Casa de la Aduana
Localización
Desarrollo
El actual Ministerio de Hacienda es obra planteada para el cumplimiento específico de su función. A la manera de las grandes fachadas palaciales del barroco clásico italiano, esta obra, con categoría propia, pertenece a la arquitectura de carácter noble instituida por el rey Carlos III. Es un ejemplo de grandeza arquitectónica que corresponde más a las aspiraciones de un lenguaje académico que a una libre interpretación de las formas. No obstante, la concepción dinámica del edificio en sus espacios y la aplicación escultórica como rasgo central de la fachada, señalan el acercamiento a las cualidades del barroco romano tardío, con sus poderosas cornisas y el amplio uso de los vanos con frontones alternantes. El edificio irradia en el entorno urbano monumentalizando un enclave de la capital española de peculiares características. Presenta tres plantas coronadas por un ático que manifiesta una singular ligereza ascensional. La primer planta es más recia, construida con piedra almohadillada, presentando las junturas rehundidas en horizontal. Las dos plantas restantes están construidas en ladrillo, abriéndose sobrias ventanas rectangulares coronándose las del segundo con alternos frontones triangulares y curvos. La fachada se cierra con una cornisa sostenida por ménsulas onduladas. El espacio interior se resuelve en torno a tres patios con una escalera que unifica las tres plantas.