde se edificaría la ciudad de Asunción, fue asesinado por los propios guaraníes en el año 152516. Magallanes posteriormente pasará de largo y, por fin, encontrará el famoso paso a la Mar del Sur (1520), pudiéndose ir por el Oeste a las famosas Molucas, las islas de las Especias. Sebastián Caboto recibe permiso para ir a las Molucas por el paso descubierto por Magallanes. Hombre fantástico, cuando llega al llamado río de Solís se anima a proseguir su exploración, alentado por las noticias sobre el Gran Cacique Blanco. En 1527 llega al Paraná, fundando el fuerte del Sancti Espiritus, e inicia a continuación la exploración del Paraguay. Al mismo tiempo que Caboto había salido de La Coruña (1526), el navegante Diego García, con la misión específica de explorar el Río de Solís, se encuentra con la desagradable sorpresa de estar por allí Caboto; se entrevistan en el Paraná y cada cual presenta los derechos y méritos para hacer la exploración. Como no se ponen de acuerdo, deciden dejar la solución en manos del rey y continúan explorando juntos. Navegan unidos por los ríos Paraguay y Pilcomayo, pero los constantes ataques de los indígenas les hacen regresar a Sancti Espiritus, que encuentran destruido y a los defensores del fuerte, muertos. Esto les impulsa a regresar a España, donde inician un largo pleito sobre sus derechos y pretensiones.
En 1534, Carlos V firma una Capitulación con Pedro de Mendoza, al que da el titulo de Adelantado del Río de la Plata, lo que suponía una mayor intervención oficial de la Corona. En septiembre de 1535 salía Pedro de Mendoza con once barcos que una tempestad dispersó posteriormente, arribando algunos de ellos a Río de Janeiro y otros, directamente, al Río de la Plata. Reagrupados todos los navíos, Pedro de Mendoza decidió fundar el Puerto de Nuestra Señora del Buen Aire que pronto se vio sometido a los ataques de los indígenas, los puelches, que lo tuvieron permanentemente cercado17. Mendoza estaba enfermo y envió una expedición hacia el interior, por el Río Carcarañá, al mando de Juan de Ayolas. Este trabó relación con los indios chanas y timbús y llegó al destruido fuerte que fundara Caboto. Las excelentes noticias que a su regreso comunicó Juan de Ayolas, sobre todo en lo relativo a la facilidad de lograr bastimentos, decidió a Mendoza a organizar una expedición hacia el Paraguay, al mando del mismo Ayolas. Partió éste, y el Adelantado, sin esperar su vuelta y encontrándose muy enfermo, decidió regresar a la Península, muriendo en el camino. Quedaron en Buenos Aires un centenar de españoles con Ruiz Galán al frente; entretanto, Juan de Ayolas había remontado el Paraná y el Paraguay, hasta llegar a Candelaria (febrero de 1537), que abandonaría poco después, dejándola al mando del vasco Domingo Martínez de Irala, y se internó hacia el país de los Charcas, siendo sorprendido y muerto por los indios payaguaes.
El Adelantado Mendoza ya dijimos que partió para España, pero antes de marcharse envió a Juan de Salazar para la búsqueda de Juan de Ayolas. Salazar se reunió en Candelaria con Martínez de Irala, y al saber que Ayolas se había internado, fundó el fuerte de la Asunción (agosto de 1537) y regreso a Buenos Aires para notificar a Mendoza lo sucedido. Pero se encontró con que tuvo que jurar obediencia a Ruiz Galán, y lo mismo hizo el veedor Alvaro Cabrera, que acababa de llegar de España. Irala, noticioso en la Asunción de la muerte de Juan de Ayolas, se hizo reconocer por los otros oficiales reales como gobernador provisional, y su primera medida fue despoblar Buenos Aires, trasladando sus gentes a la Asunción.
