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Datos principales


Desarrollo


Capítulo 32 En este capítulo trata como Monteçuma acordó para onrra de Huitzilopochtli y rrecordaçión de los años para su festituidad y para los años de bisiesto, çelebrar una gran Pascua y mortandad de los esclauos en guerra abidos Pasados algunos días de la bitoria abida de Cuextlan y Tuzpan, Monteçuma acordó de que, pues era mucha la gente de estas prouinçias de Tuzpa y Cuextlam, que ellos ensalçasen y abentajasen en altura de la casa y templo de Huitzilopochtli y que allí ni más ni menos se començase el sacrifiçio de Huitzilopochtli con matar allí a los guaxtecas presos; y que estos tales, después de aber hecho el gran cu muy alto, le hiziesen gradas y en medio se pusiese el taxóm adonde abían de ser muertos los tales esclauos abidos en guerra, y para rrecordaçión del rrey Chimalpupuca lo abía començado a hazer, era cosa justa. Rrespondió Çihuacoatl Tlacaeleltzin staua muy bien acordado y que no fuese el taxón de madera sino de piedra rredonda, medio aguxerada para echar los coraçones de los cuerpos que allí muriesen, después de auer gustado la sangre de ellos caliente Huitzilopochtli. Y que esta piedra no la labrasen los guastecas sino los de Azcapuçalco y Cuyuacan, eçelentes albañíes, labradas en ella la guerra de sus pueblos quando por nosotros fueron bençidos y muertos y sujetados a este nro ymperio mexicano. Y así, luego fueron llamados todos los pueblos comarcanos con piedra labrada de rrostro, para fuese todo el cu de esta piedra y por tres partes se subiesen y tubiesen tantos escalones como días del año que tienen o tenían ellos en aquel tiempo, que rrepartían en diez y ocho meses el año, cada mes beinte días, bienen a ser trezientos y sesenta días, çinco días de la que es de nra católica rreligión menos; otros le pusieron treze meses el año.

De manera que las tres quadras de la subida, la prinçipal subida está frontero del sur, la segunda del oriente y la terçera al poniente y por el norte estaua, que començaua de allí con tres paredes, como una sala que estaua y miraua frontero del sur, y así su patio grande y plaça mexicana, toda çercada con çerca de piedra pesada de más de una braça de simiento y quatro estados del alto de las paredes, con tres puertas, las dos pequeñas la que está frontero del oriente y la otra del poniente, y la grande la que está frontero del sur, que es allí la gran plaça y mercado (tiangues), frontero del gran palaçio de Monteçuma. Y el gran cu era de altura que una persona por muy grande que fuese paresçía allá lo alto como un niño de ocho años o mos. Y acabada de labrar la gran piedra o rrodesno de molino, la subieron lo alto y la 36v pusieron en medio de la gran sala frontero de la puerta y el ydolo de piedra labrado, Huitzilopochtli, arrimado a la pared que está hecha, mirando el ydolo a la piedra, como oy día se bee una esquina de la casa de un bezino hijo de conquistador; y la piedra del sacrifiçio está oy junto a la Iglesia Mayor de la çiudad de Mexico. Hecho todo esto, que estarían como dos años de agora, muy contentos, dixo Monteçuma a Çihuacoatl Tlacaeleltzin: "Estrenemos el templo, cu y taxón. Críese el sol, como suyo que es todo, y allí serán menester y serán sacrificados los esclauos de Cuextlan y tuzpanecas, gentes de la costa y mar, y allí mueran aspados en parrillas".

Rrespondió Tlacaeleltzin, dixo: "Señor, luego desde a quatro días se haga esto y luego sean presos los esclauos y puestos la cárçel de madera", llaman cuauhpalco, como quando tapian alguno tre unas tablas. Y luego llamó Monteçuma a los saçerdotes llaman tlamacazqui e les dixo: "Abezaos a enborrachar y a enseñaros a aspar en parrillas a los esclauos, porque abemos llegado el tiempo y año que llaman tlacaxipehualiztli tiempo de desollar y aspar en sacrifiçio a los vencidos en guerras. Y mirá no herréis en esto, que an de benir a ber este sacrifiçio y fiesta todas las gentes de treinta, quarenta leguas de esta corte. Y demás mirá que no herréis en buestro cargo y ofiçio de bosotros. Y luego se traigan de los montes comarcanos gruesos leños de enzina para que de día y de noche esté ardiendo dentro del templo, que esté abrigado el nro dios Huitzilopochtli". Y luego se començaron los saçerdotes a sayar en cuerpos de bulto y lançar con presteza la sangre calliente y rroçiallo al ydollo diablo de piedra y ponerle el coraçón la mano como si biuo fuera y de esta manera se ensayaron los saçerdotes ençima de la piedra pintada para el día señalado del sacrifiçio. Y luego fueron los mensajeros de Monteçuma a todos los pueblos comarcanos sujetos a Mexico y no sujetos, biniesen a beer el gran sacrifiçio de tlahuahuanaliztli, de aspar en parrillas la gran piedra a los miserables esclauos; biniesen todos los prençipales y señores al sacrifiçio so pena que ansí an de ser ellos.

