Hatshepsut
Desarrollo
Al fallecer Tutmosis II nos encontramos con un grave conflicto sucesorio que ha provocado apasionadas discusiones entre los especialistas. El faraón dejaba a su muerte dos hijas legítimas y un hijo ilegítimo. No era nada nuevo, ya que algo similar había ocurrido cuando murió Tutmosis I y la solución llegó con el matrimonio entre los hermanos. Parece que el pequeño Tutmosis -que posteriormente alcanzará el trono-, a pesar de ser ilegítimo, fue declarado heredero, quizá por intercesión del gran sacerdote de Amón, en cuyo templo se educaba el niño. El problema se produce cuando la reina Hatshepsut, esposa del difunto Tutmosis II, se declara regente y se convierte en la auténtica dueña de la situación. Tutmosis III será un convidado de piedra en este asunto ya que Hatshepsut lo apartará del poder, posiblemente encarcelándolo. Desde ese momento Hatshepsut hizo todo lo posible por ser considerada rey, vistiendo siempre como un hombre y suprimiendo en sus nombres y títulos las desinencias femeninas Hatshepsut se rodeó de un círculo de estrechos colaboradores , entre los que destaca el visir Hapuseneb, nombrado también gran sacerdote de Amón con el fin de tener sujeto a un colectivo que estaba alcanzado cada vez más fuerza. La política exterior llevada a cabo por la reina dista mucho de la de sus antecesores y sus sucesores. Se conformará con la organización de expediciones comerciales , recuperando la ruta al país de Punt, y la explotación de las canteras. Llama la atención el aumento de las construcciones que se producen en esta época, realizadas en su mayoría por el arquitecto Senmut, el favorito de la reina, destacando su templo funerario de Deir el-Bahari .