Ermita situada en el Cerro de San Roque, en el entorno de los pinares de Oromana. La ermita fue levantada en 1570 y reedificada en 1886. Consta de una sola nave y en su interior se guarda la talla de Nuestra Señora de Belén y también del titular de la ermita. San Roque era la última parada de un Via Crucis que nacía en el convento de los Ángeles, de la orden franciscana, y que en su momento debió ser seguido con gran devoción. Sobre tal punto fue construido un primer templete que, posteriormente, se fue ampliando hasta reconstruirse en 1886. La ermita tiene especial protagonismo en la mañana del Viernes Santo, como parte de una de las tradiciones de la Semana Santa de Alcalá.
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Mateo Chicharro, pequeño noble originario de Cacabelos, reconstruyó en 1590 la Ermita de la Vera Cruz. Sin embargo, pocos años después se produjeron las pestes de 1599 que asolaron todo el territorio y, tras ellas, su patrono decidió cambiarle la advocación por la de San Roque, santo protector contra las pestes. Desde ese momento hasta hoy se le ha conservado el nombre, pero no su estructura original, reformada en varias ocasiones, la última de ellas en 1789. En su interior, junto a la imagen de San Roque, existen dos altorrelieves de madera policromada del siglo XVIII, representando a San Gil de Casayo y San Herberto de Cerdeña, ambos procedentes del monasterio de Carracedo.
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Se trata de un templo sencillo, situado a la entrada de la localidad, siguiendo la Ruta Jacobea. Construcción modesta, tiene planta rectangular de una sola nave y pequeñas proporciones. Sus muros son de ladrillo, desnudo en la portada y enyesado en los laterales. La cubierta, de teja, es a dos aguas. Preside la parte frontal un pequeño aditamento en el que se ha colocado una campana.
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Pequeño edificio religioso, levantado algo alejado del centro urbano. Se sitúa cerca de la Sierra de Loja, entre la autovía y la antigua carretera de circunvalación. Se trata de una edificación del siglo XVI, erigida en honor de San Roque, santo protector contra pestes y epidemias, por lo que se levanta, como es habitual, fuera del núcleo urbano y sobre los caminos de acceso, a modo de amparo. En el siglo XVII, a consecuencia de varios sucesos de epidemia que afectaron a la población, la ermita funcionó como Hospital del Contagio. A partir de 1885, fecha en la que una fuerte epidemia de cólera afectó a Loja, el Ayuntamiento realiza un Voto Solmene según el cual cada año, el 15 de agosto, todos los miembros de la Corporación habrán de subir descalzos a la ermita y descender la imagen en procesión hasta la Iglesia Mayor. En la mañana del día siguiente, festividad de San Roque, se celebra una misa y por la tarde la imagen es devuelta a su ermita en procesión. En la ermita tuvo su sede hasta 1705 la Hermandad de Ntro. Padre Jesús Nazareno y la cofradía de Crianza de Niños Expósitos, hasta que en ese año se trasladaron a la ermita de Jesús, por entonces en avanzada construcción. Hoy en día la ermita de san Roque cumple aún una importante función religiosa, al ser el punto de partida, el Martes Santo, de la procesión de la cofradía de Nuestro Padre Jesús en el Huerto. Desde el punto de vista artístico, la ermita de San Roque destaca por su portada de piedra, ornamentada con un arco y puerta de medio punto, con una espadaña vacía en la parte superior. La fachada fue revestida de sillares de cantería y ladrillo. El interior está actualmente en restauración.
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<p>Edificio del siglo XIX, fue rehabilitado en 2005 para acoger conciertos de todo tipo. Hoy, es Centro Cultural de exposiciones y conciertos.</p>
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Se ha especulado con que el lugar donde se sitúa la Ermita San Salvador era el punto de confluencia de los caminos de Roncesvalles y d Somport, avanzando juntos hasta Puente la Reina y, posteriormente, hasta Compostela. Tiene una portada de medio punto con escudo gótico en la clave, del siglo XVI. Los muros son a base de sillares, mientras los contrafuertes y los arcos son de ladrillo, a excepción de la cabecera, que es también de sillar. En el interior, adosado al muro, se puede ver un panel de madera en relieve que narra diversos pasajes de la vida de San Guillén y Santa Felicia, mientras el presbiterio está presidido por una escultura de San Salvador, barroca, del siglo XVIII.
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Ermita construida en 1899, está situada en una pequeña colina a la entrada del pueblo. En su interior se puede ver la imagen del Santo Patrón de la localidad, sacada en procesión el 20 de enero, día de San Sebastián. Junto a la ermita hay un mirador con hermosas vistas a Sierra Nevada. En el suelo de la ermita fue enterrado el párroco de la iglesia de la Asunción, Eduardo Yáñez Marín. En 1994 se iniciaron una serie de obras de rehabilitación y conservación de la ermita, promovidas por el Ayuntamiento, los hermanos de las diferentes cofradías existentes en la parroquia y el artista oriundo Francisco Javier Marín, encargado de pintar el fresco del altar.