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Datos principales


Desarrollo


De algunas guerras que tuvieron Tezozómoc rey de Azcaputzalco y los señores mexicanos, ampliando su señorío; y de la sucesión de Acamapichtli en el reino de los culhuas por Illancueitl, su mujer y otras cosas que sucedieron hasta la muerte de Techotlalatzin Así como entró en la sucesión del reino Tezozómoc, convocó a sus dos hermanos Hepcoatzin y Acamapichtli señores de México, para hacer guerra contra Tzonpantecuhtli, rey que a la sazón era del reino de los otomíes, que tenían su corte en Xaltocan y contra los de Cuauhtitlan y Tepotzotlan y juntando para el efecto sus gentes fueron sobre ellos y de tal manera hicieron la guerra, que se apoderaron del reino de los otomíes y Tzonpantecuhtli, su señor, determinó irse huyendo a la provincia de Metztitlan de donde lo era también. Techotlalatzin viendo estas alteraciones, juntó su gente y se puso con ella en Chicunauhtla, para desde allí conocer los designios de los tepanecas y mexicanos y aquella noche, cuando dieron la batalla a Tzonpantecuhtli y le ganaron la ciudad de Xaltocan, paso cerca de su ejército un escuadrón de los otomíes que iban huyendo y llevaban en medio de él mucha gente miserable de mujeres, niños y viejos; entendiendo que eran algunos de los enemigos, que pretendían entrarse en las tierras del reino de Tetzcuco, fue en su seguimiento hasta Tezontépec en donde echó de ver que era gente forajida; y como supo de su calamidad, trabajos y que era gente doméstica, los mandó volver y les dio tierras y lugares en la provincia que desde entonces se llamó de Otopan para que los poblasen y Tezozómoc se alzó con el reino de los otomíes desde este tiempo y con la provincia de Mazahuacan y con la de Coauhtitlan y Tepozotlan, dando y repartiendo algunos pueblos y lugares a los señores mexicanos.

Asimismo vinieron otros otomíes del reino de los tepanecas y de la provincia de Cuahuacan para que los amparase y les diese tierras en que poblar, porque Tezozómoc su señor los tenía muy oprimidos con hechos y tributos excesivos que cada día les imponía; el cual los admitió y envió a poblar en Yahualiuhcan y Macapan, en donde permanecieron. Acamapichtli señor de los tenochcas, viéndose ya en esta sazón poderoso y favorecido del rey Tezozómoc y de Hepcoatzin, sus hermanos, procuró introducirse y alzarse con el reino de los culhuas, por el derecho que pretendía tener por Yllancueitl su mujer, hija, aunque menor, de Achitometzin; lo cual hizo con facilidad. Lo uno porque en aquella sazón Coxcoxtzin que era rey de los culhuas, estaba desflaquecido de gente y señorío, pues el de Coatlichan lo había dejado a su hermano Mococomatzin con la codicia de heredar el reino de los culhuas, como en efecto lo heredó; y lo otro porque entre los mismos culhuas había bandos y discordias sobre sus idolatrías y antigüedades de sus dioses; y así Acamapichtli se apoderó del reino sin contradicción ninguna y Coxcoxtzin se fue a Coatlichan y con él algunos de los culhuas de la parte caída; que poblaron en Coatlichan y de los mismos que fueron a Tetzcuco, como queda atrás referido. Acamapichtli no quiso asistir en Culhuacan cabecera de aquel reino, sino que puso un gobernador del que fue su nieto Quetzaloya hijo de Chalchiutlatónac señor de Coiohuacan; el cual y su hermano Hepcoatzin señor de Tlatelolco murieron ambos casi a un tiempo, habiendo reinado cincuenta y un años según la Historia general, que es la que sigo.

Y entró en la sucesión Huitzilihuitzin, el cual casó con Tetzihuatzin, hija de Acolnahuacatzin, señor de Tlacopan y de Tzihuacxochitzin; en la cual tuvo ocho hijos; el primero que fue Chimalpopocatzin, que le heredó en el señorío; la segunda Matlatzihuatzin que casó con Ixtlilxochitzin rey de Tetzcuco; el tercero Omipoxtectzin; el cuarto Tlatopilia; el quinto Zacahuehuetzin; el sexto Itzcoatzin, que asimismo vino a ser rey de México; el séptimo Temilotzin; el octavo y último, Temictzin. A Hepcoatzin sucedió en el señorío de Tlatelolco, Quaquauhpitzáhuac, el cual casó con Coaxochitzin, señor de la casa de Coatlichan, y tuvo tres hijos; que fue el primero Amantzin; el segundo Tlacateotzin, tercer señor de Tlatelolco y a la última y tercera Matlalatzin. El rey Tezozómoc casó con Chalchiuhcozcatzin en quien tuvo once hijos; que el primero fue Maxtla que después le sucedió en el reino; el segundo Tecuhicpaltzin; el tercero Tayatzin; la cuarta Cuetlachcihuatzin, que caso con Tlacateotzin señor de Tlatelolco; la quinta Cuetlaxxochitzin, que casó con Xilomantzin hijo de Quetzalia de Culhuacan; la sexta Tzihuacxochitzin, que caso con Acolnahuacatzin señor de Tlacopan; la séptima Chalchiuhcihuatzin, que casó con Tlatocatlatzacuilotzin señor de Acolman; la octava Tecpaxochitzin, que habiendo sido casada con Técpatl, señor de Atotonlico, la repudió y después pretendió su padre darla por mujer legítima a Ixtlilxochitzin rey de Tetzcuco, el cual no la admitió sino por concubina, que fue una de las causas en que se fundó Tezozómoc para tiranizar el imperio; la novena se llamó Papaloxochitzin, que casó con Opantecuhtli señor de Coatlichan; los otros últimos fueron hembras.

Cerca de los fines del imperio de Techtlalatzin murieron Quacluauhpitzáhuac señor de Tlatelolco y entró en su lugar Tlacateotzin su hijo, que tuvo en Cuetlachcihuatzin, hija de Tezozómoc, tres hijos; los dos que fueron varones nacieron de un vientre, los cuales se llamaron Tzontecomoctzin y Quauhtlatoatzin Y asimismo murió Huitzilihuitzin y entró en la sucesión del señorío de Thenotitlan y reino de los culhuas Chimalpopocatzin, el cual casó con Matlalatzin, hija de Quaquauhtipitzáhuac señor de Tlatelolco, en la cual tuvo siete hijos; que los dos últimos fueron Quatlecoatzin y Motecuhzomatzin Ilhuacamina, primero de este nombre que vino a ser rey de México, y el menor de todos sus hermanos. Habiendo sucedido y pasado todas las cosas referidas, murió el emperador Techotlalatzin en sus palacios de Oztotícpac dentro de la ciudad de Tetzcuco (después de haber gobernado ciento y cuatro años), con gran sentimiento de todos los del imperio que a la sazón había en esta Nueva España que eran entre reyes y señores sesenta y siete, según por la Historia general parece, y se hallaron los más de ellos en sus honras y entierros que fue el año de 1357 de la encarnación de Cristo nuestro señor que llaman chicuecalli.

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