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obra
Con esta obra, el Padre Pozzo racionalizó la creación de espacios ficticios. Más allá de la arquitectura real del templo, diseñó una muy compleja quadratura, con un riguroso y centralizado punto de fuga, para prolongar hasta el infinito, por medio de la ficción perspectiva, la realidad tectónica del edificio. Aún más excelso fue el truco de pintar en un gigantesco lienzo una suntuosa cúpula, de amplio tambor con columnas, para sustituir a la que en Sant Ignazio no pudieron erigir de obra los jesuitas.
obra
La segunda comisión del papa Pamphili para Borromini, la iglesia de Sant'Agnese in Agone, se presenta como otro clamoroso reconocimiento a sus valores como arquitecto, yendo unida a la idea papal de convertir la plaza Navona en corte familiar y centro de poder de los Pamphili a partir de la secuencia artística palacio-fuente-iglesia. En 1652, el proyecto fue confiado a Girolamo y Carlo Rainaldi, padre e hijo, que al año ya tenían muy avanzada la construcción. Despedidos los Rainaldi por el pontífice, la obra fue entregada a Borromini en 1653, que conservará el interior, de esquema en cruz griega, pero realzando el tambor de su cúpula, y derrumbará la fachada, reconstruyéndola de nuevo. Tomando como base un original esquema compositivo, conocido en su pureza por los diseños, previó un frontis cóncavo, muy dinámico, prolongado en dos alas laterales sobre las que se erguían los fogosos campanarios exentos que fanqueaban la poderosa cúpula, a cuya aislada plasticidad formal se reservaba la imagen urbanística y simbólica de la plaza. A finales de 1654 estaban, prácticamente, acabadas la fachada hasta su gran comisa y la cúpula a falta de su ¡interna. Pero, de nuevo, la desgracia se abatió sobre Borromini en enero de 1655, al morir el papa Inocencio X, pues sus herederos, entre el escaso interés por continuar y su mezquindad económica -después de proponerle la reducción de su proyecto (a lo que se opuso)-, detuvieron las obras y despidieron a Borromini. Reanudadas en 1657, Carlo Rainaldi corrigió perversamente la obra de Borromini (¿venganza, tal vez, por haber éste derribado la fachada anterior de su padre y suya?). La mayor de las correcciones, que desnaturalizaron por completo la genial idea de Borromini, fue la de añadir un cuerpo a cada una de las torres, que alcanzan la altura de la cúpula y anulan su grandiosidad, banalizando su soledad con una insignificante escenografía, propia de principiante. Si la perspectiva de Sant'Agnese sigue cautivando, es por lo que no pudieron arrasar del sueño quimérico de Borromini.
monumento
La iglesia de Santa Águeda o Gadea fue levantada en el siglo XV, sobre la famosa iglesia románica de Santa Gadea donde, según la tradición, se produjo el juramento del rey Alfonso VI exigido por El Cid. Es, por lo tanto, el lugar de la famosa Jura de Santa Gadea, donde el Cid hizo reconocer al rey que él no tuvo parte en la muerte de su hermano, el rey Sancho II, y que le costó su destierro de Castilla. Su interior destaca por los conjuntos funerarios del siglo XVI y por estar muy restaurada. La actual iglesia es de estilo gótico.