Espinosa de los Monteros

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Datos principales


Tipo

Pueblo o ciudad

Antecesor

Burgos

Localización


Desarrollo


Pueblo de la provincia de Burgos, en plena comarca de las Merindades, se encuentra a 96 km de la capital provincial. Muy probablemente los primeros pobladores de estas tierras fueron los vacceos, lo que debió ocurrir hacia el siglo VIII a.C. Éstos ocuparon un lugar en alto, con buenas posibilidades de defensa y un curso de agua cercano. El poblado recibió el nombre de Velliga y, cuando se produjo la invasión de las legiones romanas, fue uno de los lugares del norte peninsular que opuso una resistencia más encarnizada. Pese a ello, la población hubo finalmente de claudicar, pasando Velliga a ser de dominio romano. La contienda hizo que el poblado resultara destruido, si bien los romanos procedieron a reconstruirlo y rodear con una muralla. Por este motivo fue llamada entonces Barrutha o Barrustha, es decir, lugar cercado. En los momentos finales de la etapa visigoda la población comienza a expansionarse. Surgen nuevos núcleos como Santotis, Nestedo, San Miguel, Villaverde, Santiago, Santuyán, San Pedro de Tasugueras y San Juan. En conjunto, todas estos poblados recibieron el nombre de Val de Espina -que pasará a ser más adelante Val de Espinosa- debido a la abundancia de esta planta en la zona. La entrada de los musulmanes en la Península en el año 711 afecta también a Espinosa y sus moradores. En esta zona se libran diversas contiendas entre los resistentes cristianos del norte peninsular y los invasores, destacando los espinosiegos en la defensa de su población.

La victoria de los vecinos de Espinosa quedó reflejada en su escudo que, en el que aparece un escudo de oro y en él un espino verde con majuelas coloradas y tronco pardillo, lo que se añadió al castillo que ya antes aparecía. Pese a la victoria, esta zona será tierra de frontera y permanecerá, por tanto, prácticamente despoblada. Y nuevamente será atacada y asolada, esta vez hacia el año 920. Durante la llamada Reconquista se produce el hecho más trascendental de la historia de Espinosa. Corría el año 1006 cuando el conde Sancho García invitó a un rey árabe a cazar con él. Aceptada la invitación, la cacería y fiestas posteriores fueron ocasión para que se conocieran y entablaran relación amatoria el monarca musulmán y la madre del conde castellano, doña Aba. Como quiera que dicha relación no era del agrado de don Sancho, los amantes planearon asesinarle y, de paso, quedarse con sus posesiones. Para ello planearon que doña Aba daría de beber a su hijo de una copa envenenada y que, cuando una vez hecho esto, arrojaría una gran cantidad de paja al Duero para avisar a los musulmanes, quienes caerían por sorpresa sobre los cristianos y se apresurarían a tomar el condado. Planeada la traición, los acontecimientos sin embargo no se desarrollaron como esperaban sus protagonistas. Una camarera de doña Aba, de nombre Cobigera, enterada de la trama se la contó a su marido Sancho Espinosa Peláez, escudero y mayordomo de don Sancho. Puesto el conde en antecedentes, éste resolvió seguir, de momento, como si nada.

A la tarde, de regreso de una cacería, su madre le entregó una copa para calmar su sed, pero cuál no sería su sorpresa cuando don Sancho rechazó la invitación y exigió a su madre que probara el bebedizo. Amenazada de muerte, doña Aba probó de la copa y cayó muerta al poco tiempo. Don Sancho prosiguió entonces con su plan e hizo arrojar paja al río, lo que provocó que los musulmanes marcharan al ataque, creyendo que caerían por sorpresa sobre los cristianos. Sin embargo, éstos les abordaron por el camino y consiguieron infligirles una dura derrota. Agradecido por la ayuda prestada, el conde encomendó su guarda personal en adelante a su fiel escudero Sancho Espinosa y a sus descendientes, lo que será el germen del futuro Cuerpo de Monteros de Espinosa, guardia personal de los monarcas españoles durante casi nueve siglos. Como pago, la villa de Espinosa recibirá en 1501 el privilegio de organizar un mercado semanal. La participación de Espinosa en la historia de España no queda aquí, siendo otros los episodios en los que tuvo un papel protagonista. Las velas de la Armada de Inglaterra -la tristemente famosa Invencible- fueron confeccionadas por vecinos de la villa y, en 1808 se produjo aquí una cruenta batalla, en la que las tropas españolas fueron derrotadas por las francesas. El peso de tan larga y fecunda historia dejó en Espinosa una buena lista de monumentos, entre los cuales es preciso citar el Castillo de los Condestables o de los Velasco, los palacios de Chiloeches y del Marqués de Legarda, o la iglesia de Santa Cecilia.

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