Durante el exilio y su inmediata etapa posterior (587-332 a. C.) no se prodigaron, obviamente, grandes construcciones. Pocos también fueron los monumentos palestinos de época helenística (332-68 a. C.); de la misma tal vez deban destacarse la Torre Hananeel, el Mausoleo de Tobías y el Templo de Araq el-Emir. Durante el período herodiano (37-4 a. C.) se asistió a una gran actividad constructora, destacando el tercer Templo de Jerusalén que fue destruido en el año 70 por Tito.