Los primeros ceramistas
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Rango
Cazadoresandinos
Desarrollo
Entre el cuarto y tercer milenio antes de Cristo y en algún lugar en el norte del continente suramericano hizo su aparición una técnica y un arte que llegó a alcanzar un importantísimo desarrollo en épocas posteriores. Se trata de la fabricación de cerámica. No existe todavía un total acuerdo sobre si la cerámica más antigua corresponde a Puerto Hormiga, en la costa caribe colombiana, o a Valdivia, en el Pacífico ecuatoriano; o sobre si esta última procede de un desarrollo local, o es de origen amazónico o incluso transpacífico, de Japón. Pero puede afirmarse, tras una serie de investigaciones arqueológicas en la zona norte andina, que nos encontramos ante una región que es el escenario de un temprano desarrollo del arte cerámico, de los primeros indicios de esta nueva tecnología. Sea cual sea el primer foco originario, debieron desarrollarse una serie de tradiciones cerámicas en direcciones diferentes, tales como Canapote-Barlovento o Valdivia-Machalilla, y probablemente otras que no conocemos y que podrían encontrarse en zonas tropicales del oriente de los Andes. Nos encontramos ante los que los arqueólogos han denominado Períodos Formativos, etapas en las que ya se han formado las tradiciones culturales características de cada área, con los normales desfases cronológicos entre una y otra, pero en las que se encuentran unas manifestaciones artísticas peculiares e incluso estilos diferentes en cada cultura. En el Formativo la agricultura se ha convertido en una base económica realmente efectiva, con la rápida mejora y el perfeccionamiento de las plantas cultivadas en el período anterior, sobre todo de las más susceptibles al almacenamiento.
La vida sedentaria, concentrada ahora en grandes poblados se ha generalizado y el aumento de población es evidente. Los cambios en la organización social son otra de las características del período, pasando desde sociedades igualitarias, establecidas en poblados permanentes, sin diferencias significativas entre sus componentes en cuanto a estatus, riqueza o poder, hasta el surgimiento de sociedades estratificadas e incluso Estados. Y dentro del Formativo es el área Intermedia la primera que debe ser considerada no sólo porque los desarrollos culturales acaecidos en estas fechas fueron por delante de las otras áreas en esta región, sino sobre todo porque la aparición de ciertas técnicas y estilos artísticos, por primera vez en el continente americano, permitirán la comprensión de posteriores manifestaciones artísticas. El estudio del arte formativo en el área Intermedia debe comenzar con la cultura y el arte Valdivia, cuyo arte cerámico es el más antiguo conocido hasta ahora en el Nuevo Mundo. Cronológicamente corresponde al Formativo Temprano, entre 3200 y 2300 a. C. Geográficamente se sitúa en Ecuador, en la costa de la provincia de Guayas, isla de La Puná, parte de Los Ríos y regiones costeras de Manabí y El Oro. Es una región actualmente árida, pero que debió de ser más húmeda en las fechas de las que venimos hablando. Los primeros asentamientos conocidos de Valdivia se encontraban en la costa, en forma de grandes basureros con restos de conchas y peces, por lo que se caracterizó a Valdivia como una adaptación costera de cazadores-recolectores.