Y llegados todos los prençipales de todos los pueblos comarcanos y el día propio del sacrifiçio, les hizieron merçedes, les dieron mantas rricas, qual dos, qual tres, quales una, y beçoleras, orejeras, rrosas, perfumaderos. Acabados de comer o almorzar, de mañana lleuaron todos los esclauos lo alto y pusiéronlos en rringlera con el atanbor y teponaztle. Començaron a cantar y bailar alrrededor de la piedra rredonda, frontero del gran ydolo de piedra, untados todos los cuerpos de albayalde (tiçatl) y enplumados y por çima de las cabeças atados los cauellos como trançado, todos con sus pañetes (maxtlatl), y los saçerdotes asentados sillas de hojas de çapotes berdes y todo el suelo sembrado de las mesmas hojas de çapote y alrrededor de la piedra llaman amalacoyo. Y los biexos mexicanos començaron luego el canto y teponaztli y bailar, y luego los biexos figurados en diuersos dioses sujetos a Huitzilopochtli, que el uno le llamaron Ytzpapalotl (Mariposa de nabanxa), y otro se llamó Opuchtli (Persona yzquierda), y otro figura de Quetzalcoatl (Culebra de preçiadas plumas), y otro llamaron Tozcatoçi, con camisa de rrosas, otro Huitzilopochtli, bestido de águila, y otro bestido de tiguere y otro de lobo con su cuero dél, y todos estos con sus espadartes sus manos y rrodelas. Puesto el guasteco primero ençima de la piedra rredonda, baxaua de lo alto uno llamado Yohualahua (Rriñe de noche), 37r comiençan de bailar biniendo de medio lado para sacudirle golpe al guasteco, y le dan un cuero de lobo, que se pone el guasteco, y una espada sin nabaxa ni pedernal, sólo de palo, y comiença el de a pie a rrodealle y el guasteco asimismo a quererle dar, y esto bailando, siguiendo el uno al otro, y çiñen al guasteco de una soga blanca, llaman aztamecatl, y antes de esto le dan de beuer de un bino llaman teuoctli, y andando de esta manera el uno en poz del otro.

Y si es baliente el que a de morir en la piedra para bençer o matar al otro, muchas bezes se arroja de la piedra rredonda y, no le pudiendo herir al mexicano, se sube en un ymprouiso en la piedra, y quando algún tanto se siente cansado el mexicano conbate con el que a de morir, se desbía y baxa otro su lugar y luego a porfía conbaten, y dándole gran golpe el mexicano en los lomos o pierna al guasteco y cae, luego en un ynprouiso, le arrebatan quatro y le tienden ençima de la piedra boca arriba; y biene luego el Yuhualtlahuan, nonbre que dize De noche se enbriagó, tra en las manos un nabaxón ancho de nabaxa y luego le abre en ymprouiso por el pecho y le saca el coraçón calliente y se lo dan y presentan al ydolo y la sangre del muerto lo rroçían, calliente como está, al sol, y con la demás sangre untan el cuerpo todo del ydolo Huitzilopochtli; y luego ponen otro guasteco y con él tra en campo, ençima de la piedra biene, otro mexicano llaman cuetlaxteohua, y por lo consiguiente haze las çerimonias que el primero. Finalmente, hasta acabar a todos los presos esclauos, que dura tres y quatro días este sacrifiçio ynfernal del demonio, ordenado por él, y por no cansar al letor, hasta la conclusión. Que era cosa çiertamente de beer la crueldad que daua de abiso el demonio a que esto se hiziese cada quatro años y cada dos tanbién. Acabada esta fiesta diablada, queriéndose despedir los prençipales basallos, les dan y hazen nueuas merçedes de rropas, armas, diuisas, y se despiden.

Y los tales sacrificadores que pelearon primero con los muertos, asimismo les haze merçedes Monteçuma de rropas, armas, debisas, maíz, frisol, legumbres y serbiçios sus casas de los pueblos bienen a serbir a los mexicanos. Y los saçerdotes desuellan los miserables cuerpos de los muertos y se los ponen y bisten, y las cabeças les ponen pegadas a las paredes del templo de Huitzilopochtli, que quando binieron a esta Nueua España los españoles, antes del rrebelión de Mexico, subieron a lo alto del cu ocho soldados españoles y contaron aber en las paredes sesenta y dos mill calabernas de los bençidos y sacrificados en guerras, cosa espantosa de beer tan gran crueldad sus próximos. Esto suçedió y fue comienço de esto rreynando Huehue Monteçuma, al quinzeno año de su rreynado en Tenuchtitlan.

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