Cantigas de Santa María
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El esplendor artístico del "códice rico" de las Cantigas (Escorial TI 1. y Florencia, B.N. B.R.20) se aprecia con toda su magnificencia con el códice abierto en esas páginas en que se complementan las miniaturas de dos folios consecutivos -verso y recto- a modo de un díptico de doce viñetas. Pero para valorar su calidad pictórica y su preciosismo hay que acudir a la visión minuciosa y a la fotografía detallada. La técnica con la que se pintó el "códice rico" es la propia de un miniaturista en el sentido moderno del término. No es la iluminación, tan frecuente en la ilustración parisina e inglesa contemporáneas, en las que hay un derroche de colores planos que llenan el perfil de las figuras y que se aplicaban sobre una espesa capa de preparación sobre el pergamino, siendo muy abundantes los panes de oro y el costoso azul de ultramar. Aquí se pinta sobre el fondo blanco del pergamino y éste colabora en los efectos tonales del conjunto. Las pinturas de nuestro códice no utilizan nunca colores planos sino muy matizados y en los efectos volumétricos de las figuras, con auténticos escorzos tridimensionales, participan directamente los tonos blancos del fondo que los pintores utilizan con plena conciencia.