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Datos principales
Rango
Colonizaciones orientales
Desarrollo
Los artistas fenicios consiguieron del marfil unas cualidades estéticas inigualables; en Asiria, en Grecia, en Egipto o en Israel, se apreciaban sus obras por encima de cualquier otra cosa; estaban en los palacios de los reyes, en los templos y en las tumbas; representaban el lujo y el refinamiento; eran, sobre todo, objetos con tal sensibilidad material que podían alcanzar vida propia, como la hermosa doncella labrada por Pygmalión. El éxito de los marfiles entre sus clientes estimuló la exportación, y también la existencia de talleres dispersos. Las tumbas del Cabezo de la Joya (Huelva) y los túmulos de los Alcores de Carmona (Sevilla) han proporcionado el mayor número de piezas de marfil fenicio fabricadas en un taller occidental, que debió iniciar su producción en el siglo VII a. C., dentro de la estética orientalizante. Su localización se ha supuesto en Cádiz, por razones del predominio sobre cualquier otra colonia costera, aunque la propia ciudad no ha suministrado aún hallazgos significativos. Parece que los artesanos fenicios del marfil se instalaron en Cádiz tras la anexión de Fenicia por los asirios, cuando se produjo una cierta diáspora hacia Occidente; su diferencia con los instalados en Grecia y Etruria es el abandono de la plasticidad para fabricar exclusivamente placas con grabados y de temática reducida a las ornamentaciones florales, los animales más conocidos y pocas figuras humanas, entre las que está presente el héroe guerrero o cazador, pero no la mujer a la ventana. En los marfiles, como en los vasos de bronce , la artesanía fenicia occidental no alcanza grandes realizaciones; su importancia es mayor por la influencia en la transformación de las sociedades locales y por la difusión de los motivos iconográficos orientalizantes, pero ya como simple repertorio ornamental; en este aspecto, se aprecia la prevalencia de los intereses comerciales sobre una verdadera intención de colonización y transformación cultural.