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Datos principales


Desarrollo


El pez tiburón Mes y medio empleó Cortés en lo que hemos dicho hasta ahora, desde que dejó Cuba. Partió Cortés de esa isla, dejando a los naturales de ella muy amigos de los españoles; y tomando mucha cera y miel que le dieran, pasó a Yucatán, y se fue pegado a tierra para buscar el navío que le faltaba, y cuando llegó a la punta de las Mujeres calmó el tiempo, y se estuvo allí dos días esperando viento, en los cuales tomaron sal, pues hay allí muchas salinas, y un tiburón con anzuelo y lazos. No le pudieron subir al navío porque daba mucho lado, pues era pequeño y el pez muy grande. Desde el batel le mataron en el agua y le hicieron pedazos, y así lo metieron dentro del batel, y de allí al navío, con los aparejos de guindar. Le hallaron dentro más de quinientas raciones de tocino, porque, según dicen, había diez tocinos que estaban a desalar colgados de los navíos; y como el tiburón es tragón, que por eso algunos le llaman ligurón, y como halló aquel aparejo, pudo engullir a su placer. También se halló dentro de su buche un plato de estaño, que se cayó de la nao de Pedro de Albarado y tres zapatos desechados, además de un queso. Esto afirman de aquel tiburón; y en verdad, que traga tan desaforadamente que parece increíble; porque yo he oído jurar por Dios a personas de bien, que han visto muchas veces estos tiburones muertos y abiertos, que se han hallado dentro de ellos cosas que, si no las vieran, las tendrían por imposibles; como decir que un tiburón se traga uno, dos y más pellejos de carneros con la cabeza y cuernos enteros, conforme los arrojan al mar, por no pelarlos.

Es el tiburón un pez largo y grueso, y alguno de ocho palmos de cintura y de doce pies de largo. Muchos de ellos tienen dos hileras de dientes, una junto a otra, que parecen sierra o almenas; la boca está en proporción del cuerpo, el buche disforme de grande. Tiene el cuero como el cazón. El macho tiene dos miembros para engendrar, y la hembra no más uno, la cual pare de una vez veinte o treinta tiburoncillos, y hasta cuarenta. Es pescado que acomete a una vaca y a un caballo cuando pace o bebe a orillas de los ríos, y se come un hombre, como quiso hacer uno al calachuni de Acuzamil, que le cortó los dedos de un pie cuando no lo pudo llevar entero, porque le socorrieron. Es tan goloso, que se va tras una nao, para comer lo que de ella echan y cae, quinientas y hasta mil leguas; y es tan ligero, que anda más que ella aunque lleve más próspero tiempo, y dicen que tres veces más, porque al mayor correr de la nave le da él dos y tres vueltas alrededor, y tan superficialmente, que se aparece y se ve cómo lo anda. No es muy bueno de comer por ser duro y desabrido, aunque abastece mucho un navío hecho tasajos en sal o al aire. Cuentan aquellos de la armada de Cortés que comieron del tocino que sacaron al tiburón del cuerpo, que sabia mejor que lo otro, y que muchos conocieron sus raciones por las ataduras y cuerdas.

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