Se dice que Alejo García llegó incluso a los Andes peruanos, poniéndose en contacto con los incas; regresó lleno de riquezas, y cuando estaba cerca de donde se edificaría la ciudad de Asunción, fue asesinado por los propios guaraníes en el año 152516. Magallanes posteriormente pasará de largo y, por fin, encontrará el famoso paso a la Mar del Sur (1520), pudiéndose ir por el Oeste a las famosas Molucas, las islas de las Especias. Sebastián Caboto recibe permiso para ir a las Molucas por el paso descubierto por Magallanes. Hombre fantástico, cuando llega al llamado río de Solís se anima a proseguir su exploración, alentado por las noticias sobre el Gran Cacique Blanco. En 1527 llega al Paraná, fundando el fuerte del Sancti Espiritus, e inicia a continuación la exploración del Paraguay. Al mismo tiempo que Caboto había salido de La Coruña (1526), el navegante Diego García, con la misión específica de explorar el Río de Solís, se encuentra con la desagradable sorpresa de estar por allí Caboto; se entrevistan en el Paraná y cada cual presenta los derechos y méritos para hacer la exploración. Como no se ponen de acuerdo, deciden dejar la solución en manos del rey y continúan explorando juntos. Navegan unidos por los ríos Paraguay y Pilcomayo, pero los constantes ataques de los indígenas les hacen regresar a Sancti Espiritus, que encuentran destruido y a los defensores del fuerte, muertos. Esto les impulsa a regresar a España, donde inician un largo pleito sobre sus derechos y pretensiones.
En 1534, Carlos V firma una Capitulación con Pedro de Mendoza, al que da el titulo de Adelantado del Río de la Plata, lo que suponía una mayor intervención oficial de la Corona. En septiembre de 1535 salía Pedro de Mendoza con once barcos que una tempestad dispersó posteriormente, arribando algunos de ellos a Río de Janeiro y otros, directamente, al Río de la Plata. Reagrupados todos los navíos, Pedro de Mendoza decidió fundar el Puerto de Nuestra Señora del Buen Aire que pronto se vio sometido a los ataques de los indígenas, los puelches, que lo tuvieron permanentemente cercado17. Mendoza estaba enfermo y envió una expedición hacia el interior, por el Río Carcarañá, al mando de Juan de Ayolas. Este trabó relación con los indios chanas y timbús y llegó al destruido fuerte que fundara Caboto. Las excelentes noticias que a su regreso comunicó Juan de Ayolas, sobre todo en lo relativo a la facilidad de lograr bastimentos, decidió a Mendoza a organizar una expedición hacia el Paraguay, al mando del mismo Ayolas. Partió éste, y el Adelantado, sin esperar su vuelta y encontrándose muy enfermo, decidió regresar a la Península, muriendo en el camino. Quedaron en Buenos Aires un centenar de españoles con Ruiz Galán al frente; entretanto, Juan de Ayolas había remontado el Paraná y el Paraguay, hasta llegar a Candelaria (febrero de 1537), que abandonaría poco después, dejándola al mando del vasco Domingo Martínez de Irala, y se internó hacia el país de los Charcas, siendo sorprendido y muerto por los indios payaguaes.
El Adelantado Mendoza ya dijimos que partió para España, pero antes de marcharse envió a Juan de Salazar para la búsqueda de Juan de Ayolas. Salazar se reunió en Candelaria con Martínez de Irala, y al saber que Ayolas se había internado, fundó el fuerte de la Asunción (agosto de 1537) y regreso a Buenos Aires para notificar a Mendoza lo sucedido. Pero se encontró con que tuvo que jurar obediencia a Ruiz Galán, y lo mismo hizo el veedor Alvaro Cabrera, que acababa de llegar de España. Irala, noticioso en la Asunción de la muerte de Juan de Ayolas, se hizo reconocer por los otros oficiales reales como gobernador provisional, y su primera medida fue despoblar Buenos Aires, trasladando sus gentes a la Asunción.