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Datos principales


Rango

XX3

Desarrollo


La abstracción formal del cubismo hermético fue superada paulatinamente. Si la analítica cubista había resuelto sin concesiones la transformación del objeto natural en objeto artístico, el objeto adquiere después mayor valor.Aquel otro elemento de la pintura de Cézanne que fue marginado, las calidades sensibles de la materia, empezó a apreciarse desde dentro de la funcionalidad cubista. Por otra parte, por sus preocupaciones analíticas, Picasso y Braque no lograban introducir el color en sus cuadros, y es después de que las dificultades de la abstracción se llevaran a un máximo, cuando empezó a citarse más explícitamente la realidad y el color en los cuadros.El primer cubismo desemboca así en 1912 en una pintura que empieza a convocar recuerdos objetivos de la naturaleza matérica. Lo mismo que se habían insertado las letras como signos de realidad, se incorporan ahora otros elementos reales, esta vez algunos que evocan virtualmente aspectos sensibles de la sustancia. Así, se simulan vetas de mármol, la superficie de una chapa de madera y otras texturas, particularmente el granulado y la rugosidad. A veces se espesa la pintura mediante la mezcla del óleo con otras materias (serrín, arena) para lograr esos efectos. Sólo algunas partes del cuadro se ven tocadas por tales sensaciones, de modo que se incorporan como citas fragmentarias. También se intercalaron papeles de periódico, papeles con imitaciones de vetas de madera o de mármol, o con otros diseños, que se pegaban sobre el lienzo o sobre el papel de dibujo.

Es así como nacieron los papiers collés, técnica con la que Georges Braque conseguirá dar con realizaciones deliciosas y enormemente sobrias. Braque, al contrario que Picasso, no fue partidario de mixtificar o complicar procedimientos, y sus composiciones suelen ser muy económicas, en especial después de haber comenzado a hacer collages.El primer collage lo llevó a cabo Pablo Picasso en mayo de 1912, con un pequeño lienzo oval que se tituló Naturaleza muerta con rejilla. Pegó sobre el lienzo un hule que llevaba impreso el dibujo de una rejilla de asiento, y lo integró pintando en parte sobre él. Resulta de ello una especie de parcela trompe-l'oeil de nuevo cuño.La obra del malagueño conoce una riquísima producción a raíz de los experimentos con papeles pegados. Picasso se manifiesta en este arte como un maestro sin parangón en la osadía y la capacidad de creación. Arriesga mucho en sus composiciones, prueba siempre como si fuera la primera vez y obtiene inquebrantablemente cuadros felices. Es ciertamente un maestro de la coherencia formal hasta en momentos de riesgo desbordante y de gran complejidad estilística. El intimismo de Braque es sosegado, de alegre sencillez, confiado y cándido, el de Picasso es más inquieto y fiero, más turbado por la realidad visual. En Picasso toda la realidad se presenta como intimidada por su presencia de creador y de hombre enamoradizo.Es verdad que para este momento de mayor relajamiento plástico, las creaciones de estos dos autores vuelven a distinguirse más entre sí.

Reaparecen sus personalidades después de la neutralidad subjetiva de las experiencias del cubismo analítico. Braque mantiene una especie de indeterminación musical en sus imágenes, que la musa plenamente visual de Picasso no acaba de compartir.Con los recursos que de aquí se derivan, las asociaciones sinestéticas se hacen más acusadas y el reconocimiento asociativo de los objetos resulta más accesible. Braque empezó a emplear con especial entrega papeles pintados con diseños que imitaban planchas de madera, los recortaba, habitualmente en patrones cuadrangulares, y los pegaba sobre el soporte, para proseguir luego dibujando. Los valores táctiles hallan aquí un nuevo juego estético. Estos ligeros engaños visuales hacen que la percepción se balancee entre una coseidad táctil y la irrealidad de un diseño en suspensión.

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