Dado el contrasentido que suponía la existencia a la vez de una cerámica compleja y completamente desarrollada y sin antecedentes conocidos, se estableció la hipótesis del origen japonés de dicha técnica cerámica. La hipótesis se fundamentaba también en evidencias cronológicas y culturales. En Kyushu, en el centro-oeste de Japón, la cerámica Jomón se fabricaba 4.000 años antes de su aparición en Ecuador y las técnicas decorativas de Jomón medio eran semejantes a las de Valdivia. Las corrientes marinas favorecían la hipótesis del arribo casual de pescadores jomón a las costas ecuatorianas, aunque algunos autores eran partidarios de la idea de una verdadera expedición colonizadora desde el continente asiático. Pero descubrimientos posteriores pusieron en duda dichas hipótesis. En los años setenta, el hallazgo de nuevos yacimientos Valdivia en el interior, con agricultura desarrollada y sin ninguna dependencia marítima, cambiaba el escenario de manera espectacular. Destaca el sitio de Real Alto, cuya ocupación más temprana se remonta al 3200 a. C., con viviendas de planta elíptica, hechas de palos flexibles y cubiertas de paja u hojas de palma, de unos 10,3 por 8 m, al estilo de las malocas o viviendas comunales del alto Amazonas. Las casas se organizaban en herradura, en tomo a un espacio central, como en el oriente de Brasil y aparecen también casas de hombres en el centro del poblado. El asentamiento de éste y otros poblados indica una dependencia de la agricultura, pero hay además evidencias de otro tipo, como la existencia de gran cantidad de manos y metates, relacionados con la molienda del maíz.
Hay también cerámica decorada con impresiones de granos de maíz, adornos de vasijas con mazorcas modeladas e incluso hallazgos de algún grano de maíz carbonizado. La cerámica Valdivia tenía ya un contexto apropiado y es evidente, por las fechas en las que hace su aparición en otras áreas, que la costa ecuatoriana debió ser el o uno de los focos originarios de esta técnica en América, por lo menos de la cerámica de lujo, de técnica elaborada. Ello no invalida la hipótesis de otros focos originarios, de tradición local, y de fabricación más rudimentaria. Y es la cerámica una de las artes más notables de Valdivia. Las formas se reducen a dos o tres básicas, pero la variedad sobre estos modelos es grande y lo es más la cantidad de técnicas decorativas. Se modela a mano o por enrollamiento (adujado) y la cocción se hace oxidante o reductora a fin de obtener coloraciones diversas. Las formas más características son jarros redondeados, de boca ancha, con borde acampanado o entrante. Hay también cuencos sencillos, carenados o con cuatro pequeños soportes, y algunos tienen el borde almenado o lobulado. Las bases son generalmente cóncavas. Las superficies están ligera o cuidadosamente pulidas y más del 20 por 100 tienen un engobe o baño rojo brillante. Las técnicas decorativas, casi siempre por modificación de la superficie, incluyen acanalados, arrastrados y decorados con uñas y dedos; punteados, biselados y recortados, brochado y corrugado. Hay estampados con conchas, con cuerdas y en zigzag y diferentes clases de incisiones, escisiones y grabados, así como modelado, peinado, tiras sobrepuestas y, cuando se introduce la pintura, rojo pulido, rojo punteado o rojo inciso. A veces se emplean varias técnicas decorativas en el mismo vaso. Las formas y la decoración de la cerámica cambiaron lógicamente a lo largo del proceso cultural de Valdivia, por lo que se han establecido ocho fases cerámicas que reflejan también cambios culturales.
La vida sedentaria, concentrada ahora en grandes poblados se ha generalizado y el aumento de población es evidente. Los cambios en la organización social son otra de las características del período, pasando desde sociedades igualitarias, establecidas en poblados permanentes, sin diferencias significativas entre sus componentes en cuanto a estatus, riqueza o poder, hasta el surgimiento de sociedades estratificadas e incluso Estados. Y dentro del Formativo es el área Intermedia la primera que debe ser considerada no sólo porque los desarrollos culturales acaecidos en estas fechas fueron por delante de las otras áreas en esta región, sino sobre todo porque la aparición de ciertas técnicas y estilos artísticos, por primera vez en el continente americano, permitirán la comprensión de posteriores manifestaciones artísticas. El estudio del arte formativo en el área Intermedia debe comenzar con la cultura y el arte Valdivia, cuyo arte cerámico es el más antiguo conocido hasta ahora en el Nuevo Mundo. Cronológicamente corresponde al Formativo Temprano, entre 3200 y 2300 a. C. Geográficamente se sitúa en Ecuador, en la costa de la provincia de Guayas, isla de La Puná, parte de Los Ríos y regiones costeras de Manabí y El Oro. Es una región actualmente árida, pero que debió de ser más húmeda en las fechas de las que venimos hablando. Los primeros asentamientos conocidos de Valdivia se encontraban en la costa, en forma de grandes basureros con restos de conchas y peces, por lo que se caracterizó a Valdivia como una adaptación costera de cazadores-recolectores.
