En uno de los capiteles de la galería porticada de Rebolledo de la Torre encontramos una clara alusión al pecado de la avaricia. En una de sus caras hay en medio un hombre bárbaro con una bolsa al cuello y con las manos levantadas. A su derecha hay un diablo con cabeza de gallo bailando y gesticulando. Se trata, sin duda, del tentador, que celebra su victoria sobre el hombre caído en las redes de la avaricia o de la usura.
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La decoración de los capiteles de la iglesia de Rebolledo de la Torre hace de ella uno de los hitos artísticos del Románico peninsular. En esta imagen podemos observar un combate entre caballeros que nos permite conocer de primera mano la iconografía de las justas medievales.
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Lo más espectacular de la iglesia de Rebolledo es su galería porticada de once arcos, apoyados en unas ocasiones sobre columnas geminadas y otras en potentes columnas únicas.
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En el muro de poniente del pórtico de la iglesia de Rebolledo encontramos una pequeña ventana geminada con alfiz, arcos lobulados y decoración románico-mudéjar.
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Planta de la iglesia ubicada en la terraza alta de la denominada ciudad de Recópolis, que debe ser puesta en relación a la zona palacial anexa. Las excavaciones practicadas pusieron al descubierto un tesorillo de monedas, fechado todo él a finales del siglo VI, momento que parece corresponder también al abandono del lugar. La iglesia es de planta cruciforme. El ábside, exteriormente recto, es semicircular por su interior. Dos galerías externas rodean la única nave de la iglesia. Por último, a los pies se sitúa un narthex, que permitía el acceso a la iglesia propiamente dicha y a las construcciones laterales yuxtapuestas al edificio principal. Las dimensiones de la construcción son 19,30 m de largo por 8,60 m de ancho.
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En Sevilla encontramos este magnífico ejemplo del gótico-mudéjar. Fue construida en el siglo XIV, pero pocos años después, en 1355, un terremoto la semiderruyó, por lo que hubo de ser reconstruida de nuevo. La misma suerte corrieron iglesias como la de San Andrés y el Omnium Sanctotum. De la iglesia destacan su arquitectura y su contenido. Respecto a la arquitectura, diremos que posee una hermosa portada de estilo mudéjar y que las naves conservan intactos sus techos de madera tallados por artesanos árabes. Respecto al contenido, hay que mencionar que el retablo está enriquecido con óleos de Francisco de Zurbarán, artista del siglo XVII.
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La iglesia fue comenzada en 1250, en el lugar donde se hallaba una colegiata, y terminada parcialmente en 1375. Donde antiguamente estaba el campanario se construyó una linterna en el s. XVI, debido a un incendio que destruyó por completo la anterior construcción. Presenta en su exterior una singular decoración producida por la combinación del tono rosaceo y rojo palido de la piedra. Destacan los pórticos, y en especial el de San Nicolás, ya que posee las más bellas esculturas. Además son significativas las vidrieras que dan gran luminosidad al interior de la iglesia, una gran cruz del s. XIV y un órgano del s. XVIII que no hace mucho fue restaurado.