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Desarrollo


Capítulo honze Trata de la suxeçión y serbidumbre que hizeron los tepanecas a los mexicanos, quedando el campo y pueblo de tepanecas a los mexicanos Para amansar y traer a paz a los mexicanos, que tan puxantes y orgullosos estauan contra los tepanecas, dixeron: "Señores mexicanos, como bençidos somos de bosotros ya os tenemos dadas nras hermanas y hijas que os sirban y buestras mugeres, y nos proferimos a basallaxe; y de todas las bezes que fuéredes en guerras y batallas con estraños, yremos nosotros como basallos y lleuaremos a cuestas uro matalotaxe y lleuaremos a cuestas uras armas, y si en caso las guerras alguno o algunos de los mexicanos murieren, nos proferimos a traeros los cuerpos cargados a ura tierra y çiudad a ser con onrra terrados; y benidos seáis de las guerras y antes y después, barreremos, rregaremos uras casas, ternemos cuidado de bosotros con nros serbiçios personales, pues ansí estamos obligados conforme a usança de guerra y nosotros de serbidumbre". Y tendido esto por los mexicanos, esta rresoluçión y promesa, juntáronse uno todos los mexicanos, dixeron: "Ya, mexicanos y hermanos nros, ya abéis oydo y bisto las promesas y suxeçión, dominio con que se someten a nosotros estos tepanecas azcapuçalcas, ofreçiéndose darnos para nras casas madera, tablazón, piedra, cal, y senbrarnos maíz, frisol, calabaça, espeçia de la tierra (chile, tomate), y ser nros criados y los mayores de ellos nros mayordomos.

11v E agora de presente es nro pueblo y nros basallos los de Azcapuçalco, agora, como tales señores somos de ellos, haremos rrepartiçión tre nosotros de tierras tienen; e asimismo bosotros, como a nros padres, que deçendimos de bosotros, os daremos parte de las tierras que tre nosotros rrepartiéremos, que tengáis de uro para bosotros y de buestros hijos deçindientes en onor, que hagáis sacrifiçión a nros dioses y de los frutos y rrentas de ellas aya para el sacrifiçio de papel de cortezas y sahumerios de copal (diquedámbar), y lo demás a ellos, y en espeçial la lama de la mar, cuaxado negro (ulli), para uros dioses y nuestros. Bamos agora a Mexico Tenuchtitlan a descansar con alegría de nra bitoria". Estando en prezençia de Ytzcoatl, dixo en público Atenpanecatl Tlacaeleltzin: "Señor nro, ya es uuestro y por fuero de derecho el pueblo de Azcapuçalco y sus tierras y montes, por que os rruego y suplico como uno de buestros basallos los preçipales mexicanos, balerosos capitanes, les hagáis merçed de rrepartirles tierras ganadas en justa guerra por su esfuerço y balor, que están pobres y sus hijos, e para esto se escoxan los más prençipales y más balerosos en la guerra. E asimismo nros padres, biexos y pobladores de esta tierra, se les den algunas suertes pequeñas de tierra que tengan de suyo para sustentarse, y tengan rreconosçimiento de esta merçed, y abidas en justa guerra".

espondió Ytzcoatl, rrey, dixo a Tlacaelel: "Sea mucho de norabuena, que es justa buestra demanda y pedimiento. Comiençen por los prençipales por su estilo y orden de su balor y meresçimiento a conforme, y luego por los uezinos comarcanos pobladores antiguos de nra patria y naçión". Comiença el memorial de los balerosos soldados conquistadores de Azcapuçalco: el primero, Cuauhtlecoatl, segundo, Tlaacahuepan y luego Tlaatolçaca, luego otro, Epcoatl y luego Tzompantzin. Los hijos que fueron del rrey Huitzilyhuitl, capitanes soldados, son estos: el primero, llamado Tlacaeleltzin y el segundo Huehueçacan y Huehue Motecçuma y Çitlalcoatl, Aztecoatl y el otro, Axicyotzin y Cuauhtzimitzin y el otro, Xiconoc. De manera que son éstos los prençipales balerosos mexicanos y los fundadores de Mexico Tenuchtitla y los primeros capitanes y conquistadores que ganaron y ensancharo esta gran rrepública y corte mexicana, y las tierras y pueblos que pusieron en suxeçión y cabeça de Mexico Tenuchtitlan; que estos tales prençipales por ellos a sido y es cabeça de Mexico Tenuchtitlan y su grandeza y señorío que oy es, siendo primero Mexico Tenuchtitlan nonbrado "el lugar del tular y cañaberal y laguna çercado" ("tultzalan, acatl ytic, atl ytic Mexico Tenuchtitlam"), que su alto meresçimiento y esfuerço señorearon primeramente las tierras y montes de los tepanecas azcapuçalcas con justo título, causa y rrazón, lapo 12r juntamente lo que es agora llamado el pueblo de Cuyuacan, todos nombrados tepanecas.

Y por su orden, curso de tiempo ganaron y conquistaron a Suchimilco, Cuitlahuac y Chalco y los aculhuaques tezcucanos y los de Tepeaca y Ahuiliçapan, Cuetlaxtlan, orillas de la mar de nra España, y otros pueblos comarcanos a estos de Cuetlaxtlan, y con ellos a Tuztla; que otros sin estos fueron ganando y conquistando estos balerosos mexicanos, poniéndolo todo cabeça del ymperio mexicano, y en curso de tiempo a Coayxtlahuacan, que es grande su prouinçia, y a Pochtlan y a Teguantepec, Soconusco y Xolotlan y Cozcatlam y a Maxtlan, Yzhuatlan y Guaxaca y Cuextlan, Huitzcoac y Atuçapan y Tuchpa y todos los matalçingas toloqueños, son grandes sus suxetos: Maçahuacan y Xocotitlan, Chiapa y Xiquipilco, Cuahuacan; todos los quales pueblos, tierras ganaron y señorearon estos mexicanos balerosos breue tiempo, de los quales y de sus rrentas de ellos traían de tributo lo más supremo y preçiado: piedras preçiosas, esmeraldas, otras piedras chalchihuitl, oro, preçiada plumería de diuersas maneras y colores, de diuersas maneras de preçiada abes bolantes, nombrados xiuhtototl, tlauhquechol, tzinitzcan, cacao de diuersas maneras y colores, todo género de manta rrica, labradas, grandes de a beinte braças, llaman cuauhmecatl, y de a diez braças y de ocho y de menos braças, los quales les era dado a estos tales prençipales por tributo de ellos, y preçiadas abes biuas llaman çacuan y toznene, papagayos de muchas maneras, y ayocuan, águilas traían los naturales de los pueblos de la costa y orillas de la mar; por lo consiguiente, anymales biuos y sus pellexos adobados, como leones, tigueres, onças y de todas suertes de culebras, géneros de bíuoras, la grandeza temeraria de ellos, como son sus nombres teuctlacoçauhqui, chiauhcoatl y nexhua, y culebras grandes blancas, temerarias su espanto y grandeza, y çolcoatl, mihuacoatl, y culebra la cola es como pescado de hueso hendida por medio, muy temerarias, que por tener sujetos a los naturales, no teniendo tributo que dar, les hazían traer alacranes, çientopiés ponçoñosas; y en partes y pueblos daua piedras de ámbar, cueros de turtugas duras y galanas, con hazían meçedores de cacao a las mil marauillas engastonadas en oro; finalmente de toda cosa se cría y hazen las orillas de la mar los naturales de las costas, y piedras xaspes y cristales y otras que llaman tlaltcocotl y nacazcolli, y todas las flores de colores de tintes para pintar q los tales tributarios traían.

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