Dado el contrasentido que suponía la existencia a la vez de una cerámica compleja y completamente desarrollada y sin antecedentes conocidos, se estableció la hipótesis del origen japonés de dicha técnica cerámica. La hipótesis se fundamentaba también en evidencias cronológicas y culturales. En Kyushu, en el centro-oeste de Japón, la cerámica Jomón se fabricaba 4.000 años antes de su aparición en Ecuador y las técnicas decorativas de Jomón medio eran semejantes a las de Valdivia. Las corrientes marinas favorecían la hipótesis del arribo casual de pescadores jomón a las costas ecuatorianas, aunque algunos autores eran partidarios de la idea de una verdadera expedición colonizadora desde el continente asiático. Pero descubrimientos posteriores pusieron en duda dichas hipótesis. En los años setenta, el hallazgo de nuevos yacimientos Valdivia en el interior, con agricultura desarrollada y sin ninguna dependencia marítima, cambiaba el escenario de manera espectacular. Destaca el sitio de Real Alto, cuya ocupación más temprana se remonta al 3200 a. C., con viviendas de planta elíptica, hechas de palos flexibles y cubiertas de paja u hojas de palma, de unos 10,3 por 8 m, al estilo de las malocas o viviendas comunales del alto Amazonas. Las casas se organizaban en herradura, en tomo a un espacio central, como en el oriente de Brasil y aparecen también casas de hombres en el centro del poblado. El asentamiento de éste y otros poblados indica una dependencia de la agricultura, pero hay además evidencias de otro tipo, como la existencia de gran cantidad de manos y metates, relacionados con la molienda del maíz.
Hay también cerámica decorada con impresiones de granos de maíz, adornos de vasijas con mazorcas modeladas e incluso hallazgos de algún grano de maíz carbonizado. La cerámica Valdivia tenía ya un contexto apropiado y es evidente, por las fechas en las que hace su aparición en otras áreas, que la costa ecuatoriana debió ser el o uno de los focos originarios de esta técnica en América, por lo menos de la cerámica de lujo, de técnica elaborada. Ello no invalida la hipótesis de otros focos originarios, de tradición local, y de fabricación más rudimentaria. Y es la cerámica una de las artes más notables de Valdivia. Las formas se reducen a dos o tres básicas, pero la variedad sobre estos modelos es grande y lo es más la cantidad de técnicas decorativas. Se modela a mano o por enrollamiento (adujado) y la cocción se hace oxidante o reductora a fin de obtener coloraciones diversas. Las formas más características son jarros redondeados, de boca ancha, con borde acampanado o entrante. Hay también cuencos sencillos, carenados o con cuatro pequeños soportes, y algunos tienen el borde almenado o lobulado. Las bases son generalmente cóncavas. Las superficies están ligera o cuidadosamente pulidas y más del 20 por 100 tienen un engobe o baño rojo brillante. Las técnicas decorativas, casi siempre por modificación de la superficie, incluyen acanalados, arrastrados y decorados con uñas y dedos; punteados, biselados y recortados, brochado y corrugado. Hay estampados con conchas, con cuerdas y en zigzag y diferentes clases de incisiones, escisiones y grabados, así como modelado, peinado, tiras sobrepuestas y, cuando se introduce la pintura, rojo pulido, rojo punteado o rojo inciso. A veces se emplean varias técnicas decorativas en el mismo vaso. Las formas y la decoración de la cerámica cambiaron lógicamente a lo largo del proceso cultural de Valdivia, por lo que se han establecido ocho fases cerámicas que reflejan también cambios culturales.