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Datos principales


Desarrollo


Capítulo veinte y uno De los grados por donde subían hasta hazerse tecutlatos Los grados y trances por donde subían los que havían de llegar a las mayores dignidades eran estos que se siguen. Cuando eran pequeñuelos andavan motilados o atusada la cabeça. Y llegando a diez años dexávanle crecer una bedixa de cabellos en el cogote, lo cual ellos llamavan mocuexpaltía. A los quinze años tenían ya aquella bedixa larga, y llamávanlos cuexpalchicácpul, porque aún ninguna cosa notable havía hecho en la guerra; y si en la guerra acontecía que él y otro, o él y otros dos o tres o más captivavan a alguno de los enemigos, quitávanle la bedixa de los cabellos, y aquello era señal de honra. Cuando entre dos o tres o cuatro o más captivavan a uno de los enemigos, dividíanle de esta manera: que el que más se havía señalado en este negocio, tomava el cuerpo del captivo, y el muslo y pierna derecha; y el que era segundo tomava el muslo y pierna izquierda; y el que era tercero tomava el braço derecho; y el que era el cuarto tomava el braço izquierdo -esto se entiende desde el codo arriba-; el que era quinto tomava el braço derecho desde el codo abaxo; y el que era sexto tomava el braço izquierdo desde el codo abaxo. Y cuando le quitavan la bedixa del colodrillo, dexávanle una bedixa sobre la oreja derecha que le cubría la oreja a solo un lado, que era el derecho, y con esto parecía que tenía otra presencia más honrada, que era señal que en compañía de otros havía captivado a alguno.

Y por haver captivado, con compañeros y haver dexádole la bedixa en señal de honra, saludávanle sus abuelos o sus tíos, diziéndole: "Nieto nuestro, hate lavado la cara el sol y la tierra. Ya tienes otra cara, porque te atreviste y te esforçaste a captivar en compañía de otros. Mira que te valdría más perderte y que te captivassen tus enemigos, que no que otra vez captivasses en compañía de otros, porque si esto fuesse, pondríante otra bedixa de la parte de la otra oreja, que pareciesses muchacha. Y más te valdría murir que acontecerte esto." Y el mancebo que aún teniendo bedixa en el cogote iva a la guerra dos o tres vezes, cuando bolvía sin captivar por sí ni en compañía, llamávanle por afrenta cuexpalchicácpul, que quiere dezir "vellaco que tiene bedixa en el cogote", que no ha sido para nada en las vezes que ha ido a la guerra; y esto era grande afrenta para el tal. Y con esto se esforçava a arrojarse contra sus enemigos, para siquiera en compañía captivar a alguno. Y cuando estos tales en compañía de otros captivavan, quitávanles la bedixa y echávanle un casquete de pluma apegado a la cabeça. Y los que no captivavan ni en compañía ni de otra manera, no los quitavan la bedixa, ni los echavan casquete de pluma, sino hazíanlos una corona en medio de la cabeça, que era suma afrenta. Y si éste a quien hizieron la corona por afrenta tenía qué comer, tenía maizales o otra hazienda, bivía de su hazienda y no curava de la guerra, sino quitávase la bedixa; este tal no le era lícito traer manta de algodón ni mastle de algodón, sino manta de ichtli y mastle de ichtli, sin ningún labor.

Esto era señal de villano. El mancebo la primera vez que entrava en la guerra por sí solo captivava a alguno de los enemigos, llamávanle telpuchyaquitlamani, que quiere dezir "mancebo guerrero y captivador", y llevávanle delante del señor a palacio para que fuesse conocido por fuerte. Entonce dávale licencia el señor que se pudiesse teñir el cuerpo con color amarilla, y la cara con color colorada, toda la cara, y las sienes con color amarilla. Esto hazían la primera vez los mayordomos del señor en señal de honra. Desque este mancebo estava teñido como arriba se dixo, el señor le dava dones, que era una manta con unas listas labradas de color morado, y otra manta labrada de otros ciertos labores, que se llamava colotlapalli; y también le dava un mastle labrado de colorado, largo, que estuviesse bien colgado, y otro mastle labrado de todas colores. Esto le davan por ensiñias de honra, y de allí adelante tenía licencia de traer mantas y mastles labradas siempre. El que por sí captivava dos, también le llevavan delante del señor a la casa real, y dávanle dones como arriba está dicho. Y al que prendía por sí tres, dávanle dones como está dicho, y dávanle también autoridad para tener cargo en la guerra de otros. Y también davan autoridad a estos semejantes para que fuessen elegidos para criar los mancebos en el telpuchcalli. También tenían autoridad para mandar a los mancebos que fuessen a cantar a la casa donde deprendían a cantar de noche. Y a los que por sí prendían cuatro captivos, mandava el señor que los cortassen los cabellos como a capitán.

Llamávanle capitán, diziendo : el capitán mexícatl, o el capitán tolnaoácatl, o el capitán cioatecpanécatl, o otros nombres que cuadravan a los capitanes. De allí adelante se podían sentar en los estrados que ellos usavan de petates y icpales en la sala donde se asentavan los otros capitanes y otros valientes hombres, como son tlacochcálcatl, tlacatécatl, ticociauácatl, atenpanécatl, los cuales son primeros y principales en los asientos, y tienen barbotes largos, y orejeras de cuero, y borlas en la cabeça, con que están compuestos. Y aquéllos que captivavan por sí seis o siete o diez de los enemigos, si estos captivos eran cuextecas o tenimes, no por esso los ponían con los más principales arriba dichos; solamente los llamavan capitanes. Y para subir a la honra de los de arriba dichos era menester que captivassen de Atlixco o de Uexotzinco o de Tliliuhquitépec. Cualquiera que de estos dichos captivavan hasta cinco, poníanlos entre los mayores y más honrados capitanes, por valientes y esforçados capitanes que se llamava cuauhyácatl, que quiere dezir "águila que guía". Y el señor a este tal le dava un barbote largo, verde, y borla para ponerse en la cabeça con unas listas de plata entrepuestas en las plumas de la borla. Y también le dava orejeras de cuero, y una manta rica que se llamava cuechintli; también le dava una manta que llamavan chicoapalnacazminqui; quiere dezir "manta teñida de dos colores, la mitad de un color y la mitad de otro, de esquina a esquina"; y una manta con correas colgadas y atadas, sembradas por toda ella. Y si captivava dos de Atlixco o de Uexotzinco, era este tal tenido por terrible y valentíssimo, y dávanle un barbote largo, de ámbar amarillo, y otro de chalchíuitl verde, y usava de ambos. Fin

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