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Datos principales


Desarrollo


Conquista de Tochtepec y Coazacoalco, que hizo Gonzalo de Sandoval Al tiempo que México se rebeló y arrojó fuera a los españoles, se rebelaron también todos los pueblos de su bando, y mataron a los españoles que andaban por la tierra descubriendo minas y otros secretos. Mas la guerra de México no había dado lugar al castigo; y como los más culpables eran Huatuxco, Tochtepec y otros lugares de la costa, envió allá desde Culuacan, a fin de octubre del año 21, a Gonzalo de Sandoval con doscientos españoles a pie, con treinta y cinco de a caballo y con un razonable ejército de amigos, en el que iban algunos señores mexicanos. Al llegar a Huatuxco se le rindió toda aquella tierra. Pobló en Tochtepec, que está de México a ciento veinte leguas, y le llamó Medellín por mandato de Cortés y en su honor, que así se llama donde nació. De Tochtepec fue después Sandoval a poblar en Coazacoalco, pensando que los de aquel reino estaban amigos de Cortés, como lo habían prometido a Diego de Ordás cuando fue allá en vida de Moctezuma. No halló en ellos buena acogida, ni aun voluntad de su amistad. Les dijo que los iba a visitar de parte de Cortés, y a saber si necesitaban algo. Ellos le respondieron que no tenían necesidad de su gente ni amistad; que se volviese con Dios. Él les pidió la palabra, y les rogó con la paz y religión cristiana mas no la quisieron; antes bien se armaron, amenazándole con la muerte. Sandoval no hubiese querido guerra; pero como no podía hacer otra cosa, asaltó de noche un lugar, donde prendió a una señora que fue parte para que llegasen los nuestros al río sin contienda, y se apoderasen de Coazacoalco y sus riberas.

A cuatro leguas del mar pobló la villa del Espíritu Santo, pues no se halló antes buen sitio. Atrajo a su amistad a Quechollan, Ciuatlan, Quezaltepec, Tabasco, que luego se rebelaron, y otros muchos pueblos, que se encomendaron a los pobladores del Espíritu Santo por cédula de Cortés. En este mismo tiempo se conquistó Huaxacac con mucha parte de la provincia de Mixtecapan, porque daban guerra a los de Tepeacac y a sus aliados. Hubo tres encuentros, en los que murió mucha gente antes que se entregasen y consintiesen a los nuestros poblar en su tierra. Conquista de Tututepec Deseaba Cortés tener tierra y puertos en el mar del Sur para descubrir por allí la costa de la Nueva España, y algunas islas ricas de oro, piedras, perlas, especias, y otras cosas y secretos admirables, y hasta traer por allí la especiería de las Molucas con menos trabajo peligro; y como tenía noticia de aquel mar desde el tiempo de Moctezuma, y entonces se le ofrecían a ello los de Michuacan, envió allí cuatro españoles por dos caminos con buenos guías; los cuales fueron a Tecoantepec, Zacatollan y otros pueblos. Tomaron posesión de aquel mar y tierra, poniendo cruces. Dijeron a los naturales su embajada; pidieron oro, perlas y hombres para la vuelta y para mostrar a su capitán, y se volvieron a México. Cortés trató muy bien a aquellos indios; les dio algunas cosas, y muchos saludos y ofrecimientos para su rey, con lo que se fueron alegres. Envió luego el señor de Tecoantepec un presente de oro, algodón, pluma y armas, ofreciendo su persona y estado al Emperador; y no mucho después pidió españoles y caballos contra los de Tututepec, que le hacían la guerra por haberse entregado a los cristianos, mostrándoles el mar.

Cortés le envió a Pedro de Albarado el año 22, y no 23, con doscientos españoles, cuarenta de a caballo y dos tirillos de campo. Albarado fue por Huaxacac, que ya estaba pacífica; tardó un mes en llegar a Tututepec; halló en algunos pueblos resistencia, mas no perseverancia. Le recibió bien el señor de aquella provincia, y quiso aposentarlo dentro de Tututepec, que es una gran ciudad, en unas casas suyas, muy buenas, aunque cubiertas de paja, con el pensamiento de quemar a los españoles aquella noche; mas Albarado, que lo sospechó o le avisaron, no quiso quedarse allí, diciendo que no era bueno para sus caballos, y se aposentó en la parte baja de la ciudad, y detuvo al señor y a un hijo suyo; los cuales se rescataron en veinticinco mil castellanos de oro; pues la tierra es rica en minas y ferias y en algunas perlas. Pobló Albarado en Tututepec; la llamó Segura. Pasó allí los vecinos de la otra Segura de la Frontera, que ya no tenían enemigos, y les encomendó las provincias de Coaztlauac, Tachquiauco y otras, con cédulas de Cortés. Vino Albarado a negociar cosas del nuevo pueblo con Cortés; y los vecinos en su ausencia dejaron el lugar, por las pasiones que, había, y se metieron en Huaxacac; por lo cual envió Cortés allí a Diego de Ocampo, su alcalde mayor, como pesquisidor, que condenó a uno a muerte; mas Cortés se la mudó en destierro, en grado de apelación. Murió en esto el señor de Tututepec, tras cuya muerte se rebelaron algunos pueblos de la comarca. Volvió allá Pedro de Albarado; peleó, y aunque le mataron a algunos españoles y otros amigos, los redujo como antes; pero no se pobló más Segura.

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